La mayor parte de las firmas de la región debió tomar la decisión de dejar de comprar pera William's ya que no tenían bins para entregar a sus productores.

Las empresas afectadas en primera instancia por este escenario son aquellas que necesitan una rápida rotación

de mercadería en los galpones y el frío, en esta primera etapa del año, para poder continuar con sus programas comerciales. Las grandes exportadoras hacia los mercados de ultramar son las que más sienten los daños de la falta de bins, ya que necesitan hacer un rápido trabajo para embarcar un alto volumen de fruta en un período acotado de tiempo.

Pero eso no quiere decir que unas se salvan y otras no. A la larga, todas las empresas, de una forma u otra, verán resentidas sus utilidades por la dureza del conflicto sindical.

Las pequeñas y medianas empresas se encontrarán con que la fruta que no pudo ser embarcada por las grandes exportadoras, a través del puerto de San Antonio, en algún lado será colocada. Y esto generará sobreofertas en los mercados alternativos, lo que afectará considerablemente los precios.

En definitiva, debe quedar en claro que el peso total de la crisis que se avecina lo terminará pagando la fruta.