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Daniel Neculman se convirtió en el futbolista nacido en Bariloche que más alto llegó en toda la historia. Es delantero, surgió de la cantera del ya desaparecido Club Deportivo Municipales y en los próximos días cumplirá 24 años. Actualmente se encuentra en la primera división del fútbol colombiano jugando para Independiente Santa Fe de Bogotá, equipo dirigido técnicamente por el mundialista Hernán “Bolillo” Gómez. Antes, pasó por clubes de la Patagonia argentina hasta pegar el salto a Ecuador, la escala previa a Colombia.Dirigido por Miguel López, “Dani” Neculman comenzó a mostrar sus goles en los infantiles de un club que se llamaba Soyem. Poco después, esa misma institución pasó a llamarse Deportivo Municipales. Aquella categoría 85, donde se destacaban otros nombres como Damián Rogel y Jonathan Guerrero (hoy jugando para diferentes clubes en la liga local), ganaba todo lo que se le cruzaba por delante. Esa hegemonía en el ámbito del fútbol infanto-juvenil llevó a los dirigentes a la inquietud de empezar a competir en primera división. Ese sueño se concretó en el 2001, afrontando el exigente compromiso con un plantel neto del club, es decir con muchos jóvenes.Daniel Neculman tenía apenas 16 años pero el técnico López no dudó en que debía tener la Nº 9 titular. En noviembre de 2001 el humilde “Depo” tuvo su bautismo en el fútbol federado de Bariloche. La primera prueba fue de fuego porque hubo que jugar de visitante frente a Independiente de Villa La Angostura. El resultado fue contundente. El conjunto barilochense ganó por 6 a 1 con cuatro goles de Daniel Neculman. Así comenzaba a escribirse esta historia de quien actualmente es el máximo embajador del fútbol de estas tierras.En el verano del 2002, surgió la posibilidad de ir a probarse a la Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavia. Bastaron sólo unos días de entrenamiento para los jefes del cuerpo técnico de la entidad chubutense aprobaran su incorporación. Allí transitó por un período pleno de aprendizaje rompiendo redes en los campeonatos domésticos. Hasta que un día de 2003 llegó la chance de debutar en la primera oficial. Fue un momento de enorme presión con su equipo jugando una promoción con Racing de Córdoba para mantenerse en la Primera “B” Nacional. Entró y cumplió. No llegó al gol pero un cabezazo suyo pegó en el travesaño. Demostró estar a la altura de las circunstancias.A pesar de sus buenas actuaciones no logró consolidarse en la titularidad. Y eso comenzó a inquietarlo. Por eso no dudó cuando surgió la posibilidad de ir a jugar a préstamo a Huracán de Comodoro Rivadavia. Debía bajar algunos escalones teniendo en cuenta que el “Globo” estaba en el Argentino “B” pero él buscaba roce y minutos en cancha. Su decisión fue acertada. En Huracán se convirtió en figura descollante. El equipo ganó el certamen de punta a punta y el barilochense fue el máximo goleador. Al llegar al Argentino “A” se le renovó el préstamo y mantuvo su nivel llegando al gol en gran cantidad de partidos. Pero el equipo sintió demasiado el cambio divisional y no logró sostenerse. La idea de Huracán era retenerlo para volver a ir en busca del ascenso pero Daniel tenía ganas de cambiar de aire.En 2006 fue tentado por el Deportivo Madryn, otro equipo del Argentino “B”. La propuesta sedujo y rápidamente fue aceptada. A puro gol se ganó el corazón “aurinegro” en forma inmediata aunque muy poco fue el tiempo para ese romance. En enero de 2007, mientras Daniel le hacía cuatro goles a Alianza de Cutral Co, se conocía la noticia de su transferencia al fútbol ecuatoriano de primera división. Sólo quedó tiempo para un partido más en la Argentina. Para agregarle un condimento más a esta historia, esa última presentación en el país fue nada menos que en el estadio Municipal de Bariloche. Deportivo Madryn visitó a Cruz del Sur y perdió por 2 a 1 en una tarde en la que Daniel tuvo todo para continuar con su tradición goleadora pero el corazón pareció negarle esa posibilidad.El club que le abrió las puertas en Ecuador fue el Imbabura. Recién había obtenido el ascenso a la máxima categoría y estaba formando un equipo con el simple objetivo de conseguir la permanencia. Los esquemas eran ultra-defensivos. Es por eso que en reiteradas oportunidades, Neculman se convirtió en un único referente de ataque de un equipo que colocaba a nueve hombres en los sectores de defensa y mediocampo. Este panorama no impidió que la relación entre Daniel y el gol siguiera adelante sin sobresaltos. Todo lo contrario. Hizo goles de todo tipo y color, consiguiendo algo que muy pocos han podido conseguir. Su equipo se fue al descenso pero él se coronó como el goleador del campeonato con 17 tantos. Neculman pasó a ser un ídolo de la ciudad y los dirigentes del club hicieron esfuerzos para retenerlo con el propósito de formar un plantel competitivo y recuperar la categoría. Pero Daniel sentía que el ciclo estaba cumplido y era un momento ideal para dar otro salto. El 2008 comenzó con la noticia de su incorporación a Independiente Santa Fe de Bogotá, Colombia.El primer semestre en Colombia no fue fácil. Costó la adaptación, se encontró con un plantel cargado de refuerzos y el técnico no le dio las oportunidades necesarias. Pero todo cambió a mitad de año. La floja campaña del equipo provocó la ida del técnico. Los dirigentes salieron rápidamente a la búsqueda de un reemplazante y llegaron a un acuerdo nada menos que con Hernán Darío Gómez, más conocido como el “Bolillo”, aquel que en algún momento fue la mano derecha de Francisco Maturana y luego llegó a estar al frente de los seleccionados de Colombia y Ecuador. Las primeras apreciaciones del “Bolillo” con respecto al plantel fueron contundentes. Tras la venta de Preciado, el delantero figura que tenía la institución, la dirigencia ofreció la posibilidad de refuerzos en los puestos de ataque. Pero Gómez se negó rotundamente aduciendo que confiaba en el argentino Neculman. Esas palabras fueron un golpe anímico tremendo a tal punto que el día del debut oficial, los “cardenales” golearon a Atlético Nacional de Medellín por 5 a 0 con dos tantos del barilochense. Pocos días después, Daniel fue figura en el amistoso que Independiente jugó en el estadio “El Campín” frente al Real Madrid con motivo de su aniversario. Se dio el gusto de estar frente a monstruos del fútbol mundial, saludándose con los argentinos Javier Saviola y Gabriel Heinze. Ese día de agosto de 2008, el conjunto colombiano perdió por 2 a 1. Neculman fue considerado por los medios locales como el nombre más destacado.El presente lo mantiene en Independiente Santa Fe a las órdenes “Bolillo” Gómez. El comienzo de año no fue fácil por un problema en el ojo pero salió a flote y está otra vez en carrera. Con tanta fuerza surgió que hace algunos días consiguió un “triplete” en la victoria de su equipo ante Bogotá Fútbol Club por 4 a 0 por la Copa Colombia. Esta meritoria trayectoria no deja de reconocerse en su ciudad natal. En diciembre del año pasado, se le entregó el premio de “Embajador Deportivo del Año” en la Cena del Deporte que se lleva a cabo anualmente en Bariloche. No pudo asistir porque aún estaba en competencia. Sus padres fueron los encargados de estar en ese momento. Con su calidad de buena persona, Neculman retribuye el cariño que la ciudad le transmite. En cada fin de año, participa de un encuentro de fútbol solidario siendo uno de los principales impulsores de esa iniciativa.
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