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29-j: las provincias entran en un manto de | ||
la nación sigue restringiendo fondos a los gobernadores. Se esperan tiempos difíciles. |
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A partir del 28 de junio existirá un punto de inflexión entre los gobernadores argentinos. Desde el punto de vista político, las encuestas muestran un claro cambio de tendencia para las próximas elecciones respecto de lo ocurrido en los últimos años. Habrá que tener en cuenta que: • Todo parece indicar que el oficialismo estaría en condiciones de perder la mayoría que hoy ostenta en la Cámara de Diputados. • En Senadores mantendría la mayoría "formal". Sin embargo, esto no es sinónimo de un ciego aval de la cámara alta al Ejecutivo, teniendo en cuenta el debilitamiento que evidencia el oficialismo. • En la provincia de Buenos Aires, la madre de las batallas para los K y donde se concentra cerca del 40% de los votos, las encuestas dan cuenta de que estará todo muy parejo. El kirchnerismo obtendrá alrededor del 35% de los votos y según cómo se fragmente el sufragio de la oposición (De Narváez y/o Stolbizer), el oficialismo podría perder también en un territorio que desde 1987 es comandado en forma monopólica por el peronismo. En este escenario, hoy todas las encuestas muestran que Néstor Kirchner alcanzaría una intención de voto superior a la del segundo (De Narváez) por algo más de 5 puntos. • El 29 de junio los gobernadores buscarán nuevas alianzas con vistas al 2011 y muchos de ellos le darán la espalda al proyecto oficialista, al que venían dando su apoyo ininterrumpidamente desde el 2003. La región dejará de percibir $ 1.840 millones En definitiva, en lo político y con algunas proyecciones en la mano, “la foto” política de hoy deja claros varios puntos:• Difícilmente exista la opción K para el 2011.• El PJ “histórico” buscará realinearse tras una alternativa presidenciable para no perder el poder a manos de la oposición. Por las características del matrimonio Kirchner, resulta complejo predecir cómo convivirán estas dos fracciones del justicialismo dentro del gobierno en los próximos dos años. Voces del oficialismo aseguran que no están dispuestos a negociar. Pero algunos referentes históricos del partido señalan que existirá un acuerdo para “peronizar” el gabinete luego de las legislativas y que el matrimonio K no tendrá opción frente a la derrota que se avecina.• A partir del 29 de junio también se definirá quién será el candidato que se perfilará en la oposición con algo de margen como para poder hacer frente al oficialismo en el 2011. El plano económico Desde el punto de vista económico, los gobernadores se encuentran ante un escenario bastante más complejo que aquel de años anteriores. Con una “macro” externa que comienza reaccionar de la mano de la suba de los precios de los commodities, la “micro” frena toda posibilidad de captar favorablemente este salto que llega desde los mercados internacionales. La mayor parte de los analistas asegura que la crisis financiera en Estados Unidos y Europa encontró un piso y que, a partir del último trimestre de este año, comenzará la recuperación económica, lenta pero recuperación al fin, cuyos resultados se observarán en Latinoamérica hacia fines del primer semestre del próximo año. En el caso específico de la Argentina, nadie puede asegurar que un nuevo viento de cola externo ayudará a destrabar las complicaciones propias que muestra el modelo económico del oficialismo. Todo este entorno de incertidumbre que se vive, sin lugar a dudas, repercutirá negativamente en los futuros ingresos provinciales.A este escenario se le suman las exacciones que Nación tiene previsto realizar este año a las provincias por los desvíos existentes en la coparticipación federal.Recientes datos suministrados por la consultora Economía & Regiones (E&R) dan cuenta de que en todo el 2009 las provincias cederán a la Nación cerca de 46.000 millones de pesos, es decir, casi el 60% de lo que hoy está recibiendo el conjunto de los gobernadores por esa vía.El estudio llega a esta importante cifra a través de cuatro mecanismos ligados a la coparticipación:• Actualización de las sumas fijas.• Cumplimiento de la garantía constitucional del 34%.• La no transferencia de fondos por el impuesto al cheque.