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Los primeros días de mayo trajeron algo de alivio al mercado financiero argentino: subieron las acciones, se desaceleró la apreciación del dólar y las entidades locales se animaron a volver a la carga en eso de prestar dinero al sector privado. En concreto, algunos bancos recortaron esta semana las tasas de los préstamos a individuos y a empresas. En el caso de las líneas de consumo, por las que los bancos venían pidiendo intereses muy elevados, hubo bajas de hasta 800 puntos básicos. Así, el segmento de consumidores premium pasó a pagar tasas en torno del 27%, frente al 35% que abonaban en marzo, y los sectores medios y bajos pasaron de pagar 40 al 35%. La situación de las empresas no fue tan diferente. En las últimas semanas las compañías de primera línea pactaron tasas de entre el 21 y el 24% para financiarse a un año de plazo. No está nada mal, si se tiene en cuenta que en noviembre del 2008 la tasa prime estaba en el 32% anual, un costo que sigue elevado si se lo compara con los niveles que tenía la prime en abril del 2008 (11%). Pese a estos cambios no hubo una gran demanda de crédito. Si bien los bancos lo niegan, las versiones señalan que Moreno presionó para que acomodaran las tasas.
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