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Charles Darwin y la Patagonia

Se están recordando los 200 años del nacimiento de Charles Robert Darwin (12/2/1809 en Shrewsbury, Inglaterra), cuarto hijo de un médico que quiso que siguiera esa profesión, pero la negativa de aquél tampoco cobijó el intento eclesiástico. Las ciencias naturales lo tentaron y aprisionaron para consagrarlo un científico que revolucionó las ciencias madres de la naturaleza. Con solamente 22 años y como naturalista viajó en el velero armado de HMS "Beagle", comandado por Robert Fitz Roy. Dieron vuelta al mundo entre el 27 de diciembre de 1831 y el 2 de octubre de 1836. De aquella gran aventura científica solamente recordamos su actuación en la Patagonia.

El "Beagle", el 3 de agosto de 1833, estuvo en la boca del río Negro y Darwin recordaría sus andanzas patagónicas en el diario que tituló "Journal of Researches into the Natural History and Geology of the Countries Visited during the Voyage round the World of HMS 'Beagle' under the Command of Captain Fitz Roy", usamos la traducción española de 1935 en la que Charles Darwin expresara que "El territorio inmediato a la desembocadura del río (Negro) es mísero en extremo: en el Sur comienza una larga línea de cantiles (acantilados) perpendiculares, que dejan ver una sección de la naturaleza geológica del país. (Era común usar país como zona o región). Los estratos son de arenisca, y una de las capas me llamó la atención por estar compuesta de un conglomerado de piedrecitas pómez, que deben haber recorrido más de 400 millas desde los Andes" (sic). Camino a Patagones pasaron por "las ruinas de algunas hermosas estancias que pocos años antes habían sido destruidas por los indios". Tuvo contacto con un testigo presencial del malón que le hizo escribir: "Los indios eran araucanos del sur de Chile, en número de varios centenares y muy disciplinados... el hombre que me hacía el relato parecía recordar con gran horror el oscilar de esos chuzos al acercarse" (sic). Los comandaba el trasandino Pincheira y los maragatos resistieron la embestida malonera casi con heroísmo; con la muerte de muchos invasores se produjo el desbande y fuga.

Describió "El Carmen o Patagones", donde "muchas de las casas han sido excavadas en la arenisca" y vio toldos "en las afueras de la villa". Hizo buena relación de la cercana salina y su aprovechamiento y flamencos que "procrean aquí", descubrió crustáceos (Cancer Salinus). Luego viene la visita al campamento de Juan Manuel de Rosas a orillas del río Colorado, acompañado por "mister Harris, un señor de nacionalidad inglesa, residente en Patagones, un guía y cinco gauchos". En la travesía encontraron el árbol del "Gualicho" (Walleechu), sin hojas por ser invierno, "pero en su lugar pendían de las ramas secas varias ofrendas atadas con cordeles, tales como cigarros, pan, carne, pedazos de tela". Llegaron al campamento de Rosas donde permanecieron dos días diciendo de Rosas: "Es un hombre de extraordinario carácter y ejerce en el país avasalladora influencia, que parece probable ha de emplear en favorecer la prosperidad y adelanto del mismo". Rosas lo trató amablemente, describió el campamento y sus ocupantes.

Reembarcado en el "Beagle" y luego de haber visitado Montevideo, rumbo al sur pasaron por San Blas, donde "una gran nube de mariposas, en bandadas de miriadas incalculables, se extendía hasta donde la vista podía alcanzar", las comparó con algunas de Inglaterra que "llevan el nombre científico de Colias edusa. Algunos microlepidópteros e himenópteros acompañaban a las mariposas y un hermoso escarabajo (Calosoma) cayó a bordo". Siguió guardando coleópteros y usó red "para pescar animales pelágicos". Las arañas también formaban parte de su inventario. En setiembre de 1833 estaban en Puerto Deseado, flora y fauna se hacían presente, opinando que "La zoología de Patagonia es tan limitada como su flora. En las llanuras áridas podían verse algunos coleópteros negros (Heterómeros), que se arrastraban lentamente de aquí para allá, y de cuando en cuando se deslizaba un lagarto... De las aves tenemos tres rapaces carroñeras y en los valles se ven algunos pinzones y otros pájaros insectívoros. Un ibis (el Theristicus melanops, especie que se halla en el África Central, según se dice) no es raro en las partes más desiertas; en sus estómagos hallé saltamontes, cigarras, pequeños lagartos y hasta escorpiones". Encontró, además, "especie de cactus" que el profesor Henslow bautizó con el nombre de Opuntia Darwinii en publicación especializada. Notable descripción del guanaco (llama salvaje o huanaco).

