¿Feliz año nuevo? El 2009 ya arrancó con promesas de cortocircuitos entre el sector empresario y los productores frutícolas.

Cuando el año recién finalizado recorría sus últimos tramos se conocieron dos datos que, lejos de aportar tranquilidad, dieron paso a comentarios que muestran las fisuras entre estos dos grandes grupos de la principal actividad valletana.

El primero de los anuncios fue la rebaja a la mitad de los derechos de exportación para peras y manzanas, una medida largamente gestionada por todos aquellos que de un modo u otro tenían acceso al gobierno central.

La noticia fue recibida con satisfacción en la región, pero a poco de andar ya comenzaron los primeros cruces entre sindicalistas y exportadores. Los primeros arguyen que, tiempo atrás, la parte empresarial prometió que si esta baja en las retenciones se hacía efectiva el monto disponible iba a ser utilizado para mejorar los salarios de los trabajadores. Pero, rápidos de reflejos, los empresarios respondieron que en ningún momento se había prometido algo semejante. Cabe recordar que hay en juego unos 16 millones de dólares y, obviamente, todos querrán llevar el agua para su molino. Este tema promete continuar.

Otro dato que vio la luz recientemente fue la fijación del costo de producción para peras y manzanas aceptado por la Mesa de Contractualización Frutícola en 0,29 centavos de dólar. Este valor, que en principio los productores estimaron satisfactorio, fue considerado "elevado" por fuentes empresarias ya que a ese monto hay que agregarle la rentabilidad, que oscila entre 5 y 6 centavos de dólar según dijeron productores consultados.

Pero no todas son diferencias entre empresarios y productores. Hay dos cuestiones en las que sí acuerdan: bajar las retenciones a cero y un dólar a 4 pesos. ¿Se harán realidad?