En medio de la ola de calor que estamos padeciendo resulta un poco desubicado que yo comience a hablar del otoño, pero estoy convencido de que en nuestro jardín debemos prevenir para no tener que lamentar después. Las podas a partir de ahora, deben ser hechas analizando cada situación. Reitero -y no me cansaré de hacerlo- que en este tema debemos olvidarnos de lo que vemos en las chacras de frutales que nos rodean. Esas no son podas, sino mutilaciones que se realizan en la búsqueda de una mayor producción y en los jardines lo que queremos es que nuestras plantas se sientan felices ... tengan “bienestar” ... y para eso necesitan un adecuado descanso invernal. CICLO NATURAL Una planta brota en primavera al estímulo del aumento de las temperaturas y de la duración de las horas luz, usando las reservas de alimentos que sintetizó hasta el reposo invernal, al igual a como hacen muchos animales en zonas frías. Esa reserva se va acumulando principalmente en raíces y ramas gruesas ... ergo, si eliminamos ramas gruesas a fin del verano, o sea ahora, estaremos eliminando reservas de alimentos que necesitará para una adecuada brotación primaveral. Otro motivo de precaución es que para resistir el frío invernal, las plantas deben ir eliminando paulatinamente sus hojas y éste es un proceso muy importante para ellas e implica un paulatino descenso en el flujo de savia. Incluso las de hojas perennes, como las coníferas, tienen un comportamiento bastante parecido ... en realidad no existen hojas totalmente perennes, porque todos los vegetales reemplazan hojas viejas por nuevas. Pero además del proceso de abscisión de las hojas, otro mecanismo importante es el de “maduración” de la madera. Al influjo del descenso de savia las ramas, especialmente las del año, van perdiendo agua y eso las hace menos sensibles a daño por helada, al igual a como sucede en una cañería de agua. Una poda tardía, cuando comienza este proceso natural de hibernación, es un estímulo para la planta, que buscará reemplazar las ramas perdidas y para ello interrumpe el proceso de descanso para cicatrizar y/o emitir nuevos brotes. El resultado será ramas nuevas muy “aguachentas” y sensibles al frío. SIN RECETAS Es difícil dar una receta general de cómo proceder con cada especie e incluso con cada planta, pero como regla global podemos decir que cuanto más “tropical” es, mayor será el peligro. Por ejemplo, no será lo mismo la poda de un ceibo que la de un fresno. Entonces amigo “loco por las plantas”, la regla de fierro es podar sólo lo necesario y si hubiese obligación o necesidad imperiosa de hacerlo en gran escala, realizarlo por etapas y con un intervalo de 10 a 15 días entre eliminación de ramas. Cuanto más gruesas sean, mayor precaución se debe tomar. Siempre he dicho que las podas debilitan. Pues bien, las realizadas a partir de marzo debilitan aún más, justamente porque se eliminan sustancias de reserva y la planta ya no tiene tiempo de reponerlas. Había un campesino que tenía un burro y hacía un mes que no le daba de comer ... cuando el burro se estaba acostumbrando, se murió. Supongo que no querrá hacer lo mismo con sus plantas. Carta de lectores - Mosca blanca y cochinilla Don teodorico. Tengo un problema con estas plantas, ya que creo que lo atacó la mosca blanca. Las rocié con un producto específico hace dos semanas, pero creo que no me dio resultado ¿Qué puedo hacer?. Rodolfo - Zapala ------------------- Por lo que observo en las fotos que me ha enviado, lo que usted tiene en sus buxus (o pueden ser evónimos) es un “combo” de mosca blanca y cochinilla. Le recomiendo curar con aceite emusionable al 3% (300 cc en 10 litros de agua) y repetir cada 15 días, tres o cuatro veces. Este aceite se consigue en casas agrícolas y no es tóxico. Se mojan las plantas a punto de goteo. CÓMO ACTÚA Algunas plagas un tanto complicadas, como son los diferentes tipos de cochinillas, en el jardín biológico se controlan por medio de productos no tóxicos, como son los aceites emulsionables. Si se las recubre de una fina película de aceite no pueden respirar y se asfixian, incluso en estado de huevo antes de su eclosión (como se representa en el dibujo), por lo que es especialmente recomendable su aplicación en forma preventiva a fin del invierno y sobre todo cuando se ha tenido una plaga en la temporada anterior. Lo que se debe tener en cuenta, es que estos