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¿Se viene un impasse salarial hasta después de las elecciones?
Reclamos oficiales para que los empresarios mantengan las fuentes laborales y la capacidad adquisitiva. Esfuerzos dirigidos a que no se incremente el desempleo y a seguir creciendo.

No son tiempos de ajustes, no es la respuesta a la crisis", dijo Carlos Tomada, ministro de Trabajo, el 26 de marzo pasado, cuando reclamó a los empresarios que mantengan las fuentes laborales y la capacidad adquisitiva de las remuneraciones. Eso ocurrió cuando suspendían contratos, congelaban vacantes, abrían retiros voluntarios y adelantaban vacaciones supuestamente para evitar los despidos masivos. Los sectores financiero, metalúrgico, siderúrgico y la cadena de valor agropecuaria eran los más perjudicados, diagnosticó el Hay Group.

Una encuesta, que abarcó 120 firmas líderes de SEL Consultores, con la dirección de Ernesto Kritz, demostró que si los empleadores generalizaran el 15% de recomposición salarial, cambiaría significativamente el criterio para determinarla: "Ya no sería la inflación pasada, sino la esperada para este año".

No obstante Hugo Moyano, el mandamás de la Confederación General del Trabajo (CGT), proclamó que no dejará de "reclamar" los haberes que corresponden con "absoluta responsabilidad", no sin dejar de publicitar que está convencido del actual modelo económico y social, al que calificó de "nacional y popular".

La CGT adhirió a la "Jornada continental de movilización frente a la crisis", convocada por la Central Sindical de los Trabajadores de América (CSA) con distintas acciones y solicitudes de reflexión a todos los actores sociales para que, "juntos, prioricemos el diálogo y la búsqueda de los consensos como herramienta necesaria para asegurar la protección del empleo" y propuso, además, que el "blindaje social" resguarde el poder adquisitivo del salario, los derechos laborales y la calidad de vida de los trabajadores y sus familias.

A su vez, la Confederación Sindical Internacional (CSI) sugirió al Grupo de los 20 (G 20), antes de su reciente reunión en Londres (Inglaterra), que adoptara un plan global para contrarrestar los efectos de la crisis y mantener los niveles de consumo y de empleo, para evitar que en los próximos meses los desempleados en el mundo lleguen a ser 200 millones.

De cualquier manera, Daniel Funes de Rioja, abogado laboralista de la Unión Industrial Argentina (UIA), consideró que las empresas del sector "necesitan políticas macro en favor de la actividad y, entre ellas, una política de salarios adecuada al momento de crisis" y recordó que esta última "ya se traduce en desempleo en Europa y los Estados Unidos, y también en Brasil".

Mientras tanto la CGT está dispuesta a pelear por un "aumento salarial digno", en el que "no hay ni piso ni techo", habrá negociaciones por sectores y no un "número guía" como el 19,5% aceptado el año pasado por Moyano para los camioneros y al que sumó adicionales. Últimamente, allí pensaron en el 30% para las empresas de servicios, industrias y grandes comercios.

La UIA aceptaría una pauta cercana a la inflación oficial del 8% al 10%, conforme se estableció en la ley de presupuesto 2009, pero el gobierno nacional, en su rol de mediador y para evitar la conflictividad, aceptaría al menos hasta después de las elecciones de junio un tope para el año del 15% y no elevaría los aportes a la seguridad social a cargo de las empresas.

El objetivo parecería ser mantener los niveles de actividad y empleo para que las firmas continúen generando trabajo y crecimiento, algo que se insiste exige responsabilidad y sensibilidad de empleadores y trabajadores.

La evolución de la distribución funcional del ingreso preparada por la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), sobre la base de los empleados que aportan al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), permitió determinar lo siguiente:

* Los salarios mensuales promedio durante el año pasado respecto del 2007 llegaron en el sector privado registrado a 2.713 pesos (+29,3%) y en el público a 3.331 (+27,2%). El más alto fue el de las explotaciones de petróleo, gas, carbón y uranio, donde alcanzó 10.758, y el más bajo en el ámbito agropecuario, con 1.130. Además se destacaron las subas para quienes se desempeñaban en la enseñanza privada, con el 35,5%, y la explotación de minas y canteras, 33,7%.

Las remuneraciones promedio mensuales más elevadas correspondieron a Santa Cruz, con 4.354, y Neuquén, Tierra del Fuego y Chubut, unos 3.700, y las más bajas a Tucumán, 1.592, y Santiago del Estero, 1.569.

