Lanús facturó de entrada y Boca no le encontró la vuelta.

Un gol madrugador le permitió a Lanús afirmarse, manejar buena parte del encuentro y, aunque no le sobró nada, lograr una festejada victoria por 1-0 frente a un Boca sin ideas.

El equipo de Luis Zubeldía impuso una superioridad notoria en el primer tiempo y después perdió la pelota durante algunos pasajes, pero su victoria pocas veces peligró porque enfrentó a un rival errático, impotente y sin claridad.

Lanús gestó su primera llegada a los 3 a través de una pelota muy bien jugada por Ramírez, quien abrió a la derecha para Ledesma. El lateral recibió con mucho espacio, cruzó el balón al medio y Salvio a la carrera sacó un derechazo bajo al palo izquierdo que dejó parado a Abbondanzieri. Bien temprano, la jugada del partido.

Después, al claro dominio del local le faltó mayor frecuencia de llegada, aunque estuvo a punto de aumentar sobre los 13 cuando Valeri estrelló un derechazo en el palo.

El equipo de Ischia trató de ser prolijo en el traslado, movió el balón por los laterales, pero le costó encontrar profundidad porque Gracián apareció muy poco y además, al no contar con un centrodelantero definido, careció de presencia en el área.

Con Ibarra y Vargas como mejores exponentes, el "Xeneize" fue a rescatar el empate, pero fue imposible. Entraron Nicolás Gaitán y Martín Palermo, y más tarde Lucas Viatri, por un

Palacio que está a años luz de lo que supo ser, y Boca terminó jugando con dos nueves cuando había empezado sin ninguno. Y nada cambió.

La mejor llegada se vio a los 32 cuando Viatri, en posición adelantada no sancionada, quedó frente a Bossio, pero con poco espacio, y su remate fue rechazado por el arquero. Palermo tuvo un solo cabezazo y se fue desviado.

Y Lanús, que no atacó mucho en la parte final, se fue celebrando un triunfo apretado, pero indiscutible, que lo sostiene como uno de los grandes favoritos a pelear por el título en este Clausura.

¿Boca? Muy flojo y con un dibujo que de 5 defensores inédito, que no le dio resultado y le hizo perder su segundo juego al hilo.