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Hay promesa gubernamental de recuperar la industria aeronáutica argentina
Diferentes gobiernos anteriores no se interesaron en recuperar una actividad en la que el Estado nacional realizó significativas inversiones. Por la crisis imperante, éste no parecería ser un momento oportuno para intentar lo que se abandonó durante demasiado tiempo.

Cuando recientemente lanzó su candidatura a diputado nacional, Néstor Carlos Kirchner reveló un sueño: "Volver a construir el auto argentino, como lo hizo el general (Juan Domingo Perón); el avión argentino, con manos argentinas, producción nacional e industria argentina".

Semejante sueño intenta convertirlo en realidad su esposa Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de la Nación. El 23 de abril pasado anunció que enviaría al Congreso un proyecto para "la recuperación de la histórica fábrica de aviones de Córdoba".

La creación de la misma se originó el 8 de junio de 1926 cuando Marcelo Torcuato de Alvear, entonces titular del Poder Ejecutivo Nacional, formó una comisión para hacerla. ¡Y la inauguración en Córdoba se concretó el 10 de octubre del año siguiente! Allí se haría el Avro K-504 Gosport, el primer aparato nacional, bajo licencia, y en la década siguiente, el caza Dewoitine D21.

Durante la Segunda Guerra Mundial la Fábrica Militar de Aviones (FMA) suspendió la construcción del caza norteamericano Curtis Hawk 75-0 por falta de insumos, pero hizo el entrenador IAe-22 DL y desarrolló el bimotor de ataque IAe-24 Calquín.

En 1943 la FMA se convirtió en el Instituto Aerotécnico (IA), cuya dirección se confió a Juan Ignacio de San Martín, mayor del Ejército, quien sería un permanente promotor de la industria.

En enero de 1945, con el coronel Juan Domingo Perón como ministro de Guerra, el arma aérea del Ejército se independizó y fue creada la Secretaría de Aeronáutica. Luego, cuando Perón fue electo presidente y la Argentina disponía de divisas y era acreedora de los aliados, equipó a la flamante Fuerza Aérea Argentina (FAA) con los cazas Gloster Meteor, los bombarderos Avro Lincoln y aeronaves de entrenamiento, transporte y turismo.

En 1946 una misión encabezada por el secretario de Aeronáutica, brigadier César Ojeda, y San Martín adquirió en Italia los Daimler y contrataron al ingeniero y marqués Cesare de Pallavecino y a otros especialistas, que aportaron el caza IAe-30 Nancú, presentado en el ´47.

Cuando concluía el ´46 arribaron científicos y técnicos alemanes, entre ellos Kurt Tank, piloto de pruebas que durante el conflicto dirigió la Focke Wulf, quien se reunió con Perón para hacerle varias proposiciones que fueron aceptadas. Eso le permitió a Tank incorporar a compatriotas que, además, enseñaron en la Facultad de Ingeniería Aeronáutica y la Escuela Superior de Ingeniería de la FAA, ambas en Córdoba.

Por su participación en el régimen colaboracionista de Vichy, terminada la guerra el productor Emile Dewoitine huyó de Francia a España, donde recibió el ofrecimiento argentino para construir un caza a reacción, que aceptó y dio lugar al IAe-27 Pulqui en el memorable ´47.

Por otra parte, en 1948 llegó al país Reimar Horten, luego de desarrollar durante la guerra, en Gottingen, el caza birreactor Gotha Ho-222. Y, si bien fue escuchado por Perón, no consiguió tanto apoyo como Tank. No obstante, transmitió sus ideas a aficionados y hasta les entregó, en el ´49, los planos del pequeño planeador HO-X.

En Córdoba, el 30 de noviembre de 1951 fue creada la Fábrica de Motores y Automotores, que más adelante sería la Fábrica de Automotores. El 28 de marzo de 1952 la reestructuración del IA permitió conformar Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME).

