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Las provincias cierran sus presupuestos con déficit
Por primera vez en la era K, los números de las administraciones provinciales cierran el 2008 con un rojo superior a los 3.000 millones de pesos. Dificultades para el año que recién se inicia.

La situación de las provincias tiende a complicarse.

Según recientes informes del sector privado, el cierre presupuestario del 2008 mostró, por primera vez desde la llegada de la era K, un resultado financiero negativo superior a los 3.000 millones de pesos.

Este cambio de escenario era predecible en función de las tendencias que venían evidenciando los números de las provincias en los últimos años: mayores tasas de crecimiento en el gasto respecto de los recursos.

El resultado primario -antes del pago de intereses de la deuda- también sería deficitario, revirtiendo una senda de cinco años consecutivos de excedentes.

Conforme a un reciente estudio elaborado por la Consultora Economía & Regiones (E&R), el año pasado las provincias cerraron su resultado primario con un déficit de 140 millones de pesos, lo que implica una variación neta negativa de 2.060 millones de pesos en relación con el consolidado de un año atrás. (Ver infografía)

La realidad económica permite suponer que durante el 2009 esta tendencia se profundizará y que la dependencia por parte de las provincias de los recursos que discrecionalmente envía la Nación para compensar desvíos pasará a ser clave en las administraciones del interior del país. Río Negro y Neuquén no quedan afuera de este esquema, aunque mucho más expuesta está hoy a los potenciales desequilibrios fiscales la administración Sapag en función de la inercia que presenta el gasto en ese distrito.

Cuando se analizan los componentes presupuestarios consolidados por las provincias se observa que el deterioro fiscal que vienen sufriendo las administraciones del interior está basado en el comportamiento desigual que presentan los ingresos y los gastos.

El estudio elaborado por E&R señala en este sentido que durante todo el 2008 no sólo se volvió a observar una mayor tasa de variación en las erogaciones frente a los recursos (26,7% versus 24,6%) sino que también se registró una expansión en la brecha de crecimiento de ambas variables respecto del 2007, profundizándose así el déficit consolidado en el último ejercicio.

Las estadísticas dan cuenta de que casi dos tercios del aumento del gasto son explicados por el incremento de la masa salarial. 

El gasto total en personal para todas las provincias del país se ubicará al cierre del 2008 en los 72.360 millones de pesos, lo que representa un crecimiento del 36% respecto del ejecutado en el 2007 y concentra más del 51% del gasto primario subnacional.

A fines del 2008 la masa salarial representará el 60,3% de los ingresos corrientes netos de las transferencias por coparticipación a municipios, porcentaje más elevado desde el 2003.

Por otra parte, si bien los ingresos mantuvieron su tendencia alcista, aminoraron su tasa de crecimiento en casi tres puntos. Esta desaceleración es explicada fundamentalmente por la caída de transferencias automáticas desde la Nación a partir del tercer trimestre del año producto del freno que sufrió la economía.

 

Qué se espera para el 2009

Lo primero que hay que señalar es que nos encontramos en un año electoral. Esto, históricamente, ha significado mayores gastos para la política como forma de conseguir los votos necesarios para sostener el poder. Y los gobernadores no quedan afuera de este esquema. Todos especulan con que en el 2009 las partidas de fondos que lleguen de Nación serán importantes teniendo en cuenta las necesidades electorales del poder central.

Pero hay una realidad que golpea de lleno sobre la lógica que impera en la política: el gobierno no contará con fondos suficientes para apagar todos los incendios. Hay que cancelar compromisos externos, mantener subsidios? y todo esto con menos recursos que en otros años. De ahí que muchos analistas aseguren que se mantendrán las promesas de mayores fondos de Nación a los gobernadores pero poco de ello llegará efectivamente para gastar.

No hay dudas de que la proyección de crecimiento del 4% prevista en la Ley de Presupuesto Nacional no se alcanzará. La crisis financiera internacional, sumada a la inconsistencia que ya presentaba la economía argentina, impactará en el crecimiento y éste, sobre los ingresos.

El estudio de E&R plantea tres escenarios posibles para el 2009: recesión con estabilidad (el más probable), recesión con desequilibrio y mejoramiento de las condiciones tanto externas como internas.

En cualquiera de los casos, para las cuentas provinciales se espera:

? Una desaceleración de la tasa de crecimiento de los recursos tributarios, lo que se traducirá en menos ingresos para atender demandas salariales y gastos operativos. También se observará una desaceleración en la coparticipación a los municipios, principal fuente de recursos de que éstos disponen para pagar salarios. En este mismo sentido cabe señalar que podrían surgir problemas en el pago a proveedores, con la consecuente cancelación o postergación de las obligaciones.

? Menores transferencias de capital por parte del gobierno nacional. La obra pública actuaría en este caso como variable de ajuste. Históricamente, cuando hay que afectar gastos la obra pública actúa como variable de ajuste, ya que los recursos corrientes son -por lo general- inflexibles a la baja. De ahí también las dudas que existen entre los operadores sobre cuánto la Nación verdaderamente podrá derramar a las provincias teniendo en cuenta que la administración central también tendrá que ajustar su presupuesto.

? Creciente servicio de la deuda por mayor tipo de cambio e inflación. La decisión del BCRA de dejar depreciar el tipo de cambio está impactando en la deuda que tienen las provincias nominadas en moneda extranjera, que hoy alcanza al 26% del stock total. A modo de ejemplo, E&R destaca que, con un aumento del 11,8% del tipo de cambio (3,4 promedio en el 2008 a 3,80 promedio para el 2009) y computando que cerca del 30% de la deuda proyectada a cancelar este año se encuentra en moneda extranjera, las provincias deberán pagar 500 millones de pesos adicionales por la devaluación.

De esta manera, y en cualquiera de los dos escenarios recesivos, el déficit primario tenderá a profundizarse en tanto el déficit financiero se elevará como mínimo a más de 6.200 millones de pesos. (Ver infografía).

 

Crédito cerrado

Las provincias enfrentan un 2009 con cierre de los mercados de deuda internacional y escasa liquidez local, lo que restringirá sus posibilidades de emitir deuda, salvo que paguen altas tasas de interés (superiores al 17%).

El principal acreedor de las provincias es el gobierno nacional, por lo tanto las complicaciones en el pago de deuda impactarán de lleno en la administración de CFK. Es decir, podría dejar de atenderse la deuda por los PAF, por los Boden 2011, por los Bogar 2018 y con organismos internacionales de crédito, pero en los dos últimos casos en los que el gobierno nacional es garante de los préstamos otorgados, problemas en el pago no se trasladarían a los agentes privados.

De esta manera, destaca en otro de sus párrafos el estudio de E&R, en el peor de los escenarios -aquél en el que las provincias no puedan honrar sus compromisos- es de esperar que se den refinanciaciones de deuda con el gobierno nacional o que éste se encargue de la reprogramación de los Bogar 1018.

 

Javier Lojo

jlojo@rionegro.com.ar



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