as explicaciones que dio CFK sobre la expropiación de las firmas del Grupo Techint, en Venezuela, generó incertidumbre en el empresariado local. Dejó en claro, para empezar, que el acuerdo estratégico entre el gobierno y los industriales nacionales no pasa por su mejor momento. La armonía del período 2003-2007 se quebró. La disconformidad industrial se suma ahora, a sólo semanas de una elección clave, a las duras demandas del campo.Pero a decir verdad, la expropiación de Chávez resulta un tema importante, pero no es lo que desvela hoy a los ejecutivos argentinos conscientes de que este conflicto ya no tiene retorno. La paridad cambiaria por encima de los cuatro pesos por dólar antes de fin de año, para volver a tener una mejora competitiva en el comercio, constituye la verdadera obsesión que tiene la UIA. Todo es “negociable” para la industria argentina con un dólar hoy a 4,20.Desde la corporación industrial se asegura que el actual modelo económico restringe las posibilidades de crecimiento o, por lo menos, el ritmo al que estaba acostumbrada a crecer la industria en estos últimos años.
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