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Sigue la fiesta del gasto
Preocupante: las erogaciones en el bimestre crecieron 27%. Los ingresos, sólo el 12%.

La caída de la recaudación en este primer bimestre del año complicó seriamente la caja del gobierno nacional. Los datos oficiales señalan que el superávit primario llegará de la mano de los aportes que realice la Anses.

El dato que se desprende de la publicación de la cuenta ahorro inversión del Sector Público Nacional (SPN) de febrero del corriente año es la fuerte caída observada en el superávit fiscal primario, que resultó un 49,5% inferior que en igual mes del año anterior. Si se considera el primer bimestre del año, la disminución no resulta menos espectacular: 45,1% interanual.

Al respecto, resulta relevante destacar dos elementos referidos al excedente fiscal observado: la explicación de su pronunciado descenso y el cambio rotundo y preocupante en su composición. En concreto, con la eliminación del subsistema privado de jubilaciones y los

efectos de la crisis internacional y los elementos locales sobre la actividad económica interna, se presenta ahora una Anses fortalecida a la par que una situación del Tesoro Nacional mucha más delicada, ante la fuerte desaceleración acaecida en sus ingresos tributarios.

La caída a la mitad del superávit primario del SPN en el primer bimestre del año se explica por un crecimiento muy superior del gasto primario (27,3%) que de los ingresos totales (12,8%). La desaceleración en los ingresos se debe al virtual estancamiento observado en los recursos tributarios. De hecho, en el consolidado enero-febrero cayeron un 4,1% en la comparación interanual. Estos guarismos son explicados por la desaceleración en la actividad económica y la caída del comercio internacional.

Considerando el lado de las erogaciones, se puede mencionar que las prestaciones de la seguridad social (+23,9), las transferencias corrientes (+22.6%) y las transferencias de capital (+25.2%) crecieron a menor ritmo que el gasto primario (+27.3%), al comparar el primer bimestre de este año con igual lapso del anterior. Lo opuesto sucedió con las erogaciones en remuneraciones (+41.7%) y con la inversión real directa (+75.4%), avanzando pronunciadamente por arriba del resto de los gastos.



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