aceites son recomendables solamente para plantas de hojas duras o gruesas y no se deberían aplicar sobre plantas en floración o de hojas vellosas o finas. Especial cuidado hay que tener con las plantas de origen tropical. Si se hacen aplicaciones sobre plantas vecinas, se las debe proteger con una capucha de nailon. Carta lectores - Taladrillo grande Señor Teodorico Hildebrandt: Inquieto por el indicio de una afección hallada en un ejemplar de Roble palustris, acudo a usted a los efectos de procurar un diagnóstico y eventual tratamiento del cuadro que lo afecta. Se trata de una espuma que espontáneamente comenzó a surgir en dos sitios y exclusivamente del tallo de este ejemplar de unos 10 años de 7 metros de altura; está plantado en suelo arenoso el primer metro cincuenta, luego áridos del lecho del río y a unos 80 metros de éste. Siempre creció sano y lozano, sin inconvenientes (buen riego). Adjunto fotos demostrativas al respecto. A la espera de sus recomendaciones, lo saluda atentamente Hector ----------------------- Lo que tiene su roble es un ataque de taladrillo grande (Platypus sulcatus). Si las perforaciones no son muchas y están al alcance, conviene taparlas con un taco de madera, pues las larvas que están creciendo en su interior salen por el mismo agujero una vez adultas. Antes de tapar puede introducir algún insecticida de baja toxicidad (carbaryl o un piretroide) en cada galería, con la ayuda de una jeringa hipodérmica sin aguja, para matar a las larvas que se están desarrollando en su interior. Al hacerlo, manténgase al costado del agujero, pues puede saltar un chorro de líquido pestilente, producto de la fermentación del hongo que inyecta la hembra como alimento de las larvas. No sea que después me ande corriendo con la jeringa por no haber avisado. DescripciÓn Los adultos de Platypus sulcatus son pequeños cascarudos de cuerpo alargado y forma cilíndrica, de menos de 1 centímetro de longitud, color castaño, con patas cortas y antenas terminadas en maza. El macho adulto, una vez posado en el punto elegido del tronco, es el encargado de iniciar la perforación de la corteza, prosiguiendo esta actividad en el leño y abriendo una galería de orientación radial. Como consecuencia del comienzo del ataque, aparece en la corteza un orificio circundado por partículas leñosas de forma alargada, cuyo conjunto forma un aserrín de aspecto fibroso. Después de iniciada la vivienda, siempre por obra del macho, la hembra se reúne con éste y se produce la fecundación, luego de la cual toda la labor del macho se reduce a la eliminación del aserrín, también fibroso, que produce la hembra, que es la encargada de continuar la construcción de la residencia. La hembra ovipone durante varios meses a medida que cava la galería, diseminando a la vez las esporas del hongo que servirá de alimento a la descendencia. Las larvas son ápodas, de color blanquecino, completando su desarrollo a través de cinco estadios en aproximadamente seis meses. Los primeros cuatro estadios se alimentan del micelio fúngico, mientras que las larvas maduras ingieren partículas leñosas. El último estadio larval tiene un aparato bucal capaz de roer tejido leñoso, lo que le permite construir la cámara pupal, donde se trasformará en adulto. Dos clases de partículas leñosas son eliminadas al exterior en forma de aserrín a través del mismo orificio, en épocas distintas. La actividad de las larvas se evidencia cuando se observa expulsión de partículas que, reunidas, tienen un aspecto harinoso. Las partículas leñosas, al quedar adheridas y pasar a través del orificio de entrada de la galería, forman un cilindro de aserrín que sobresale de la superficie del tronco y que caerá por gravedad y el empuje de los insectos. El otro tipo de partículas leñosas, de aspecto fibroso, corresponde a la actividad del macho adulto, como ya fue descrito. En el Uruguay, la hembra tiene una generación por año, pero como realiza la oviposición durante varios meses, conviven en la galería individuos de diferentes estados de desarrollo. Luego de completar su ciclo biológico, la descendencia abandona la vivienda durante el período de emergencia, a través del orificio de entrada de la pareja inicial, dirigiéndose hacia nuevas plantas huésped, donde cada pareja dará origen a una nueva generación. Fuente: INTA Alto Valle
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