De la mano del chef Ramón Sd´Avila, la gastronomía logró posicionarse como un elemento clave que le aportó a la fiesta una cuota muy especial de sabor e identidad. La creación de platos dulces, agridulces y salados elaborados con pera ya es parte de su rica historia.

Ramón Sd´Avila es entrerriano. Viajó a Buenos Aires para estudiar gastronomía y en 1979 se recibió de Maestro de Cocina. Años más tarde decidió asentarse en el Alto Valle y su trabajo lo fue arraigando a la ciudad de Allen.

En 1985 conoció a la hermana Bernarda, una monja que le enseñó que cada plato "tiene que ser elaborado con un condimento que está al alcance de todos, el amor".

En Allen, Ramón estuvo a cargo del "Chef Club" durante 11 años, donde miles de personas tuvieron la posibilidad de degustar sus comidas. Fue allí donde comenzaron a realizarse las reuniones iniciales que dieron forma a la primera Fiesta Nacional de la Pera, en 1998. Estuvo ligado al surgimiento de la comisión organizadora de la fiesta desde la primera hora y conoce cada uno de los pasos que dio el evento.

"Hoy la fiesta marcha sobre rieles, antes salíamos a golpear las puertas de los galpones de empaque y la gente nos decía que estábamos locos. Nos preguntaban qué podíamos saber de peras un chef, un odontólogo (Armando Gentili) o un profesor de gimnasia (Charly D´Amico)", recordó Ramón al evocar a algunos de los allenses que tomaron la posta y se animaron a materializar la Fiesta Nacional de la Pera.

Con la primera fiesta Ramón se abocó a su especialidad, la gastronomía, y comenzó a pensar en elaborar comidas con pera. "Tenía que inventar algo que impacte y se me ocurrió la idea de hacer alfajores de pera. Después empecé a investigar, a tomar contacto con escuelas y colegas. Desde Buenos Aires me llegó una receta de un vino de pera. Ya en la segunda edición y junto a un enólogo de Allen sacamos un vino de pera espectacular", comentó.

Con los años siguió perfeccionándose y creó nuevos platos a base de peras, un desafío que tuvo su reconocimiento: el impacto que generaron.

"La pera en la cocina, y combinada con carnes blancas o rojas, prácticamente no existía cuando iniciamos la fiesta", señaló Ramón. Pero con creatividad y esfuerzo elaboró los platos más originales y exquisitos. Tortilla quemada al ron con peras, strudel de peras, ensalada de peras, rúcula y roquefort, pizza con peras glaseadas al roquefort y carré de cerdo con puré de peras son algunas de la recetas que ideó.

"Cuando empezamos con la fiesta, Allen estaba muy alicaída. Se hicieron varias reuniones en la Cámara de Comercio para buscar proyectos capaces de levantar a Allen y darle un golpe de adrenalina", comentó. "Creo que lo logramos", agregó.