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La pasión popular
La respuesta de la gente fue lo mejor que tuvo la mítica prueba.

 

 

El dominio de Volkswagen, el fervor del público, la sorprendente aparición del argentino Marcos Patronelli, el notable nivel del español Marc Coma y el revuelo que causaron los camiones fueron los puntos salientes del Rally Dakar, que por primera vez se disputó en Argentina y Chile, que tuvo como puntos oscuros la aún polémica muerte del francés Pascal Terry, la frustración del español Carlos Sainz y la opaca actuación de Mitsubishi.

El Dakar, que se escapó de África por amenazas terroristas, tuvo que recorrer en su trigésima edición las pampas, sortear caminos rurales y pedregosos, batallar contra altas dunas y hacerle frente al calor insoportable del desierto, como siempre, como nunca.

Fueron en total más de nueve mil kilómetros en quince días a través de diez provincias argentinas y tres regiones de Chile, una travesía sensacional.

Llegó tímido, examinando el panorama de reojo, casi con desconfianza. Seguramente se irá lleno, con la frente bien alta, sabiendo que las puertas quedan abiertas para el futuro y que será bien recibido, como esta vez, cuando miles y miles de personas presenciaron la largada y la llegada, y acamparon al costado de los caminos para ver pasar las imponentes máquinas.

La pasión de la gente superó todas las expectativas. En Argentina hubo un gran seguimiento del público, que superó, según responsables de la organización local, a más de dos millones de personas. En cada ciudad por las que los vehículos

pasaron, los fanáticos se hicieron presentes y hasta ayudaron a los participantes, como sucedió con el espectador que le consiguió aceite a Coma en la segunda etapa.

La actuación de Patronelli en cuatriciclos, quien se convirtió en el primer argentino en ganar una etapa del Dakar, a la que después sumaría dos más, fue lo más destacado de lo que ofreció la "armada argentina".

La primera experiencia del Dakar fuera de Europa y África fue positiva. Hubo un gran respuesta del público, funcionó la conformación de los campamentos en cada etapa y hubo un gran apoyo de los gobiernos argentino y chileno para solucionar inconvenientes y dar el apoyo logístico necesario.

El español Coma estuvo imparable en la categoría motos con su KTM y se llevó de punta a punta la prueba, demostrando que es uno de los mejores de la especialidad.

La marca alemana Volkswagen fue imbatible en autos, ganando diez de las etapas gracias a Sainz, al sudafricano Giniel De Villiers y el estadouni

dense Mark Miller. La inversión del equipo valió la pena.

Dentro de lo negativa, la organización del Dakar no pudo explicar las razones por las cuales el motociclista francés Terry no fue asistido a tiempo cuando se perdió en La Pampa en la segunda etapa.

Murió bajo un árbol por un edema pulmonar que le provocó un paro cardiorrespiratorio. Tenía 49 años y estuvo perdido hasta el miércoles, cuando se disputaba la cuarta etapa.

Los cambios en el clima obligaron a la suspensión de varios tramos de etapas, como así también la prueba especial de Copiapó a Fiambalá, en el regreso a Argentina.

En algún punto el mal manejo manejo de los pronósticos por parte de la organización jugó una mala pasada a los participantes.

Un barranco en el lecho de un río seco en Catamarca llevó al español a volcar y abandonar cuando lideraba cómodo puntero. "La prueba estaba en el bolsillo", señaló el "Matador", al que se le esfumó el triunfo en su tercera participación.

Aseguró que fue un error en la hoja de ruta la que provocó el vuelco y abandono, lo que la organización negó. Pero también varios pilotos estuvieron perdidos durante algunas etapas y la ASO careció de la asistencia necesaria para ayudarlos a recuperar la senda.

Y por último, hay que mencionar al fracaso de Mitsubishi. La marca que tradicionalmente había dominado el Rally Dakar no tuvo suerte en Sudamérica. El defensor del título, el francés Stephane Peterhansel, abandonó, y sólo el español Joan "Nani" Roma logró ganar una etapa. Algo muy opaco para la firma nipona, que sucumbió al dominio de VW.

El equipo VW casi completo festeja su primera victoria en el Dakar.

Marc Coma fue otra de las grandes figuras.



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