El tercer prototipo fue el IAe-35, conocido como "Justicialista del aire" -después "Huanquero"-; fue sometido a pruebas desde el ´52. Un año después se concluyó el cuarto prototipo y el ´54 se planificó su producción en serie y una versión con radar, cuando IAME recibía frecuentemente misiones de varios países como la Unión Soviética, Estados Unidos y Egipto (ofreció adquirir todos los Pulqui disponibles, pero había uno solo...).

Del IAME, donde trabajaron 11.000 personas con suministros de unos 305 pequeños y medianos proveedores, salieron aviones, motores, instrumentos y equipos, paracaídas, hélices y accesorios, máquinas herramientas, automotores (el utilitario Rastrojero), motocicletas (Puma) y tractores.

Con la Revolución Libertadora que destituyó a Perón el 16 de setiembre de 1955 volvió la denominación FMA. Tank fue presionado y se escapó a Europa, desde donde se trasladó a la India y llevó adelante el proyecto del caza birreactor Marut.

A fines de 1956 el brigadier Heriberto Ahrens consultó a la FMA cuánto demoraría en realizar 100 aparatos. Le contestaron que 5 años para completar el pedido, pero con entregas parciales, pero la "urgencia" por reemplazar los Calquín influyó para que se prefiriera la oferta norteamericana de entrega inmediata de 100 F-86 Sabres y no se encarara la fabricación local en serie. A casi un quinquenio de aquella consulta la FAA apenas recibió 28.

El gobierno de facto creó la Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas (Dinfia), que desplazó a la IAME en enero de 1957, y la Fábrica de Automotores resultó rebautizada como Industrias Mecánicas del Estado (IME).

Durante la gestión desarrollista de Arturo Fidel Frondizi la FMA construyó el quinto IA-33 Pulqui II, con el que se hicieron vuelos de prueba hasta 1960. La FMA armó modelos sencillos, bajo licencia, y su personal diseñó e hizo el IA-58 Pucará y el Pampa, con insumos nacionales y sin tener que pagar regalías ni licencias.

Desde el 31 de diciembre de 1967, las plantas de Dinfia volvieron al nombre originario de Fábrica Militar de Aviones, que el 27 de diciembre de 1968 pasó a ser Área de Material Córdoba (AMC).

IME fue cerrada en 1979 por José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía de turno.

Durante la gestión de Raúl Ricardo Alfonsín, en 1987, se organizó la Fábrica Argentina de Materiales Aeroespaciales, con el 46% de capital estatal, el 44% de Aeritalia y el 10% de Techint.

En abril del ´90 el presidente Carlos Saúl Menem garantizó al gobierno norteamericano que desactivaría el "proyecto Cóndor" y en julio de 1995, sin licitación pública, otorgó la concesión y explotación de Dinfia a la estadounidense Lockheed Martin Aircraft (LMA), el mayor contratista de armas del Pentágono. La Lockheed Martin Aircraft Argentina (LMAA) quedó obligada a mantener parte de la flota de la FAA y la capacidad productiva, centradas casi exclusivamente en los Pampa. No faltaron promesas de que LMAA formaría "un excepcional centro de mantenimiento" que "captaría el 30% del mercado con una proyección de creación de hasta 10.000 puestos de trabajo". Sin embargo, estos últimos disminuyeron de 2.000 a 900. Finalmente, hizo el entrenador subsónico IA-63 Pampa (heredero del Pucará IA-63) y unos pocos Pampa, mantuvo aparatos de la FAA y no demostró interés en fabricar piezas. El decreto S 162/04 fue firmado por Néstor Kirchner para que LMAA fabricara seis IA-63 Pampa para la FAA y otros tantos para exportar, pero en los siguientes cuatro años la empresa terminó uno solo, aunque siguió recibiendo aportes estatales. Ante eso, Nilda Garré, ministra de Defensa, aventuró a mediados del 2006 la posibilidad de reestatización y en el 2007, la conveniencia de terminar esa relación. No obstante, la funcionaria renegoció lo pactado en el 2004 y firmó con LMAA un "contrato de transición" para que siguiera con el mantenimiento y la construcción de los Pampa.

