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Un final para el olvido | ||
Cruz ganaba 2-0, pero Racing se lo igualó cuando el partido se iba. |
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La tarde era redonda para Cruz del Sur en Trelew. Fueron 87 minutos de un fútbol de alto vuelo con mucha convicción y autoridad en un terreno ajeno. Pero increíblemente, en los instantes finales, el conjunto lacustre tiró todo por la borda. Sobró un poco a su rival y se quedó con apenas un punto. Lo ganaba 2 a 0 hasta los 42 del ST pero dos apariciones letales de Esteban "Piojo" López pusieron las cosas 2 a 2. A Cruz siempre le había ido bien jugando en el "Cayetano Castro" y parecía que el duelo de ayer no iba a ser la excepción. Todo estaba dado para que así sea. Sin ser dominador absoluto consiguió una ventaja de dos goles en el primer tiempo. A los 27, Eduardo Pinilla capturó un rebote en el área y sacó un tremendo disparo que hizo estéril el vuelo de Arismendi. Casi en el final, Del Río aprovechó la "siesta" de la defensa rival y definió con precisión ante la salida del arquero. Ese tanto del joven delantero llegó inmediatamente después de una increíble chance desperdiciada por Esteban López con arco vacío. Era un golpe anímico muy fuerte, capaz de "noquear" a cualquier equipo. El segundo tiempo comenzó con una arriesgada decisión del "Gatito" Leeb, técnico "académico". Agotó todos los cambios de movida en el afán de cambiarle la cara a su equipo. Cruz del Sur levantó aún más su nivel, poniéndose el traje de un equipo dispuesto a manejar el partido y a jugar con la desesperación del rival. Racing no encontraba el rumbo y desde las tribunas sólo se escuchaban reproches. Con Millahual como abanderado, el elenco barilochense se hizo dueño de la pelota y llevó siempre el juego muy lejos del arco de Villa. Parecía cosa juzgada. Pero a los 42', el "Piojo" López anticipó a toda la defensa a la salida de un tiro de esquina y batió a Villa con un remate de pique al suelo. Inmediatamente, Racing acorraló a Cruz del Sur y llegó al empate a los 44 con un remate de López desde afuera del área que pegó en el travesaño, picó adentro y salió. El árbitro Espinoza no dudó y señaló el gol provocando una inmensa algarabía en todos los rincones del estadio. Para redondear el insólito momento lacustre, en tiempo de descuento, Diego Mansilla le aplicó un descalificador puntapié a Hugo Osorio y se ganó la roja. En los instantes finales, a Racing le faltó la claridad mental necesaria para ganarlo. Llenó el área de centros y no pudo llegar a un tercer tanto que hubiera sido una catástrofe futbolística para los barilochenses. |
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