>
Hacia dónde debe crecer la ciudad

Con participación de la comunidad,  hay varias ideas. 

 El ejido municipal de Allen se origina en el decreto nacional 8464 de 1943 con una superficie total de 12.826 hectáreas, destinando 387 al casco urbano. En la actualidad, según la Ordenanza Municipal 107/91, dicho sector tiene una superficie de 583 hectáreas. En el ejido hay 7.066 parcelas urbanas y 970 rurales, al año 2008.Nuestro Código Urbano, vigente desde el 15 de abril de 1982, no cuenta con actualizaciones significativas y regula la ciudad según las características históricas de hace 27 años, precisando vías primarias y secundarias de circulación que hacían a la movilidad de la población de entonces. Es este mismo código quien determina las diferentes zonas urbanas, especificando qué se puede construir, cuánto se puede construir, y cómo puede subdividirse la tierra. La Ordenanza Municipal 046/04 actualiza estas zonificaciones, pero sin proyección posible.Se observa que más del 60% del área urbana cuenta con redes de agua potable, energía eléctrica, gas natural, cloacas, y pavimento. Del resto, la gran mayoría tiene a disponibilidad cuatro servicios, faltando generalmente el de pavimento. Existen aproximadamente 40 manzanas que cuentan sólo con energía eléctrica, agua y gas. Un tema irresuelto es el del arbolado urbano. En el área rural, la casi totalidad del ejido cuenta con energía eléctrica, y todas las escuelas rurales con agua potable por red, incluyendo a sus áreas de influencia.Con una interesante participación de instituciones allenses en los últimos años se formalizaron varias propuestas para ordenar el crecimiento de la ciudad, tanto desde el Consejo Municipal de Planificación como desde la confección del PEA (Plan Estratégico Allen). Me permito recordar las propuestas surgidas para el eje del desarrollo urbano de Allen. La búsqueda de un amplio sector de la comunidad allense se encaminó hacia una ciudad con disponibilidad permanente de viviendas, integrada, equilibrada, con un crecimiento ordenado en su periferia, buena accesibilidad y un tránsito ordenado. Se priorizaron tres programas: Desarrollo Urbano, Desarrollo Habitacional y Ordenamiento del Tránsito.En cuanto al crecimiento, existen algunas condicionantes básicas. Hacia el Norte, las bardas ofician de barrera natural, requiriéndose importantes inversiones en servicios y equipamiento, además del tema de la propiedad de la tierra. Sobresale la ventaja de ser tierras libres de contaminación ambiental y sin riesgo ante potenciales desastres de inundación por colapso de represas. Con respecto al Sur, si bien es factible la incorporación de infraestructura de servicios y equipamiento urbano, la casi totalidad de las tierras responden al uso rural productivo, siendo la explotación frutícola la columna vertebral económica de la ciudad y la región. Con relación al crecimiento hacia el Este, la actual disponibilidad de tierras permite considerar a esta expansión como una de las más factibles, debiéndose resolver, además de la infraestructura de servicios y el equipamiento urbano necesario, la situación de las piletas de tratamiento de los líquidos cloacales de la ciudad y la actual apropiación ilegal de tierras. En la expansión hacia el Oeste, además de la infraestructura de servicios y el equipamiento urbano que naturalmente deben suministrarse, el mayor escollo está dado por la propiedad privada de la tierra.En el programa de Desarrollo Urbano se enunciaron proyectos que definen políticas de fortalecimiento para las tierras productivas, la relocalización de la actividad ladrillera, la consolidación de la estructura histórica de la ciudad, las actualizaciones de los códigos urbano y de edificación, la definición de una política local de uso de tierras ya urbanizadas, el estudio de cartas de oferta ambiental para la expansión urbana de la ciudad, el funcionamiento del Consejo Municipal de Planificación y otorgar al área de planificación continuidad de equipos profesionales.En cuanto al programa de Desarrollo Habitacional, se estima un déficit de 1.100 viviendas, que respetando la actual distribución poblacional se deberían resolver en un 20% para el sector rural y el restante 80% para el  urbano, que  requiere unas 30 hectáreas. Los proyectos surgidos en este Programa responden al mejoramiento de actuales viviendas precarias, planes de viviendas rurales, consolidación de los asentamientos rurales optimizando sus servicios y equipamientos, interconectar dichos asentamientos entre sí y con el centro de la ciudad, fomentar planes oficiales de viviendas, loteos y casas de interés social, impulsar en distintos niveles económicos la realización de viviendas por esfuerzo propio, inversiones privadas para viviendas de alquiler o venta, efectuar capacitaciones en autoconstrucción, pago de tasas municipales a partir de productos de elaboración propia.Por último, el programa de Ordenamiento del Tránsito distingue cuatro tipologías. Ellas son la peatonal, la determinada por el uso de la bicicleta, la del automóvil (incluyendo a las motos) y la de los camiones. Los proyectos propuestos a desarrollar contemplan una playa de carga, descarga y estacionamiento para camiones, un anillo de circunvalación para el tránsito pesado, la incorporación del servicio de transporte público urbano y rural, calles con prioridad para la circulación peatonal, el trazado de ciclovías urbanas y rurales, optimización de la señalización vial, la reforma de la actual ordenanza de tránsito pesado cuyo objetivo sea resguardar la vida humana, el mejoramiento de los accesos, incrementar la educación vial y la realización de la terminal de transportes interurbanos y de larga distancia con buena accesibilidad para los usuarios y para las empresas prestadoras del servicio, sin invadir ni entorpecer la circulación cotidiana de la ciudad.El autor de este informe sintetiza las propuestas. RubÉn Esteban Cabo expansiÓn

En 1943 se destinaron 387 hectáreas al casco urbano, que hoy ocupa una superficie de 583.



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí