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El conflicto por la tierra

Antes de llegar a la caminera de Senillosa un grupo de productores se resguarda bajo la sombra de unos árboles. A la vera de la ruta mantienen el acceso a sus propiedades con vallas y hacen guardia para cuidar de ellas.

Hace una década, productores llegaron al lugar tentados por un aviso publicado en la prensa que decía que se podía adquirir parcelas fiscales para cultivar. Hace cuatro meses -cuentan- una camioneta intentó ingresar a varias propiedades para ocuparlas.

Una veintena de vecinos, pobladores rurales de Colonia San Francisco Oeste (Senillosa), espera una respuesta de las autoridades para dar una solución definitiva al conflicto por la tierra que se mantiene sin cambios en este punto de la provincia del Neuquén. Por ahora están solos defendiendo sus propiedades y los únicos que se acercaron a conocer la situación fueron el Dr. Rivas, titular de Derechos Humanos; la policía lugareña, que les pidió desalojar el área, y Luis Vargas, de la cartera de Producción del Municipio de Senillosa.

Mabel Jones, presidenta de la Asociación de Fomento Rural, explica la situación: "Hablo en nombre de los pobladores rurales de este lugar. Me advierten desde hace meses de la inminente llegada de gente que quiere hacer 'tomas' en este lugar. Saben por Tierras que hay lugares disponibles o tierras en conflicto y vienen a querer avanzar sobre nuestra tierra. Hasta hace unos días esas amenazas fueron constantes, pero hace dos días se produjo un intento concreto. Vino gente a recorrer nuestras parcelas con una topadora para hacer un camino alternativo e ingresar, porque les negamos el paso".

Según el Copade, esta tierra es improductiva. Pero la gente que sabe trabajarla ha comprobado que no hay tierra improductiva. Es cierto que aquí hay un arcillal importante, pero lo que es fruta fina se da muy bien (muestran duraznos y manzanas del lugar) y algunos cuentan que trabajan con lumbricompuesto que fabrican en el lugar, lo que desmentiría el destino de tierra yerma de Colonia San Francisco Oeste.

Cuenta Jones: "Vino un señor llamado Adrián Aguerre, ocupante del lugar que nunca hizo nada en su propiedad, acompañado por un señor Antonio Gómez y otro hombre; recorrieron los lotes y me amenazaron con una barreta. Hicimos una reunión con 50 vecinos, elaboramos un acta para denunciar esta situación intimidatoria y para pedir que se regularizara nuestra situación, puesto que hay un señor que se arroga la propiedad de la mayor fracción y pide 8 millones de dólares por ella. Nos asesoramos con un grupo de abogados que averiguaron que ese supuesto dueño es una sociedad anónima fantasma que entró en un plan de forestación y no sólo nunca forestó sino que su objetivo sería la especulación inmobiliaria, según dice en su página de internet".

Los vecinos tienen un convenio marco firmado por el intendente Farías luego de que adquirieran la tierra. El intendente propiciaba la llegada de productores al lugar con la condición de que hicieran casas de material. No tienen agua ni luz, bombean del canal con un motor que insume unos 600 pesos mensuales de combustible y permite regar los huertos. "Varios de los productores ingresamos por un programa que tenía el municipio de Senillosa, a cargo del señor Carillo, para producir horticultura. Prometieron mejoras que nunca hicieron y nos asignaron la tierra; desde entonces luchamos solos. Pero ahora, para poder seguir siendo productores de esto que llaman Neuquén, tierra nueva, necesitamos una solución definitiva de parte del Estado".

(S. Y.)



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