-¿Cómo era realmente Cortázar? Vos, que le sacaste tantas fotos...

-Bueno, era fascinante pero muy cambiante. En las primeras fotos aparece mucho más joven que la edad que tenía. Muy buen mozo. Era lampiño. Luego parece que hizo un tratamiento, realmente nunca se lo pregunté, y le creció mucho la barba. Se la dejó a pesar de que en sus cartas decía "estoy harto de esta barba. Cuando vengas me la voy a afeitar para las fotos". Esto no se cumplió. No se la afeitó nunca. Luego pasaron los años. Él inició su relación amorosa con Carol Dunlop y comenzaron a viajar mucho. Los encontré en Venecia, pero con los viajes constantes la relación cambió. Yo iba mucho a París y él estaba generalmente en Nicaragua o en Cuba. Sin embargo nunca dejamos de hablarnos, de escribirnos. Me he peleado ya con mucha gente porque tengo un montón de correspondencia que no doy a nadie. Pero no por egoísmo sino porque son cartas muy personales, privadas, en las que, entre otras cosas, habla de amigos comunes. Creo que hay que ser muy respetuosos de estas cosas. Posiblemente las rompa.

(Sara Facio - fotógrafa argentina-, en declaraciones a Magdalena Ruiz Guiñazú; "Perfil", 22/1/06. Facio es hoy curadora fotográfica del Museo Nacional de Bellas Artes. Son célebres sus retratos de Cortázar, Borges y Neruda, entre otros escritores)