El cordobés está orgulloso de participar en la mítica travesía.

"Me siento orgulloso de haber sido elegido para formar parte del Dakar en su primer visita a Argentina. Se trata de un proyecto de gran envergadura. Estoy feliz que sea el Tango el equipo que tomó la determinación de hacerle frente a una de las pruebas con más historia en el mundo", destacó Gabriel Pozzo, uno de los elegidos que tendrán la posibilidad de participar de la mítica travesía.

Pozzo, debutante absoluto en las pruebas de Rally Raid, participará en la categoría T2 al comando de una camioneta Mitsubishi Montero, que llevará el número 345, y tendrá como navegante a la francesa Stephanie Fenestraz.

"Quiero descubrir de qué se trata. No tenemos ningún objetivo preciso. En función de las primeras etapas veremos lo que podemos considerar", aseguró el ex campeón del mundo de rally en el Grupo N-4.

Fenestraz, que está radicada en Córdoba desde hace unos años, explicó que "lo que nació en principio como una idea, ahora es una realidad. Estamos muy ilusionados todos con enfrentar un gran evento como es el Dakar".

-¿Cuáles son las expectativas para la prueba?

-Hicimos las cosas bien como para completar el rally. El primer objetivo del equipo, y de nosotros, es terminarla. Planificar o soñar con finalizar en alguna posición es un poco prematuro por que no tengo conocimiento ni de los rivales ni de la prueba en sí.

-¿El Dakar será un desafío para todos?

-Nosotros, lo máximo que hicimos fue el Safari de Kenya en dos oportunidades. Pero eso fueron tres días y en el Dakar serán 14. Todos los pilotos se van a encontrar acá con una

prueba atípica. En África se disputaba en una superficie desértica, totalmente de arena. Acá se van a encontrar con arena, pero también con piedras, espinas, ramas, ríos, montañas... Son superficies a la que ellos no están del todo acostumbrados. Es algo nuevo en general. Esperamos un rally terriblemente duro y difícil.

-¿No hay ventajas para los argentinos?

-Para nada. Las figuras del Rally Raid son súper profesionales. Hay que pensar que son 9.000 kilómetros. Es una prue-ba top secret en la que nadie sabe nada hasta la noche anterior a cada etapa.