Para prolongar el uso de la piscina durante más tiempo -hasta inclusive en invierno- existen alternativas aún cuando no se previó esto desde el mismo proyecto de la alberca. Techados acristalados y metálicos, cobertores desmontables, climatización del agua por medios tradicionales o por energías renovables están dentro de las posibilidades que permitirán disfrutar más allá del mismo verano de los beneficios de la pileta. De hecho, no hay ninguna razón para dejar de usar la pileta durante el invierno. Los especialistas en la materia aseguran que las adaptaciones se pueden conseguir perfectamente con unas pocas modificaciones en la pileta y su equipamiento. Los cerramientos para piscinas transforman a la misma en utilizable todo el año, brindando un clima agradable, además de que garantizan una máxima durabilidad según el tipo y modelo que se elija. En el caso de los techos plegables hay diseños que permiten que se superpongan los paños según los tramos que diseñara el arquitecto con un especialista en el tema. Pueden ser de vidrio o policarbonato, con estructura de aluminio anodinado y se desplazan los paños corredizos sobre rieles en el piso. Esta apertura puede inclusive estar automatizada. Por su parte los cobertores son desmontables y producen efecto invernadero (manteniendo la temperatura del agua y ahorrando productos químicos). Los natatorios sin cobertores pierden energía de muchas maneras, pero la evaporación es sin duda la más importante. Colocando los cobertores se aumenta un 10% la temperatura del agua. Adicionalmente en el caso de las cubiertas para piletas se logra un gran ahorro de dinero al evitar la evaporación del agua y de los productos químicos de mantenimiento y, en la mayoría de los casos, elimina la necesidad de usar equipos de deshumidificación. Los techos para piscinas se adaptan a la silueta de la misma. Según afirman los técnicos en la materia, las piscinas climatizadas rinden un noventa por ciento más en su uso. Una cifra nada despreciable al momento de evaluar una mejora en la misma. EL BUEN MANTENIMIENTO Aunque no se la use, mantener en buenas condiciones la pileta durante el invierno es un hábito útil para facilitar el reacondicionamiento previo al verano. En esta época, para un buen cuidado, los especialistas recomiendan dos pasos clave: colocarle cloro una vez por semana y poner en funcionamiento el filtro todos los días. De esta manera, se logra la purificación y además se previenen accidentes, ya que el agua permanece limpia y es posible ver con claridad el fondo. Es importarte limpiar el filtro de la pileta (lavarle las arenas una vez por semana, luego del limpiafondo común o automático) y cada dos años hacer un service completo del filtro. Para una limpieza más profunda se recomienda el hidrolavado de piletas, es decir, una limpieza previa al llenado de agua o a la aplicación de pintura, eliminando todo tipo de residuos, mayormente moho, hongos y pintura descascarada. Consiste en la aplicación de agua a una presión mínima de 150 bar (unidad de medida de la presión del agua) y temperatura de hasta 120º. Se realiza con la pileta vacía y de ser necesario, se aplica previamente un químico acorde al tipo de superficie y suciedad. Para las piletas que no son climatizadas, en el invierno, el mantenimiento resulta bastante sencillo, dado que las bajas temperaturas permiten reducir tanto las dosis de productos a utilizar como la frecuencia con que se hace. Lo ideal es colocar una boya con pastillas de cloro, que duran aproximadamente dos semanas. Y en cada recambio se puede verificar el PH del agua. También para quienes quieren minimizar el contenido de cloro en la pileta, hay productos que en invierno pueden durar hasta dos meses, lo que permite una reducción aproximada del 75 por ciento de las dosis de pastillas o cloro. La frecuencia de la limpieza del fondo dependerá de las características del ambiente donde esté situada (hojas, polvo). Para facilitar este trabajo, una buena opción son los limpiafondos automáticos, capaces de cepillar y aspirar, inclusive trepando las paredes. FEBO ASOMA Otra opción para calentar el agua de la pileta es a través de paneles solares. Son totalmente ecológicos, se realiza una inversión una sola vez y a través de estos paneles con capilares muy finos instalados en la zona de la casa que más convenga habrá agua caliente en la pileta durante todo el año en forma gratuita. Para los especialistas en la materia se trata de una instalación muy simple, ya que con solo un cálculo matemático se obtiene la cantidad de paneles que se colocarán. Y en un circuito cerrado de agua desde la pileta a los paneles, el agua se trasladará hasta obtener la temperatura requerida según el uso que se le vaya a dar a la piscina. EVITAR EL SHOCK TÉRMICO Para calefaccionar una piscina hay que llevar la temperatura del agua a niveles agradables de permanencia. Muchas veces ocurre que la temperatura ambiente es altísima, pero el agua de la pileta está helada. Es más habitual de lo que parece que se sufra un shock térmico que implica zambullirse en aguas con temperatura de entre 17 y 21 grados centígrados, y con temperatura ambiente entre 35 y 38 grados. Para estos casos, afortunadamente, se cuenta en la actualidad con climatizadores compactos (calderas y calefactores) para piscinas que calefaccionan el agua llevándolas a temperaturas de 38 a 42 grados centígrados. Es bueno saber que una temperatura agradable para estar depende de la actividad que se realice. Para nadar los especialistas aseguran que lo conveniente es alrededor de los veintiocho grados centígrados y para otras más pasivas la temperatura aumenta, por eso, estos calefactores pueden llevar el agua hasta los 42 grados centígrados. Estos artefactos modernos y de última generación poseen encendido electrónico, con panel digital de monitoreo de temperatura y display de fallas incorporado. Esto hace que la operación del calefactor sea sumamente sencilla. NO A LAS PÉRDIDAS DE CALOR Para usar la pileta cuando hace frío, el agua se debe mantener caliente, haciéndola circular al menos dos veces al día a fin de mantener la temperatura deseada. El equipamiento de la pileta correspondiente al tratamiento químico, circulación y filtración tiene que estar instalado en un local cubierto, calefaccionado y bien ventilado. El calefactor de la pileta tiene que estar ajustado preferentemente para mantener la temperatura y emplazado lo más cerca posible de la misma. Si no está en uso el natatorio se recomienda cubrirlo inmediatamente con una manta isotérmica ó también llamada cubierta de invierno (que se menciona en nota aparte) para piletas a fin de impedir pérdidas innecesarias de calor.En nuestro país, en forma tradicional, siempre se utilizó una caldera, siendo la mas recomendada la de calor indirecta. En estas la llama de calor no da directamente sobre la serpentina donde circula el agua con productos químicos. Dependiendo las toneladas de agua que posee el natatorio será la cantidad de k/cal que deberá poseer dicho climatizador. CLIMATIZADOR Y MANTA TÉRMICA Un buen calefactor deberá tener protección para la intemperie, quemadores de acero inoxidable de alta resistencia y aptos para butano, metano y propano y un intercambiador de calor de aleación reforzada de cobre contra corrección. Previamente habrá que conocer el consumo de gas de cada marca, ya que esto redundará en la economía del uso posterior, siendo los mejores rendimientos los que se ubican entre el 81 y 84 por ciento. Si se decidió colocar el climatizador, para que el mismo rinda mas aún, resulta imprescindible colocar una manta térmica. La misma consiste en una cubierta para la piscina, con una cámara de aire, que ayuda a que el agua no pierda el calor adquirido. Esta manta también se coloca en piscinas sin calefactor, ya que el agua solo aumenta de temperatura mientras le da el sol. Por último, si se tiene pensado instalar este tipo de equipo hay que pensar que ahora más que nunca se debe controlar el pH del agua. Asi que el kit de prueba de nivel de PH será muy importante para no perjudicar el climatizador porque la concentración de minerales en el agua de la piscina aumenta.
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