En la última década se ha observado un fuerte crecimiento de la inversión extranjera directa en América Latina. Brasil, Chile y Uruguay lideran la captura de esos fondos.En la dirección contraria, la Argentina continúa con su política de repeler el ahorro externo e incentivar la fuga del interno, señales que terminan de profundizar la desconfianza en el país. Ya lo señaló el economista Roberto Frenkel esta semana: “La incertidumbre que hay es por lo que hace el gobierno, no por los datos económicos”. La CEPAL difundió las últimas estadísticas referidas a inversión extranjera directa en América Latina. Se trata de un indicador muy importante porque a diferencia del capital financiero, que es más volátil y especulativo, en la inversión directa generalmente subyacen la construcción y la compra de edificios y fábricas, la incorporación de avance tecnológico, innovación y desarrollo y nuevos conocimientos provenientes de países desarrollados. Un reciente informe de Idesa con datos de CEPAL muestra la dinámica de las inversiones de dos períodos recientes: el que va de 1994 a 1998, cuando en Argentina, Uruguay y Brasil se realizaron las reformas de mercado y en Chile la transición democrática, y el que va desde el 2004 hasta el 2008, cuando comenzaron a despegar de la crisis. Entre ambos períodos el flujo total de IED en los cuatro países aumentó en un 76%, desde aproximadamente 25.000 millones de dólares en promedio anual a 44.000 millones. Según la CEPAL, este incremento de 19.000 millones de dólares entre ambos períodos se distribuyó de la siguiente manera:• Brasil recibió 12.150 de los 19.000 millones, incrementando su participación en el total del flujo de inversión extranjera que llega a la región del 57 al 60%. • Chile recibió 6.500 de los 19.000 millones, incrementando su participación en el total del flujo de inversión extranjera directa del 16 al 24%. • Argentina, en cambio, perdió 650 millones de dólares, disminuyendo su participación del 24 al 13% en el total de inversión extranjera directa que llega a la región. Los datos de la CEPAL señalan que la región viene desplegando con éxito una deliberada estrategia de seducción a la inversión extranjera directa. Dentro de este marco nuestro país es la excepción, ya que está recibiendo menos inversiones que hace una década. (R. C.)
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