En la semana, empresarios de la CAFI se reunieron para ser informados por el cierre de la frontera mexicana y el viaje que este fin de semana realizarán técnicos y funcionarios del Senasa a la capital azteca en procura de destrabar el conflicto. Según trascendió, los conceptos vertidos contra el Senasa fueron durísimos: se cuestionó el accionar de la regional sanitaria en relación con el manejo del protocolo con México. "Teníamos entendido que el Senasa estaba para abrir las fronteras a nuestra oferta exportable, no para cerrarlas", aseguró indignado uno de los presentes. Se supo asimismo que pedirán formalmente a las autoridades nacionales que "se corra" a los responsables del cierre de la frontera que le está costando millones de dólares a la actividad.

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Una amplia sonrisa se vio en las caras de los exportadores cuando sobre el cierre del jueves la moneda europea perforó en el mercado el techo de los cinco pesos por unidad. La devaluación que estaban pidiendo los exportadores se está dando, no al ritmo que ellos exigen pero con una tendencia clara y definida. "La crisis que se viene ahora es con el campo. Todos apuestan a que se agrave por los nuevos anuncios del Ejecutivo, y este escenario volverá a presionar sobre el dólar. Esto ayudará a la fruticultura", opinó un operador del mercado. La devaluación del peso y el fortalecimiento del euro conforman un cóctel que ayuda al sector exportador a licuar costos internos, hoy muy elevados para muchos.