El escenario comercial para el kiwi en el mercado internacional no es el mejor. Así lo explica Ricardo González, nuevo titular del Comité del Kiwi de Chile, en un reportaje concedido a medios trasandinos.

Independientemente de sus comentarios sobre la evolución del mercado, es importante destacar en este intercambio de conceptos la filosofía con que cuenta el vecino país para aglutinar a todos los sectores de una actividad tras un objetivo común, una deficiencia que hoy tiene la fruticultura del Valle de Río Negro y Neuquén.

González indica que el Comité nació de una necesidad de la industria que se hizo palpable a fines del 2008, cuando se confirmó la existencia de un progresivo incremento en la producción de kiwis para los próximos años, una fuerte competencia y una demanda disminuida por la situación económica. "Comenzamos a trabajar con la intención de hacer algo para defender la posición del kiwi chileno en el mercado mundial", asegura González. El comité está integrado por todos los protagonistas de la cadena: productores, exportadores, técnicos, profesionales asociados e incluso instituciones públicas. "Ésa es la fortaleza: todos estamos involucrados y vamos hacia el mismo lado", asegura.

A la abundante oferta de kiwi italiano, la competencia góndola a góndola con el kiwi neozelandés y la contracción de la demanda por la recesión mundial en la campaña 2008-2009, los productores y exportadores chilenos deberán sumar en los próximos años un volumen de producción que según todas las proyecciones aumentará en varios miles de toneladas.

"Estamos en un proceso de crecimiento sostenido que no parará. Por eso tenemos que hacer el trabajo hoy para asegurar que vamos a poder comercializar adecuadamente en los próximos años", advierte. El objetivo del comité seguirá siendo incrementar la competitividad del kiwi chileno, pero como un desafío general que abarca varios puntos.

El escenario, explica González, ha cambiado. Desde un mercado que demandaba fruta, donde la oferta no sobrepasaba la demanda y donde existía espacio para que todo el mundo vendiera, hoy el kiwi se enfrenta a mercados con suficiente producción. "La oferta chilena no está siendo reconocida, en particular frente a la competencia que tenemos de Nueva Zelanda, que es una estructura de comercialización completamente distinta y una estructura controlada, versus una oferta chilena que es desagregada y atomizada", agrega.

"Eso nos juega en contra, pues el consumidor no logra una imagen del kiwi chileno y sí aprecia en cambio la variabilidad que tenemos. Parte importante del trabajo que tenemos que hacer es lograr una consistencia, una uniformidad que permita que los consumidores nos identifiquen como un buen producto".

"Se trata de un proyecto de 3 ó 4 años. Esperamos generar la mejor información técnica para que se haga extensiva. Se levantará y validará la información existente, se generará investigación de apoyo, se aplicarán las mejores prácticas y se hará un trabajo de extensión para que todo el mundo tenga acceso a esa información" detalla. "Ése es el trabajo que vamos a intentar hacer: subir el estándar de producción y comercialización del kiwi chileno". (Fuente: SIMChile)