La década del ’80 es la elegida para el nuevo Génesis. Y el número, 12.

Este grupo británico venía de transitar el rock sinfónico en la década del ’70 de la mano de Peter Gabriel.

Pero como en la vida todo tiene un precio, Génesis tenía que pagar el suyo. Entonces sólo tres integrantes quedaron de los cinco originales. Y no hacían falta más.

Phil Collins deja la batería para asumir el rol de frontman. Un enroque difícil. Porque nadie tenía en cuenta al batero petiso y barbudo de nariz aguileña que sólo cantaba algunos temas en aquella etapa.

Pero se transformaría en la bestia pop de los ’80, el dueño del giro sónico con el olfato suficiente para encajar en los gustos de las nuevas generaciones e hipnotizar a las masas.

Líder por naturaleza, creativo e inquieto, hizo de esta formación una de las mejores bandas de la historia de la música. Y del álbum “Génesis”, el inicio del éxito.

El 12° álbum de esta banda se llamó simplemente “Génesis” (1983) porque Phil Collins, Tony Banks y Mike Rutherford compusieron y arreglaron todas las canciones en forma colectiva cual mosqueteros musicales.

El disco arranca con “Mama” y una batería electrónica con sonido fechado en la década del ’80. El minimalismo hecho teclado, cortesía de Tony Banks. La guitarra de Mike Rutherford procesada y escondida en la mezcla final y la voz lijada de Phil Collins que cuenta la extraña relación entre un joven y una prostituta que transformaría a “Mama” en una señora canción.

Continúa con “That’s All”, un temazo destinado a rotar por todas las radios y dispuesto a deambular por tu cabeza gracias al sonido inconfundible del teclado.

Dos perlas como “Home by the sea” y “Second home by the sea” para no perder el vicio de la época sinfónica, con temas de más de seis minutos de duración.

Un irónico Phil Collins en “Illegal alien” criticando a la sociedad norteamericana y relatando un cuento verdaderamente triste.

Y “Taking it all too hard”, una balada auténticamente Génesis. Este otro Génesis. Ni mejor ni peor que aquél. Simplemente distinto.

Cada uno de los temas de esta versión 83 es una pequeña obra de arte. Son hits que resisten innumerables pasadas, cuentan con una contundencia en los arreglos absolutamente envidiable y proponen una concreción en la producción que demuestra que sabían adónde querían llegar. Y lo lograron.

Un gran disco de una de las mejores bandas en la historia de la música. Un Génesis apto para todo público.