Se están viviendo momentos delicados en materia de inversiones y ante este escenario aparecen oportunidades que en muchos casos pueden terminar en fiascos para los ahorristas que allí apuesten.Los préstamos contra garantía de documentos (cheques) representan una inversión habitual en un país como el nuestro, con alta inflación e inestabilidad económica. En los últimos días muchos ahorristas en la City porteña habían prestado dinero tomando como garantía un valor a futuro (cheque), pero al momento de cobrarlo la cuenta carecía de fondos y era rechazado.Un informe de la consultora Fidelitas asegura que la cantidad de cheques sin fondos se cuadruplicó durante enero pasado. El escenario es complejo. El número de cheques “rebotados” en el primer mes del año llegó a 372.309, lo que representa un aumento de nada menos que el 355% frente al mismo período del 2008. Sólo en el primer mes del año sumaron en conjunto unos 1.572 millones de pesos. Los datos preliminares muestran que durante febrero esta tendencia no cedió. Los cheques rebotados durante todo el mes pasado habrían totalizado la friolera de 3.000 millones de pesos, un 450% por encima del mismo mes del año pasado.En la región las cosas no están mejor. La cantidad de documentos que no pudieron ser cobrados –según datos privados– creció sensiblemente de la mano de la crisis que se observa en el segmento de empresas ligadas a los servicios petroleros. En Neuquén muchas “cuevas” ofrecían hasta hace poco importantes rendimientos contra cheques de empresas de “primera línea”. La rentabilidad era alta: un 30% anual en pesos para pequeños ahorristas. Sin embargo, los tiempos cambiaron y hoy varas de esas garantías están cayendo porque esas empresas de “primera línea” carecen de fondos para afrontar sus compromisos.Ser conservador, en este escenario, es lo más prudente a la hora de jugar con los ahorros.
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