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Esta semana la City porteña se mostró optimista. Caminando por la transitada calle 25 de Mayo, a la altura de la Bolsa de Comercio, los operadores consideraban que la crisis bursátil internacional había quedado atrás y esto iba a contagiar al Merval.
El tema clave ahora son las elecciones. "Va a existir un antes y un después", resumía un operador mientras evaluaba la compra de un centenar de acciones del grupo IRSA. Para los agentes de bolsa es momento de volver a entrar a comprar acciones. Los bancos ofrecen en este sentido una cartera importante de opciones a través de los Fondos Comunes de Inversiones (FCI).
Algunos expertos asimismo sostienen que el Banco Central (BCRA) está optando por mantener la devaluación, aunque sea paulatina. Y es por eso, dicen, que decide no convalidar una suba en las tasas de interés. "Con sus jugadas, el BCRA revela que prefiere una devaluación, apuntando a recuperar competitividad y atenuar el shock externo como la fuerte caída de precios en commodities. Por eso vemos las tasas planchadas por lo menos hasta las elecciones de junio", explicó Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica al diario especializado en finanzas "El Cronista".
No obstante, lo cierto es que existe una abrumadora liquidez en el sistema.
Es así como hoy el negocio de los bancos en definitiva pasa por tomar depósitos al 11% -lo que está rindiendo en promedio un plazo fijo minorista- y colocarlos al BCRA al 13%, que es lo que rinden las Lebacs. La diferencia es toda ganancia. Y el riesgo es bajo.
Otro dato que muestra que la tasa de interés se mantendrá "planchada" es la caída que marcó el mercado de cheques de pago diferido (CPD). Según Compañía Inversora Bursátil, el volumen de operaciones crece al 30% interanual. Por otro lado, pese al contexto general de retracción del crédito y de aceleración en los niveles de devaluación del peso, se observó una nueva reducción en la tasa de descuento: se reduce 129 puntos básicos (12,9%), alcanzando un promedio ponderado del 18,7% contra los 31% que había tocado en marzo del año pasado.
Javier Lojo