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Seis diseñadoras neuquinas –nacidas o radicadas– encontraron un espacio para sus prendas y accesorios. Un paseo por el lugar, sus historias y sus proyectos
Cristina Salinas, Michimos
Sin estridencias pero buscando resaltar la figura femenina, Cristina ofrece una línea de polleras, vestidos y pantalones a la que agregará tejidos para la recién llegada temporada otoño-invierno.“Tengo una línea de ropa que no tiene muchos detalles pero que a la vez busca resaltar algunas partes del cuerpo o disimular algunas otras, que es lo que muchas clientas me piden. No es que sea una línea muy ‘extravagante’ sino que dentro de la sencillez trato de que sea llamativa”, intenta definir la diseñadora.Nació en Buenos Aires y llegó a la capital neuquina hace sólo un año. Había estudiado diseño y al llegar a aquí comenzó a trabajar para conocidas formando una cadena de clientas que llegaban gracias al bendito “boca a boca”.“Después, los mismos clientes míos que se enteraron de este local empezaron a preguntar si no tenían ropa mía. La propietaria del negocio no me conocía, así que les mandó a decir que pasara. Pasé, empecé a traer ropa y empezó a salir. Está muy bueno porque a raíz de eso es como que te empezás a hacer conocer, empiezan a conocer el logo y empiezan a pedir”, dice.“Para diseñar –continúa– elijo las telas y a raíz de ellas empiezo a crear. No tengo algo pensado sino que elijo las texturas y me encanta imaginar a medida que voy cortando; no dibujo nada, estoy cortando y voy armando en la misma tela la prenda hasta que obtengo el resultado”.Además, hoy ya tiene otra línea también de su producción a la que llamó MOS y en la que ofrece diseños más clásicos. Dice que en MICHIMOS “ninguna prenda es igual a la otra; a veces un modelo de un vestido lo podés encontrar en dos colores pero la base es la misma y el detalle es diferente. Las hago todas yo, tengo todas las máquinas, me interesa que tengan una buena terminación, que el producto sea bueno”.
La gestoría de "ETICA"
Con un nuevo concepto en moda, que implica mucho más que una imagen, Virginia Habegger abrió en Neuquén su boutique. La llamó “Ética” y buscó eso: ropa de diseño independiente, elaborada sin explotación laboral. “Leí un artículo sobre la moda ética y me pareció interesante el uso de materiales renovables, una industria de la moda pero no agresiva ni con las personas ni con el medio ambiente; que se promovieran la creatividad, la vanguardia, las nuevas técnicas de trabajo, el reciclado de materiales, propuestas alternativas a lo industrial, a lo que explota, a los talleres clandestinos. Es una alternativa a lo masificado, a las marcas en las que pagás una fortuna sólo por una etiqueta”.Primero buscó diseñadores independientes en las calles de Buenos Aires. Pero cuando el negocio estuvo abierto comenzaron a llegar creadoras locales. “Al final estoy trabajando mucho más con las diseñadoras independientes que empezaron a brotar que con la ropa de Buenos Aires”, rescata.Ética está en Roca 208 de Neuquén.Mail: vhabegger@ciudad.com.ar
Liliana Menendez, LM
“La joyería moderna se inspira en la joyería clásica, desde ya, pero a diferencia de ella utiliza cualquier material en su realización”, explica Liliana Menéndez al comenzar su participación.Ella se jubiló de docente en el área de expresión plástica y hace cinco años comenzó a incursionar en el mundo de las joyas, haciendo cursos y animándose a ofrecer sus diseños. “Estuve con distintos docentes acá en la provincia de Neuquén; ahora estoy estudiando en Paso Córdoba y estoy fascinada porque me meto en mi mundo. Además, como complemento de la moda es espectacular”, grafica. Las técnicas que pueden utilizarse son cientos, al igual que los materiales. Cristales de anteojos tratados con un soplete o casamiento de distintos metales, a veces trabajados con ácidos, son algunas de las propuestas de la marca que combina formas modernas con un exquisito gusto. “Hago todo yo, desde el diseño hasta las terminaciones. Generalmente comienzo con un diseño dibujado, a veces llega a buen término y otras veces el material me inspira otras cosas y lo transformo. Vivo viendo canales de moda para ver lo nuevo. Se usa todo grande, enorme, exuberante. En lo que es joyería conceptual, a veces ves cosas que no podés usar. Yo trato de adaptarlo a lo que es la mujer actual, por la comercialización factible”.Liliana anuncia: “En invierno va a seguir esto de usar accesorios grandes y se agrega lo que son broches para agarrar pashminas o chales”.
