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El infortunado Pedro Sarmiento de Gamboa
Es incierto el lugar del nacimiento de Sarmiento de Gamboa, por un lado se ha mencionado Pontevedra en Galicia, donde era su familia paterna; por otro, Alcalá de Henares, donde cursó sus estudios. Igualmente hay dudas sobre la fecha si fue 1530 ó 1532.

Entre 1550 y 1555 prestó servicios en el ejército de Carlos I de España. En 1555 cruzó el Atlántico y arribó a México, donde permaneció dos años. Tomó parte en distintas expediciones y recorrió México y Guatemala. En 1557 se trasladó al Perú. Allí escribió, a pedido del virrey, un libro titulado "Historia de los Incas".

Como era un hombre de notable cultura, sus conocimientos lo hicieron sospechoso para la Inquisición, en especial por su apego a la astrología y las entonces llamadas ciencias ocultas, pero por encima de esas facetas de su personalidad se lo respetaba como buen cristiano y hombre de confiar. Eso no impidió que se le iniciara un proceso por haber afirmado que "cuando era de día en Lima era de noche en España".

Cuando el pirata Francis Drake pasó por el estrecho de Magallanes, entre los años 1577 y 1579, en su famoso viaje, que fue la segunda circunnavegación del mundo, después de Magallanes -El Cano, las autoridades españolas, temiendo que el pirata repitiera sus correrías y saqueos en la costa del Pacífico, decidieron enviar una expedición al mando de Sarmiento. Zarpó del puerto del Callao el 11 de octubre de 1579 con ciento doce hombres a bordo de dos naves: la capitana "Nuestra Señora de la Esperanza" y la "San Francisco".

Llevaban la misión de reconocer el estrecho, estudiar los lugares adecuados para su fortificación y poblamiento. Llegaron al estrecho y aguardaron durante quince días el arribo de la "San Francisco", que se había apartado a causa de un temporal que la obligó a retornar a Valdivia.

El 6 de febrero de 1580 Sarmiento tomó posesión del estrecho en nombre del rey y siguió viaje a España para organizar una gran expedición colonizadora.

En España, el rey lo atendió en Badajoz y, convencido con sus argumentos, ordenó llevar adelante el proyecto de poblar y fortificar el estrecho, con todo lo necesario para asegurar su dominio y el cierre del tránsito a naves enemigas.

Se equipó una expedición con veintitrés barcos con aproximadamente tres mil personas, entre marinos, soldados, colonos, treinta mujeres y veintitrés niños. Sarmiento de Gamboa recibió el título de gobernador del estrecho de Magallanes.

Zarparon el 25 de setiembre de 1581. A poco de partir, una tormenta los obligó a recalar en Cádiz, con cuatro naves menos y ochocientos desaparecidos. Reanudaron la travesía el 9 de diciembre de 1581 y después de un largo y accidentado viaje llegaron al estrecho en 1584. El 11 de febrero fundó el primer fuerte cerca del cabo Vírgenes, llamándolo "Nombre de Jesús". Al internarse, cerca de la actual Punta Arenas, fundó el fuerte Rey Don Felipe, hoy conocido como Puerto Hambre. Las contrariedades de Sarmiento fueron indecibles, las feroces tormentas propias de la región lo obligaron a regresar. Cuando arribó a las costas del Brasil, allí lo siguieron persiguiendo sus avatares. Fue capturado por piratas y llevado prisionero a Inglaterra, donde la reina Isabel le concedió un salvoconducto para regresar a su patria.

Desembarcó en Francia y, en camino a España, fue tomado prisionero y lo mantuvieron en la cárcel casi cuatro años; lo liberaron cuando el rey de España pagó el rescate exigido.

Una vez en su patria, solicitó al rey y a las autoridades que podía entrevistar, ayuda para la gente que había quedado desamparada en las riberas del estrecho de Magallanes. Si bien era demasiado tarde, habían transcurrido cinco años, insistía en esa misión humanitaria. Ya nadie tenía fe en que esos desgraciados, humildes, leales y constantes vasallos servidores de V.M. siguieran con vida, con seguridad que el mismo Sarmiento estaba convencido de la triste realidad.

En febrero de 1591, a pesar de la negativa oficialista, la Corona, consciente de que se le debía una satisfacción moral por sus fieles servicios, le ofreció un puesto en la Marina, nombrándolo almirante de una flota que tenía como misión proteger a los barcos que hacían rutas americanas. Si bien el ofrecimiento no se ajustaba a lo que realmente anhelaba, como el mar lo fascinaba y la ilusión de su vida era la navegación, desoyendo consejos y descuidando su salud decidió partir. A los pocos días de zarpar en sus naves protectoras, el insigne marino, meritorio cosmólogo, minucioso cronista y oficioso soldado, falleció en el mar a fines de junio de 1592.

Qué pasó con los pobladores de los dos fuertes fundados por Sarmiento Gamboa, ésa es otra triste historia, como todas las relacionadas con este singular personaje, de quien acertadamente alguien ha dicho: "Quien crea tener mala suerte, no conoce la triste historia de este navegante".

Un magnífico lago ubicado en el Parque Nacional Torres del Paine -República de Chile- lleva el nombre de Sarmiento, en honor a este valiente, sacrificado e infortunado marino español.

ABEL SANDRO MANCA



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