LMAA se aseguró un nuevo negocio hasta el 2010 cuando Néstor Kirchner firmó el decreto de necesidad y urgencia 1.855/07, el 6 de diciembre de 2007, cuatro días antes de terminar su mandato. No sólo modificó el presupuesto de ese año y anexó una partida adicional para LMAA, como se publicó en el Boletín Oficial del 10 del mismo mes, o sea el mismo día en que su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, asumió la titularidad del Poder Ejecutivo Nacional (PEN). Incluso comprometió recursos de los presupuestos del 2008, 2009 y 2010 por un total de 497,6 millones de pesos que se sumarían a los 1.470 millones concedidos durante su mandato.

En marzo del 2008 Garré volvió a hablar de reestatización y de un acuerdo con la brasileña Embraer para la producción conjunta de partes para la aeronave E-170 y posteriormente, aparatos completos. Sin embargo, ante la perspectiva de que LMAA disminuyera sus actividades y la planta quedara paralizada, la ministra firmó dos acuerdos con Alberto Buthet, presidente de la empresa, por unos 50 millones de dólares, relacionados con el consabido mantenimiento de la flota de la FAA y la fabricación de 10 IA-63 Pampa.

El 11 de diciembre último Garré aseguró que estaba listo el trajinado proyecto de ley de reestatización y el 17 de marzo pasado la señora de Kirchner anunció que lo enviaría al Congreso para "reconstruir la industria y la capacidad tecnológica en materia aeronáutica". Incluso recordó que más de 237 pilotos de Aerolíneas Argentinas (AA) y Austral estaban capacitándose en el exterior y que el objetivo era que lo hicieran en el Área de Material Córdoba (AMC), donde también planteó la necesidad de trabajar para que "todo el mantenimiento pesado de nuestra línea de bandera venga a hacerse aquí" y "lograr que aquellas empresas a las cuales les compramos aviones, hasta que tengamos la capacidad de volver a producirlos enteramente, tomen el compromiso de construir parte de esos equipos aquí".

La renacionalización costaría 64 millones de dólares, aunque hubo quienes calcularon entre 90 y 110 millones de pesos, y desde la Casa Rosada, en Buenos Aires, garantizaron que los 1.050 trabajadores conservarían sus puestos, salarios y condiciones laborales.

El 21 de mayo se firmó el contrato con Embraer para la adquisición con destino a Aerolíneas y Austral de 20 aviones (ver cuadro), con entregas escalonadas a 5 años, que incluirán un simulador para el entrenamiento de los pilotos. La operación ascendería a 700 millones de dólares y sería financiada en un 85%.

 

Embraer ya fabricó más de 4.100 aviones

La Empresa Brasilera de Aeronáutica (Embraer) es el cuarto mayor fabricante de aviones del mundo. Fue creada el 19 de agosto de 1969 por el decreto ley 770 como empresa de capital mixto y después privatizada, el 7 de diciembre de 1994. Su control lo detentan accionistas brasileños, la mayoría de los cuales aprobó, en marzo del 2006, una reestructuración societaria que simplificó la estructura del capital social y propició un aumento de la liquidez.

Posee una amplia experiencia en proyectos, fabricación, comercialización y posventas y se concentra en tres áreas de negocios: aviación comercial, aviación ejecutiva y defensa y gobierno. Ya fabricó alrededor de 4.100 aviones que operan en 69 países y se convirtió en una de las mayores exportadoras del vecino país (más del 90% de sus ingresos proceden precisamente de las ventas al exterior).

A principios de año ocupaba a 23.509 personas (el 87,7% en su territorio), pero por la "crisis sin precedentes que afecta la economía global, en particular al sector de transporte aéreo", efectuó una "revisión de su base de costos y de su personal". Por eso despidió a 4.300 empleados, principalmente de las áreas operacional, administrativa y directiva, tanto de las plantas locales como de sus subsidiarias de China y Portugal, mientras arreciaban los reclamos de los sindicatos al presidente Luiz Inácio Lula da Silva para que tratara de evitar esa situación.

No obstante, la meta de la empresa es entregar este año 242 aeronaves por un valor total de 5.500 millones de dólares.

Miguel Ángel Fuks

miguelangelfuks@yahoo.com.ar



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