Daniela Penesse, D Penesse
Los diseños de Daniela Penesse son simples en cuestión de forma pero impactantes. Sus polleras con dibujos de mujeres y colores fuertes aparecen como un cuadro en quien las usa. “Yo soy artista plástica y después quise como darle un cambio de rumbo a la pintura, hacerla como transportable –explica ella–. Veo en la ropa un cuadro en movimiento. No soy una diseñadora de modelos sino que son simplemente las polleras o las carteras que intervengo en mi historia”.Daniela estudió Artes Plásticas en el Instituto Universitario Patagónico de Artes de Roca. “Después salió con mi hermana la idea de hacer carteras y después las polleras, que son más amplias. La ropa tiene otra salida. Por ahí vender un cuadro en el mundo en el que estamos es más complicado. La idea es entonces afianzar eso de poder vivir del arte y de lo que me gusta y ver opciones para no quedarme solamente en el cuadrado”.Define sus polleras como de “corte orgánico”, sin talles y súper ponibles.
Marcela San Martín, MSM
Lo que más me identifica es que todos los detalles los hago con telas. La semana pasada estuve representando a la provincia de Neuquén en un desfile de diseño argentino que se realizó en Córdoba. Ahí pedían que las texturas o ropa tenían que tener algo que representara a la zona en la que vivíamos e hice todos los detalles con los hilos con los que atan los frutales. Siempre los detalles los hago con esos hilos o con las mismas telas, agregando flores o cosas así", explica.
Su marca tiene vestidos, remeras, enteritos, babuchas y saquitos. "Uso mucho modal, pero ahora quiero incorporar otro tipo de telas -explica Paulina a la vez que continúa-, vengo mentalizada de trabajar en fábrica, tengo que vivir de esto y para eso tengo que hacer algo que sea comercial, no puede ser algo que se lo ponga una sola persona; les tiene que gustar a todos. Me guío por los colores que están de moda y hago mis propias combinaciones, pero estoy acostumbrada a trabajar de esa manera y porque tengo que vivir de esto en algún momento. Mi idea es poder llegar a crecer y poderme manejar así".
Tatiana Asselborn, Nunca digas
"Estoy experimentando con prendas o formas básicas pero jugando con las telas, con distintas texturas. Ahora tengo vestiditos y algunas remeras. Pruebo con distintas telas, que tengan caída, que sean suaves, con estampados".
Con sólo 20 años Tatiana Asselborn está haciendo la tesis de la carrera de Diseño de Indumentaria que estudió mientras realizaba la tecnicatura en Auxiliar en Producción Indumentaria.
A la vez, hace un año se animó a realizar sus propios diseños y a presentarlos en ferias locales. Así, luego de ver por la tele la propuesta de la tienda, llegó a la puerta de "Ética" y ofreció sus modelos.
"Está bueno porque creo que es el único local que le da un apoyo a las que están recién empezando. Es súper caro poner un local y entonces está bueno tener un espacio donde te vayas haciendo conocida, donde la gente pasa y sabe que somos chicas de acá las diseñadoras", destaca la joven.
En cuanto a sus diseños es clara: "No me interesa tanto hacer lo que se usa, lo que está de moda y usar esos colores. Por ahí sí tengo que tener en cuenta que cuando vas a comprar telas se trabajan por una tendencia, entonces, quieras o no, en un punto estás comprando lo que se usa. Si la tendencia es el violeta, en algún punto lo seguís pero tampoco me interesa hacer cosas que, por las telas, por los cortes o por las formas, se puedan estar usando ahora. Por ahora no estoy buscando eso sino que estoy tratando de trabajar distintas telas e ir experimentando para ver qué me gusta a mí para más adelante, en qué es lo que me siento más cómoda".
TENDENCIA
En este 2009 está permitido todo lo que muestre y realce la figura femenina.
• Vuelven los aires de los años '50, bien sexies, con polleras a la cintura y la parte superior bien entallada; los años '70, románticos, y los '80, con cuero y bien descontracturados.
• Sobre los abrigos, más bien largos, se sobrepondrá un cinturón que marque la cintura. Un detalle de feminidad.
• Mucho tejido y más tejido. Si tiene una impresión artesanal, mucho mejor.
• Los colores: azul y sus derivados, verde, naranja, amarillo, blanco, negro y dorado.
• La ropa con flores y rayas de todos los tamaños, tanto en blusas como remeras y pantalones, básicamente para las más jóvenes.
• Las telas: lino y gabardina durante el día; raso, satén, seda y modal.
• Accesorios: pulseras de todos los tamaños y formas, con cadenas, de colores fuertes y brillantes. Collares con predominio de grandes tamaños, con piedras de colores, formas de corazones, animales y geométricas. Piedras semipreciosas: topacios, cuarzos y amatistas.
• Las carteronas siguen de moda.