>
El frío y la tarifa empujan al ahorro
Conferencia del investigador Alejandro González sobre el uso racional del gas en la región.

ás de 100 vecinos, entre ellos varios arquitectos, escucharon el sábado pasado consejos del investigador Alejandro González en el aula magna del CRUB, de la Universidad del Comahue, dirigidos a la optimización del consumo de energía evitando que el calor se fugue de los ambientes y mediante la rehabilitación térmica de las viviendas.

El disertante estudia aspectos de la optimización de los recursos naturales desde la perspectiva del usuario residencial y promueve la inclusión de la energía solar pasiva y las cocinas solares, entre otros productos de utilidad en los hogares. Si bien las recomendaciones apuntan de manera especial a las construcciones nuevas, también se refirió a la rehabilitación, incluidas las casillas.

Antes de conocer los anuncios del gobierno que favorecerían a esta región, González advirtió sobre los aumentos graduales que comenzaron a producirse sobre el consumo promedio del último año y el fideicomiso previsto para los altos consumos residenciales, destinado a la adquisición de gas importado. Reconoció que en política energética los precios sirven para motivar al usuario a bajar el consumo, y destacó la diferencia entre la tarifa normal y la subsidiada. "Con la normal, o si se utilizara leña o gas envasado, en 50 años se gastaría en promedio el costo de una vivienda unifamiliar de 100 metros cuadrados en Bariloche. Ese retorno es similar en Europa, pero con gas subsidiado el precio de la vivienda se compensaría en 800 años". Con esa comparación apuntó a las ventajas de realizar mejoras térmicas en las viviendas, porque el gasto se amortizaría en poco tiempo cuando el consumo de gas es mayor.

El investigador puso como parámetro de precio normal -desde el punto de vista del uso eficiente- el del gas envasado "social", que cuesta 16 pesos por garrafa, y demostró que aún con el máximo aumento previsto para el gas residencial más caro, pagarían sólo del 25% del costo del gas en garrafa.

Ante la consulta de "Río Negro" el experto reiteró que en las zonas frías el mayor gasto de energía lo requiere la calefacción, con un 80% del total, y lo comparó con Suecia, con casas térmicamente más adecuadas, donde el gasto es del 60% del total. "Aunque se mejore la vivienda, en clima frío el porcentaje principal se consume en calefacción, y ahí hay que poner las fichas", subrayó. Su recomendación apunta a aumentar los espesores de los materiales térmicos en paredes, techo y piso, mejorando la ubicación de las ventanas, orientándolas al sol y cerrando las que no lo reciben, agregando persianas, cortinas y doble vidrio, sobre todo en la cara sur, y controlando los chifletes, entre otras medidas. Asegura que el principal factor de derroche es la calefacción, seguida por el agua caliente sanitaria, pero se resiste a realizar un juicio sobre el usuario. "Es inocente sobre la situación. No decidió mejoras porque no conoce los problemas y soluciones, y su arquitecto quizá tampoco las conocía". Aclaró.

Descartó el uso de garrafas para calefaccionar, "porque con las condiciones de calidad térmica actuales el costo sería cercano a los 10.000 pesos por año, tomando como base el mejor precio de gas envasado. Para el científico la mejor fuente de calor es el sol, y recomienda realizar diseños de vivienda y de entorno que tomen el mayor sol posible. "La ecología irracional instaló la idea del árbol sagrado, pero es más ecológico voltear el árbol que tapa el sol de una casa que dejarlo en pie", sentenció. (AB)

 

Consejos para rehabilitar viviendas

Es sabido que en muchas casillas del barrio Alto sus habitantes no tienen acceso al gas natural y la calefacción consume una buena parte de los ingresos familiares. Además, la construcción precaria implica la permanente fuga de calor y el ingreso de aire frío. Para estas viviendas González recomienda la rehabilitación "peso por peso y metro por metro", utilizando listones, aislantes comerciales, viruta de madera, lana de vidrio, telgopor o cartón corrugado del lado interior, "que tiene celdas de aire y puede pintarse después de pegarse a las paredes". Tanto para el interior como para el exterior también recomienda el revoque de barro o arcilla mezclado con pasto, "que se consigue gratis y va a ser un arreglo eterno", dejando una pequeña cámara de aire. Aconseja tapar con plástico transparente con pelotitas de aire -del utilizado para embalajes frágiles- los vidrios que tienen como función el ingreso de luz, aunque sea en forma temporaria, y los chifletes con bolsas plásticas de supermercado ajustadas con una espátula, prestando atención a las uniones de la madera con mampostería y a los del techo, "que son los más difíciles de descubrir". Sin embargo, le preocupa las condiciones de ventilación de esas viviendas, y cuando el elemento de calefacción no cuenta con una chimenea bien instalada recomienda dejar alguna rejilla abierta, o algunos chifletes para reducir el riesgo de intoxicación con monóxido de carbono. (AB)



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí