¿Cómo se puede cambiar este escenario?

Primero, debe existir un programa educativo realista. Una vez definido, tienen que aparecer los fondos necesarios para poder ejecutarlo. En educación, hoy se hace todo al revés: se exigen los fondos para después aplicarlos en forma anárquica "tapando los agujeros" que va presentando el sistema.

"Vamos corriendo detrás de los incendios", comentó una alta fuente del Consejo Provincial de Educación (CPE) del Neuquén al ser consultada por este tema.

Dentro de este "programa realista" se debe tener en cuenta la tarea social que se asignó en los últimos años a la escuela a través de un rol en tal magnitud preponderante que desbalanceó el objetivo primordial de transmitir conocimientos y convirtió a gran parte del sistema en un centro de asistencialismo que en la actualidad es sostenido con los mismos recursos que salen de Educación.

Política salarial

Un reciente informe elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación detalla que en los últimos cuatro años la política salarial docente mostró una trayectoria de significativa expansión, reflejando la confluencia de dos factores clave: la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo, que explicitó entre otras medidas la necesidad de recomponer los salarios docentes, y la performance de la economía argentina, que tuvo un crecimiento sostenido a partir del 2003 y permitió contar con los recursos necesarios para poder otorgar estos aumentos.

Las diferencias entre las provincias son significativas. Los principales aumentos de salarios se observaron a nivel país en el período 2005-2008.

Las estadísticas muestran claramente cómo fue la evolución en cada distrito (ver infografía a pie de página). Allí se detalla que Río Negro fue la provincia que menores aumentos en promedio otorgó a sus docentes en el período mencionado. Neuquén, por su parte, se mantuvo cerca de los niveles promedios nacionales, con subas del orden del 103%.

Son muchas las diferencias que existen entre las distintas provincias, en especial en lo que se refiere a la política salarial aplicada y a los gastos destinados al sistema.

Las diferencias

Considerando los valores más significativos entre Río Negro y Neuquén se puede arribar al siguiente resumen comparativo entre ambas provincias.

? En el 2008 Río Negro orientó en todo concepto al sistema educativo 808 millones de pesos. La administración Sapag destinó para su provincia cerca de 1.450 millones de pesos, es decir, un 80% más.

? El gasto promedio por alumno en el 2008 fue un 41% mayor en Neuquén que en Río Negro.

? El salario de bolsillo de un maestro de grado de jornada simple es un 39% superior en Neuquén que en Río Negro.

? Idéntica tendencia se observa en el cargo de director de primaria: aquí la diferencia se amplía al 65%.

? En lo que respecta al Nivel Medio, lo que un docente percibe por la hora cátedra -de bolsillo- en Neuquén alcanza los 119 pesos, contra los 81 pesos que cobra un rionegrino. En este caso la brecha se ubica en el 47%.

? En el cargo de director de Nivel Medio se comprueba la misma diferencia: en Neuquén se gana un 50% más que en Río Negro.

? La relación porcentual entre masa salarial y gastos totales en el sistema también favorece a Neuquén, aunque esto no es un dato positivo para la administración Sapag ya que pocos son los fondos que se destinan para sostener la infraestructura.

Todos estos datos muestran, en definitiva, las significativas diferencias que existen entre una y otra provincia en materia de política salarial. Pero esto no quiere decir que la calidad educativa en Neuquén sea mejor que en Río Negro. Por el contrario, existen muchos informes a nivel nacional que dan cuenta de lo contrario.

La administración Saiz se encuentra bajo constante presión de los sindicatos ligados a la educación por este escenario.

Neuquén, que cuenta con un presupuesto provincial casi un 50% mayor que el de Río Negro producto de los importantes ingresos que obtiene por regalías, puede soportar aumentos como los que señala este informe. Río Negro, con recursos mucho más limitados, debe dosificar los que anualmente destina a educación.