* En el ámbito estatal nacional influyeron más los incrementos destinados a los empleados de universidades, con el 33,7%; organismos descentralizados, 32,4%, y empresas públicas, 21,7%, mientras en las provincias fueron del 31,2% y en los municipios del 29%. Los haberes más elevados del sector público fueron pagados por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncaa) y Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), con un promedio de 7.944 pesos.

* Efectuando la misma comparación, los puestos privados crecieron el 5,6%, con el 8,9% en minas y canteras y el 8,6% en el comercio.

En cuanto al índice de salarios, también del INDEC, en febrero de este año respecto de enero, aumentó el 1,03%, y en relación con el período base (octubre-diciembre del 2001), el 188,90%. Este dato estima la evolución de los pagados, aislando al indicador de variaciones sobre las horas trabajadas, el ausentismo, los premios por productividad y todo otro concepto asociado al desempeño o las características de individuos concretos. Incluso en febrero, en comparación con el período base, el sector privado tuvo un alza del 225,85%; el no registrado, 189,01% y el público, 126,86%.

La últi ma encuesta permanente de hogares (EPH), difundida por el INDEC el 17 del mes pasado, reflejó que los "asalariados sin descuento jubilatorio" -"en negro"- durante el último trimestre del año pasado representaron el 37,8%, o sea 1,5% más que en el período precedente, unas 300.000 personas aproximadamente, por lo que el total de no registrados ascendería a 4,5 millones -en el 2008 habrían obtenido una mejora remunerativa del 37,5%-, con lo cual se quebró la tendencia hacia la formalización del empleo de los últimos cuatro años, cuando esa tasa cayó casi 13 puntos.

Y si bien el empleo "en negro" en la mayoría de las regiones del país se mantuvo estable o con una leve suba, lo ocurrido se atribuyó a que creció casi el 3% en el Gran Buenos Aires y pasó del 34,7% al 37,6%. No obstante, las regiones noroeste, con el 45,3%, y nordeste, 44%, siguieron mostrado una mayor proporción de trabajo informal. A su vez, la Patagonia exhibió el 25,3%; la región pampeana, 36,1% y Cuyo, 39,9%.

 

Casi nadie cree en la tasa oficial de desocupación

Más allá de la veracidad de los datos, durante el cuarto trimestre del 2008 respecto de idéntico lapso del 2007, la desocupación en la Argentina bajó el 0,2% hasta el 7,3% de la población económicamente activa, según el INDEC. Idéntica comparación reflejó que la subocupación se mantuvo en 9,1%, o sea la misma proporción que en el cierre del 2007, y la actividad creció 0,4%, al 46%.

En el último registro de demanda laboral correspondiente a enero del 2009 se observó una caída del 42,2% en relación con igual mes del 2008, de acuerdo con el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.

"Es hora de comenzar a preocuparse por el empleo", planteó Juan Luis Bour, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). Advirtió que "en poco tiempo el 'efecto jazz' -como lo bautizó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner- se extenderá desde la producción a la ocupación, puesto que, aunque algunos lo ignoren, la demanda de trabajo se deriva de la demanda de productos y servicios. Cuando la actividad cae, el mercado laboral reacciona en forma rezagada sobre precios y cantidades, tanto demandados (por las empresas) como ofrecidos (por los individuos y familias). Se podrá ignorar y eventualmente ocultar el hecho por un tiempo, pero no sus consecuencias".

Para Carlos Tomada, ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, en el primer trimestre del año al menos 14.000 personas fueron suspendidas o despedidas como consecuencia de la crisis financiera internacional, pero en medios privados consideraron que fueron más. Para el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), el empleo en la actividad disminuyó en enero pasado un 12,7% contra igual mes del 2008 y el 4% frente a diciembre pasado.

El aumento en los precios de los combustibles, aplicado desde la última semana de marzo, no contribuirá a recuperar la actividad en las áreas productoras de petróleo sino que mantendría la situación predominante desde enero último, con el 30% de los trabajadores en sus casas, percibiendo sus salarios sin viandas, viáticos ni horas extras. 

Julián A. de Diego, asesor de empresas y docente de Derecho del Trabajo de la Universidad Católica Argentina (UCA), opinó que "mientras suspensiones, subsidios, procedimientos de crisis y medidas de emergencia comienzan a generar preocupación por su proyección en el tiempo, empezaron a producirse bajas a través de un paulatino 'goteo', algunos sindicatos piensan en reclamar una suma fija ya y aumentos diferidos para el segundo semestre".      

En marzo, en su primer mes de vida, el blanqueo laboral registró 96.000 empleos, aseguró Ricardo Echegaray, titular de la AFIP.

 

Miguel Ángel Fuks

miguelangelfuks@yahoo.com.ar



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