Luego llegaron a San Julián (9/1/1834), donde estuvieron ocho días y continuaron -además- los apuntes geológicos y en ese lugar "en un légamo (lodo) rojo que cubre la grava de la llanura, de 27 metros de altitud, encontré medio esqueleto del Macrauchenia Patachonica, notable cuadrúpedo, tan grande como un camello. Pertenece a la misma división o grupo de los paquidermos, junto con el rinoceronte, tapir y Paloectherium... se colige con certeza que este curioso cuadrúpedo vivió mucho tiempo de haber estado poblado el mar por sus conchas actuales". Darwin diría que "América debe haber sido un hervidero de grandes mostruos", siguió con el velero inglés y Fitz Roy hasta el río Santa Cruz, donde en tres botes balleneros remontaron dicho río, 25 expedicionarios, nuevamente observación y anotación de "estructuras geológicas", flora, fauna, "las huellas del puma podían verse en casi todas partes"... y "restos de varios guanacos con sus cuellos dislocados" y opinión que equivocadamente trascendiera hasta la actualidad: "Sobre esta tierra pesa la maldición de la esterilidad" y no "tierra maldita".

Y "el 1 de marzo de 1833, y otra vez en 16 de marzo de 1834, el Beagle ancló en Berkeley Sound, en la isla Falkland oriental" (Malvinas) "con una población compuesta en más de la mitad de rebeldes y asesinos fugitivos... un país ondulante, de aspecto mísero y desolado", "fuera de la geología no hallé nada de interesante", salvo algunos caballos y gauchos y asado con cuero, conejos y "único cuadrúpedo originario de la isla es un zorro grande parecido al lobo (Canis Antarcticus)". Anotó sobre buitre, búho, aves terrestres de pequeño tamaño, pájaro bobo (pingüino), ganso de las rocas, foca, cuervo marino, nutria, dos clases de gansos, etc. Luego pasaron por "la abrupta e inhospitalaria isla de los Estados", anclando en bahía del Buen Suceso. Tierra del Fuego los recibió con sus primitivos habitantes. La visita a Tierra del Fuego y su comarca cumplía con otro gran objetivo de la expedición: devolver a sus tierras a Jemmy Button y Fueguia Basket que habían sido llevados a Inglaterra en el primer viaje del "Aventure" y el "Beagle" entre los años 1926 y 1930, junto con otro ona que falleció en Inglaterra, unidos a York Minster. Si bien expresara casi peyorativamente que "no he visto en ninguna parte seres más abyectos y miserables", describió a hombres y mujeres fueguinos y sus costumbres. A través del canal Beagle llevaron a Button y Fueguia a la isla de sus familias. Vieron "enormes ballenas" y "hombres ocupados en sus canoas pescando con arpones", pero también notaron la falta de alimentos. Tras comprobar la existencia de hongos comestibles y la no existencia de reptiles, se despidieron "para siempre" de Tierra del Fuego (10/6/1834) continuando para el Pacífico.

A su regreso británico se casó con su prima Emma Wedgwood y tuvieron diez hijos. De los varios escritos científicos de Charles Darwin, sin duda el que más trascendió fue "El origen de las especies por medio de la selección natural" que junto con "La descendencia humana y la selección sexual" y otros similares, crearon la "doctrina darwiniana de la evolución", que se instaló en el mundo científico, borrando la creencia de un Creador para todas las especies y por tanto de la mujer y el hombre. El Vaticano, por medio del papa Pablo II (1990), dejó de contraponer "las teorías de Darwin y la doctrina de que Dios creó el mundo" al reconocer que parecía válida la teoría de la evolución física del hombre y otras especies por medio de la selección natural y la adaptación hereditaria, pero el Papa dejó en claro que considera al alma humana como una creación divina inmediata y no sujeta al proceso evolutivo". ¿Parte de lo observado y palpado en la Patagonia sirvió a Darwin para su teoría? La teoría darwiniana "es una concepción nada moderna, por el contrario; filósofos griegos -por ejemplo, Empédocles de Agrigento- padres de la iglesia como San Gregorio de Niceno, San Agustín y otros hasta el siglo VIII, hablan del evolucionismo con magnífica valentía de pensamiento; los últimos especialmente, consideran que la evolución del mundo obra por la sola actividad de las 'potencias' (causas segundas) que Dios les ha dado al crearlas". (Vignati, M. A., 1970).

 

(*) Periodista. Investigador de historia patagónica

Bibliografía y fuentes principales: Darwin, Ch. Viaje, trad. 1935. Hunley S. J. y Kettlewel, H. D. B. Darwin, trad. 1985. Darwin, C. R. Viaje, 1977. Barrán J. P. y Nahum, B. Un naturalista, Montevideo, 1968. Furlong, G. Como juzgó, BANH, 1974. Diario "Río Negro", 25/10/1990. Henestrosa, G. Se equivocó, Rev. Nueva, N° 272. Diario "La Mañana del Sur". Charles Darwin, 1995. Bär, N. Darwin, Rev. "La Nación", 1994. César, M. C. Darwin, Rev. Rumbos, 2006. Pérez Morando, H. Darwin, R. N., 1992. Isola, J. y Carretero, M. La aventura, Rev. Rumbos, N° 285. Vignati, M. A. Un naturalista, 1970. Archivo diario "Río Negro". Biblioteca Patagónica (VECh) y otros.

HÉCTOR PÉREZ MORANDO (*)



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