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“Caza de gitanos” en Hungría

De la mano de la crisis se han incrementado el discurso racista y la actividad de grupos de ultraderecha que han golpeado y atacado casas de varias familias de esta minoría étnica.

TATARSZENTGYÖRGY , Hungría.- El último ataque a una familia gitana conmocionó a Hungría: un padre de familia de 27 años y su hijo de cuatro fueron asesinados a sangre fría. Previamente los atacantes incendiaron la casa de la familia –que dormía– con bombas molotov. Otro niño resultó herido. Escenario del hecho fue el pueblo de Tatarszentgyörgy, unos 50 kilómetros al sureste de Budapest. El año anterior se registraron en Hungría 16 ataques contra casas y poblaciones de los gitanos, que dejaron cuatro muertos. El defensor de Minorías, Ernö Kallai, exigió en el Parlamento un “plan de paz étnico” con el fin de detener el discurso racista y la violencia contra medio millón de gitanos en Hungría. En la población gitana de Tatarszentgyörgy, de 2.000 habitantes, reinan la conmoción y la amargura. “Los mataron como si se tratara de una batida”, dijo Csaba Csorba, padre del hombre muerto. Los atacantes aparentemente esperaban que la gente saliera huyendo de la casa en llamas para luego dispararle con escopetas. Los gitanos del lugar también están indignados porque poco después del hecho la policía sólo investigaba por “incendio accidental”. “Querían ocultarlo”, señaló Csorba, que vivía muy cerca de su hijo muerto, Robert. La policía sólo comenzó a indagar por asesinato tras la intervención de importantes políticos gitanos de Budapest. Los rastros de sangre aún se ven en la nieve. El lugar del crimen no fue acordonado por la policía. Sobre un neumático clavado en la tierra alguien colocó restos de tela con olor a combustible que podrían ser de las bombas incendiarias. En la casa completamente quemada se amontonan las cosas de una familia que vive más bien en la pobreza. Csorba aseguró que su hijo, como la mayoría de los gitanos del lugar, vivía de trabajos ocasionales y ayuda familiar. Insistió en que no estaba endeudado con supuestos prestamistas. Los gitanos residentes, los políticos gitanos y la alcaldesa del pueblo, Maria Berente, creen por eso que hay un trasfondo racista. “Entre los gitanos y los otros hay tensión, pero nunca habría llegado a estos extremos”, declaró Berente. “Los responsables vinieron de afuera”.Los conflictos locales se deben a las formas de vida, la ayuda social y la delincuencia ocasional, así como a las respectivas culpabilizaciones generales. Sin embargo, según representantes gitanos, el clima fue envenenado por la Guardia Húngara, una agrupación de ultraderecha fundada hace un año y medio. Denuncian que sus marchas a nivel nacional contra la supuesta “criminalidad gitana” hicieron “aceptable” la agresión contra gitanos. Los ultraderechistas marchan en uniformes que recuerdan a los fascistas de la Segunda Guerra Mundial. La Guardia realizó su primera marcha en diciembre del 2007 en Tatarszentgyörgy. 

Denuncian que la “Guardia Húngara” exacerba las tensiones entre grupos étnicos.



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