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el mejor de la historia | ||
Roger Federer ganó la final que no podía perder y tocó el cielo con las manos. Alcanzó a Sampras y suma 14 GS. Estadísticas en la mano, nadie como él. | ||
Roger Federer dio el salto a la eternidad tenística al conquistar Roland Garros e igualar el récord de 14 títulos de Grand Slam en manos de Pete Sampras. El suizo, número dos del mundo, fulminó a Robin Soderling, 25 del ranking, por 6-1, 7-6 (7-1) y 6-4 en una hora y 55 minutos para lograr su primer abierto francés, el mismo que se escapó en las tres últimas ediciones, que fueron para el 1 del planeta, Rafael Nadal. "Es increíble", acertó a decir Federer, aún con lágrimas en los ojos, tras un triunfo que celebró arrodillado y con las manos en la cabeza tras la derecha del sueco en la red que puso fin a la historia. "Para mí Roger es el mejor jugador de la historia", dijo un sonriente Robin tras las "dos mejores semanas" de su carrera. La final, tan histórica como unilateral, se resumió en un partido que el suizo dominó de principio al fin. Con lo de ayer, Roger se sumó al exclusivo "club" integrado por Fred Perry, Donald Budge, Rod Laver, Roy Emerson y Andre Agassi: sólo ellos seis, en más de un siglo de historia, alzaron los trofeos de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open, los cuatro GS. Federer acumula a sus 27 años cinco títulos de Wimbledon, cinco del US Open, tres de Australia y uno de Roland Garros, todos entre 2003 y 2009. Sampras logró los 14 entre 1990 y 2002, pero nunca ganó RG. El suizo eludió definirse como el mejor de todos los tiempos, una discusión abierta. "No soy adicto a los récords. Sólo trataré de hacer las cosas lo mejor posible", dijo. Bajo un frío inesperado -12 grados-, un viento arremolinado y truenos, la final tuvo tintes apocalípticos. Federer, que había llegado al court con semblante tranquilo y una sutil sonrisa confiada, no defraudó: jugó en gran nivel y logró una clara victoria ante un rival al que siempre había derrotado. "Fue una montaña rusa de emociones", reconoció el suizo, que se llevó un premio de 1,06 millones de euros y redujo a 2.070 puntos la distancia que lo separa de Nadal. Soderling precedió a Federer en su ingreso al estadio, y el suizo recibió una ovación generalizada. Roger se llevó el primer punto con un error rival, quebró gracias a una doble falta del sueco -visiblemente nervioso- y mostró mucha actitud. Robin necesitó 16 minutos para ganar su primer juego, pero fue la única concesión del suizo en un primer parcial que se llevó por 6-1 en apenas 23´. Un incidente marcó el inicio del segundo. "Jimmy Jump", un español que acostumbra interrumpir acontecimientos deportivos top, saltó a la cancha con Soderling sirviendo 1-2 y 15-0. Su meta era ponerle un gorro catalán en la cabeza a Federer que, molesto, intentó alejarse. La seguridad tardó varios segundos en reaccionar. El intruso corrió la cancha de punta a punta y fue atrapado gracias a un resbalón que le impidió llegar a Federer. El suizo no se distrajo. Usó un exitoso drop y sacó muy bien (tatalizó 16 aces), bajo una intensa lluvia que hizo florecer paraguas en la tribunas, el set desembocó en un tie break. Federer fue impiadoso: cuatro aces, un drop y dos errores de Soderling le dieron el 7-1 para situarlo en velocidad a la gloria tenística. "Fue probablemente el mejor tie break de mi carrera", admitiría luego. Tras casi una hora y media de juego el sueco dispuso de un break point con el suizo arriba 2-1 en el tercero, pero el final estaba escrito casi desde el inicio. Fue 6-4 en el set final, porque Federer no podía perder ayer: tenía cita con la historia. Ni más ni menos que transformarse en el mejor de la historia. (DPA/AR) |
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