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Román le devolvió su espíritu a Boca
Después de 37 días lesionado, Riquelme jugó los 90 minutos y el Xeneize dominó y ganó bien.

Boca, con un equipo mixturado entre titulares y suplentes, y con el regreso de Juan Román Riquelme como gran noticia, se reencontró con la victoria, con un 2-1 sobre Arsenal, resultado que necesitaba y que lo tranquiliza, tanto en el torneo Clausura como por su futuro en la Copa Libertadores.

Riquelme, que contra lo esperado jugó todo el partido, mostró un buen nivel, fue tomando ritmo y confianza con el transcurrir de los minutos, y dejó en claro su influencia en el equipo, a pesar de haber fallado un penal que le contuvo Cristian Campestrini.

Pero el jugador más determinante de Boca fue Cristian Chávez, con un primer tiempo estupendo, en el que se desdobló en funciones de contención y creación, fue gestor de un gol y autor de otro.

Se recuperó y ganó

Apenas seis minutos y Arsenal ya ganaba: Matos, llegando de frente, en la boca del área chica, fusiló a Abbondanzieri con un zurdazo alto. Sorprendido, Boca trató de tomar la iniciativa con una mayor participación de Riquelme. Sin embargo el equipo local empezó a mejorar en la medida que creció la figura de Chávez.

A los 24, precisamente Chávez, recibió de Gracián, colocó un gran pase para la llegada de Figueroa en diagonal desde la derecha, quien con un zurdazo bien colocado, estableció el empate.

En los últimos 20 minutos, la mejoría de Boca se hizo más notoria. El gol de diferencia, que merecía, llegó en el minuto 41, en jugada que comenzó y terminó Chávez, quien remató a la carrera y superó a Campestrini.

La parte final fue de amplio dominio de Boca, que dispuso por lo menos de media docena de ocasiones como para estirar la diferencia y si no lo logró fue por sus imperfecciones para definir y por el buen trabajo de Campestrini.



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