• El financiamiento vía recursos que van a la Anses.La cifra que está en juego no es menor, teniendo en cuenta que las finanzas provinciales consolidadas a partir del 2005 ingresaron en un sendero de deterioro de la mano de un mayor crecimiento de las erogaciones respecto de los ingresos percibidos.Este proceso erosivo sobre el ahorro público se incrementó sensiblemente a partir del año pasado con un resultado primario provincial deficitario por primera vez desde el 2002 y un resultado financiero un 400% por encima del cierre del 2007.La administración Sapag dejará de percibir en el 2009 algo más de 773 millones de pesos –sólo por los desvíos generados por la coparticipación federal–, con fuertes déficits presupuestarios proyectados para este año. En Río Negro los “desvíos” que termina cediendo a la Nación llegan a la friolera de 1.067 millones de pesos, alrededor del 25% del presupuesto total de la provincia para este año. La mayor parte de los gobernadores sigue aguantando este tipo de menosprecio al federalismo por parte del poder central presionada por las necesidades financieras que arrojan sus presupuestos, las que son compensadas en algunos casos con las “transferencias discrecionales” que llegan con cuentagotas desde Nación. Queda claro que aquellos gobernadores que dan cuenta de estar alineados o pueden aportar peso político a la estructura del poder central son los que más fondos reciben de estas partidas. Si se analiza con sentido común este esquema, se advierte que existe una profunda contradicción en la conducta de los mandatarios provinciales: no se ponen firmes para defender la coparticipación que les corresponde y, sin embargo, avalan los anuncios de inversión que hace el gobierno nacional para sus provincias –los que en su gran mayoría nunca se concretan– así como las limosnas que les prometen cada vez que van a Buenos Aires para poder sostener los gastos corrientes.Neuquén, por dar un ejemplo puntual, sigue siendo discriminada en los fondos que se destinan a la obra pública del interior y que salen en su gran mayoría del ministerio que controla Julio de Vido, pese a que Jorge Sapag –cada vez que se lo exige la Nación– jura fidelidad al modelo poco federal que están implementando los K. Conclusión Las distintas tendencias de los estudios privados muestran que, por lo menos durante el segundo semestre de este año y parte del 2010, la situación para las provincias tenderá a empeorar drásticamente.• Desde el punto de vista político, las próximas elecciones dejarán un oficialismo “herido”, sin el poder de fuego con el que asumió en diciembre del 2007. Frente a este escenario de debilidad, muchos gobernadores buscarán reagruparse a partir de los potenciales presidenciables que aparecerán el 28 de junio. Esto generará malestar en el gobierno central y no pocos son los que aseguran que –teniendo en cuenta la historia de los K en el poder– se profundizarán las presiones sobre los mandatarios del interior a través del recorte de transferencias de fondos hacia las arcas provinciales. • En el plano económico, todo indica que la mejora externa que se está observando en los mercados financieros no llegará, por lo menos en el corto plazo, a la Argentina por dos causas: la primera, porque tradicionalmente toda mejora financiera requiere su tiempo ser trasladada a la economía real y la segunda, porque el modelo económico argentino está haciendo agua por muchos frentes y todo indica que hoy sólo con el viento de cola de los mercados internacionales el país no puede retornar a los niveles de crecimiento del período 2003-2008. Este escenario, sin dudas, es totalmente transpolable a las provincias, con una agravante: que si hasta ahora la economía avalaba el modelo “Nación rica y provincias pobres”, hoy el futuro parece mucho más comprometido para estas últimas. Realidad neuquina Los resultados obtenidos por la administración Sapag luego de su alianza estratégica con la Nación no fueron los esperados. En el caso neuquino, las pérdidas proyectadas por desvíos en la coparticipación federal giran en torno de los 773 millones de pesos para el 2009, las transferencias de capital del gobierno nacional siguen discriminando a la provincia y, desde lo político, el acuerdo Nación-Neuquén se hizo en un momento en que la imagen de la presidenta Cristina de Kirchner comenzó a desplomarse y cuya caída no se ha frenado hasta el día de hoy. ¿Fin de un ciclo en el MPN? Realidad rionegrinaLas pérdidas de coparticipación previstas para este año alcanzan los 1.067 millones de pesos, el 25% del total del presupuesto proyectado por la administración Saiz. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con Neuquén, las transferencias discrecionales desde la Nación compensan gran parte de estas exacciones realizadas desde el poder central. El problema, para el gobernador, es más bien político, ya que la UCR se está alineando detrás de Julio Cobos y el mandatario rionegrino será presionado para apoyarlo con miras al 2011. Se desvanece la opción de los radicales K.
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