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Bulbos de primavera
Se plantan entre marzo y abril, para florecer desde julio hasta octubre.
Como bulbos generalmente englobamos a las plantas que se reproducen por órganos carnosos desarrollados bajo tierra. Pero es preciso distinguir los diferentes órganos. Las bulbáceas de floración primaveral necesitan del frío para desarrollar su parte subterránea, y una vez que tienen estas raíces bien formadas se incentiva el crecimiento de flores y hojas, que en los bulbos verdaderos están ya formadas o proyectadas en su interior.  BulbosÓrgano de reproducción que posee un tallo corto engrosado y contiene el esbozo de la futura planta, protegida por capas de escamas (catáfilas) que contienen elementos de reserva (tulipán, jacinto). TubérculosTallos subterráneos engrosados que en lugar de una sola yema pueden poseer varias, llamadas “ojos”, lo que los diferencia de los bulbos (dalia, papa). Garras o dedosPequeños tubérculos unidos en un solo conjunto, por lo general con yemas individuales en ese punto de unión. Dejar en remojo 24 horas antes de plantar. (ejemplo, marimoña). CormosÓrganos de multiplicación que se venden secos como una pasa de uva grande. Deben ser remojados 24 horas antes, para que se hidraten (anémonas)  RIZOMASTallos subterráneos extendidos que cada tanto tienen grupos de raíces y crecen en forma horizontal. De cada sección de raíces sale una nueva planta (lirios). DIENTESBulbos múltiples, formados por muchas cabezas recubiertas por una delgada tela (ajo y ajo ornamental).1Se plantan entre marzo y abril, para florecer desde julio hasta octubre. 1) jardín de bulbosSabiendo los cuidados especiales para cada uno, diferentes tipos de bulbos en tierra dan un exquisito colorido en el jardín. 2) rareza armónicaLa Fritillaria imperialis prefiere el exterior como flores solitarias o en pequeños grupos. 3) quien pega primero...El tamaño de cada papa tendrá estrecha relación con el resultado.2Teodorico Hildebrandteljardin@rionegro.com.ara alternan días calurosos con noches bien frescas, señal de que lentamente entramos en el cambio del verano por el otoño, que en nuestra Norpatagonia tiene “ese no sé qué” que lo hace tan hermoso. O acaso no es incomparable el dorado de los álamos en las chacras y el amarillo intenso de los fresnos en las ciudades, matizado con el enrojecimiento de vides y perales.Todo eso nos regala la naturaleza en forma gratuita, pero además también es momento de comenzar a pensar en cómo preparar el jardín para la primavera.Para tener tiempo de elegir con tranquilidad por precio y calidad, es conveniente que nos pongamos en campaña desde ahora.A la hora de elegir, vale el dicho de “quien pega primero, pega dos veces”, porque el tamaño de cada “papa” está en estrecha relación con el tamaño de la flor.Si tuvimos la precaución de guardar los que han florecido el año pasado podemos comenzar a plantarlos ya. Para eso debemos separarlos por tamaño. Los bulbos grandes van a los canteros y borduras, en tanto que las “semillas” (bulbillos o hijuelos) se siembran en sitios menos a la vista para “engordarlos” para el otoño que viene.Es interesante saber que el bulbo que usted planta ahora dará origen a la planta y a la emisión de la o las varas florales, luego de lo cual se consume por completo y se formará uno nuevo, que es el que asegura la próxima temporada. Del cuidado que usted le brinde después de la floración dependerá que sea capaz de almacenar suficiente energía en forma de alimentos (almidones), o sea que sea de buen tamaño. DÓNDE PLANTAR Lo importante ahora es ir pensando el lugar que se les destinará en el jardín. Todas tienen en común la necesidad de suelos bien drenados y buena iluminación. El encharcamiento de agua produce su putrefacción y la falta de luz hará que crezcan raquíticos y si bien pueden florecer por las reservas alimenticias que tienen lo harán con poca intensidad, tallos largos y frágiles y no acumularán reservas para la próxima temporada, por lo que por lo general se pierden totalmente.El lugar ideal es aquel que tiene un reparo de sombra al mediodía en la época de floración (agosto, setiembre y octubre, según la especie). Lo ideal es un árbol de hoja caduca que les brinde sombra al mediodía, aunque también pueden soportar el pleno sol. EL SUELO, FUNDAMENTAL El mejor suelo es el arenoso y permeable. Si no lo tuviera, deberá cavar unos 50 centímetros el cantero, agregar una capa de 5 centímetros de pedregullo fino y otra similar de arena de construcción y sobre ellas la tierra, cada capa separada con papel, para evitar que se mezclen.Lo ideal es que la última capa -la fértil-, sea arenosa y sobre ella agregar unos 10 centímetros de guano descompuesto o compost maduro. Es aconsejable cubrir todo con un mulch de hojas.Si no los va a plantar enseguida (tiene tiempo hasta abril), colóquelos en heladera o en bolsas de malla colgadas en lugar seco y oscuro, si es por pocos días o semanas. Si nota que comienzan a brotar plante enseguida.Las distancias de plantación varían según cada especie. Las pequeñas como los crocus (que florecen muy temprano) y las fresias pueden ser colocadas cada cinco centímetros y el resto, que son más grandes, entre 10 centímetros los jacintos y marimoñas a 20 centímetros los narcisos y tulipanes... pero eso usted lo puede variar de acuerdo al “toque” personal que le quiera dar al cantero.Una idea de profundidad de plantación: Como regla general se recomienda tres veces su altura, contado desde la punta del bulbo.

 



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