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Ventajas de la producción orgánica
Esta familia de productores de Allen la adoptó en el 2003. .Explican que de este modo se respeta más el medio ambiente. .La mayor parte de su fruta la exportan a países europeos.

En el 2003 una familia de fruticultores de Allen decidió girar el timón y volcarse hacia una modalidad productiva que preserva - fundamentalmente- la salud y el medio ambiente. Hoy, la empresa frutícola Lamperti Hermanos es una de las pocas en la región que producen frutas orgánicas, una experiencia que sus impulsores definen como necesaria en tiempos donde se hace imprescindible evitar la contaminación ambiental.

Las frutas orgánicas son aquellas que provienen de la fruticultura ecológica, también conocida como biológica. Este tipo de producción se diferencia del sistema tradicional en que los métodos de trabajo sobre el monte frutal son más respetuosos con el medio ambiente. Es decir, es una fruticultura menos agresiva y que además no utiliza elementos químicos como fertilizantes inorgánicos. En su lugar se recurre a técnicas integradas en el sistema agrícola que contribuyen a preservar los recursos naturales.

Por lo tanto, quienes promueven la fruticultura orgánica señalan que los productos obtenidos son más saludables para el consumidor y menos perjudiciales para el medio ambiente, ya que los residuos de los abonos inorgánicos y de los pesticidas contaminan tanto el agua como el suelo.

"La producción orgánica es una alternativa más que hoy tiene la fruticultura, aunque existan muchos productores que no quieren reconocerla. Nosotros ya tenemos la totalidad de nuestra producción orgánica y adoptamos esa metodología de trabajo fundamentalmente para generar un cambio orientado hacia el cuidado del medio.

"Ojalá todo el Valle se vuelque a producir orgánicos, porque así dejaríamos de tomar agua con residuos tóxicos y de respirar pesticidas. Pero como todo, esto tiene su parte comercial, en donde a algunos no les conviene que la gente se incline hacia la producción de frutos orgánicos. Nosotros no somos magos y si podemos hacer orgánicos también lo pueden lograr los chacareros pequeños y medianos", señaló Maximiliano Lamperti, uno de los hermanos de la familia que trabaja en el emprendimiento productivo.

Mercados europeos

En esta temporada, los Lamperti cosecharán unos 4.200.000 kilos de frutas orgánicas, entre las peras y las manzanas, que poseen en un total de 120 hectáreas en producción.

La mayoría de la cosecha tiene como destino Europa, aunque pronto harán una prueba de exportación hacia Japón y además tienen pensado hacer una fuerte apuesta al desarrollo del mercado interno de las frutas orgánicas, casi sin explotar. También tienen en sus planes para este año incorporar a su producción el método biodinámico, un paso más avanzado en el trabajo con frutos orgánicos.

"Más allá del costo-beneficio, creo que nuestra generación tiene que tener una responsabilidad social con las demás generaciones. Apuntamos a vivir cada vez mejor. El desafío es cambiar la mentalidad de la gente. Tenemos que volver al trabajo de los pueblos primitivos en donde se cuidaba el suelo como uno de los elementos más preciados".

"Todavía estamos a tiempo y debemos hacerlo, fundamentalmente por nuestros hijos", agregó Jessica Lamperti, hermana de Maximiliano, quien también se encuentra dedicada al proyecto orgánico.

Maximiliano relató a "Río Negro" que a veces, cuando asiste a algunas reuniones de productores, los que ya peinan canas insisten en que eran mejores las épocas en donde se usaba por ejemplo el Parathion y otros potentes productos, ya que había más armas para defenderse de las pestes.

"Así estamos, somos una de las zonas de la Argentina con más casos de cáncer y deformaciones, entonces tenemos que pensar que algo está mal", afirma.

"En líneas generales el trabajo que se hace en el campo es similar al convencional, aunque cambia en lo que es el raleo, ya que se hace en forma manual y sin utilizar químicos. Los productos que se emplean no son agresivos con el medio ambiente y son para determinadas plagas. El costo de un producto verde - como le llaman a los orgánicos- tiene muy poca diferencia con el de un convencional. Quizás hay que aplicarlo más veces porque no es tan efectivo como los químicos tradicionales. La gente que trabaja con nosotros está muy agradecida del cambio que hicimos en nuestra producción. En la chacra los obreros terminan de desarrollar sus tareas y ya no están preocupados por las afecciones que pueden sufrir en la salud", señaló Maximiliano.

Además, quienes se dedican a la producción orgánica argumentan que el resultado del método se puede apreciar de manera positiva en el sabor, el aroma y en una mayor resistencia de los frutos al frío de las cámaras.

Reclamos

Para Jessica Lamperti, el Estado rionegrino debería tener una política más clara de promoción en lo que refiere a la actividad frutícola.

"Faltan ideas y hay cosas que se pueden hacer y mejorar, lo único que noto es que todas son trabas -señala-. No puedo entender que a un productor que trabaja todo un año, que hace todas las curas y que cumple con todos los manuales, cuando llega el momento de la cosecha le digan ´no sabemos qué precio te vamos a pagar´. Tampoco sé quiénes obtienen las pocas herramientas que existen. Yo ya me cansé, presenté un proyecto ante el Crear, esperé dos años y me lo calificaron como no elegible sin explicarme el porqué".



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