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La historia íntima del escandaloso caso Siemens | ||
Presiones, sobornos, feroces peleas de gabinete, internas empresarias... Fueron siete años de un sucio proceso para el negocio millonario y fracasado de fabricar DNI. Hace cuatro años alguien ya había investigado lo que hoy estalla con la confesión del pago de coimas a ex funcionarios. | ||
El caso Siemens detona con fuerza demoledora. Una multinacional alemana de tamaña tradición y prestigio avergüenza al mundo con su confesión: pagó coimas millonarias a funcionarios en varios países, sobre todo en Argentina y Venezuela. Avergüenzan los funcionarios argentinos que las recibieron. Aquí fueron 105 millones de dólares en sobornos distribuidos a ex funcionarios, lobbystas y otras entidades. Presuntos destinatarios: el ex presidente Carlos Menem, su ministro del Interior Carlos Corach y el ex titular de Migraciones Hugo Franco, según consta con pelos y señales en la declaración de la Comisión de Valores de Estados Unidos. Hay más hombres aún no revelados que cobraron durante los gobiernos de Menem y de la Alianza, y años más tarde también. Un plan ambicioso y fracasado echó a andar la maquinación corrupta: el negocio de la fabricación de los DNI y el control migratorio. Fueron siete años de presiones, feroces peleas intestinas en el gobierno, internas empresarias, voluntades compradas y mentiras deliberadas para torcer decisiones. Cuatro años atrás alguien anticipaba el escándalo de Siemens. Carlos Liascovich hizo su tesis para la Maestría de Periodismo Clarín-Universidad de San Andrés. Es una de las investigaciones más meticulosas del proceso, sobre la base de expedientes, entrevistas y fuentes reservadas. El poco conocido trabajo de Liascovich -publicado en internet- permite comprender por qué Siemens se hace del contrato sin alcanzar la calificación suficiente, qué artimañas se emplearon para el objetivo, cómo se inflaban costos, por qué se ocultaban a la hora de explicarlos y cómo se establecían las coimas. UN COMIENZO QUE ARRANCA "TORCIDO" Todo comenzó con el decreto 1310 de agosto de 1994 firmado por Menem y su ministro del Interior (por entonces Carlos Ruckauf), que estableció la necesidad de contar con un sistema unificado de control migratorio e identificación de las personas. Tan ambicioso plan consistía en la generación de un nuevo DNI (10 millones por año como mínimo) y de una base de datos de identificación de las personas, así como la instalación de 50 puntos de capturas en todo el país, conectados en tiempo real con Migraciones y 152 pasos fronterizos y puertos argentinos. La idea era que pudiese hacerse consultas en no más de dos segundos. No sólo eso. Se buscaba también la provisión de padrones electorales. Pero tan sucio fue el proceso de licitación, que el negocio no fue a la empresa con mejor calificación -Itron-, sino a Siemens. Veremos cómo un asesinato "obligó" al gobierno a torcer deliberadamente el destino. Itron pertenecía al grupo Macri. A la licitación de los DNI se presentó como UTE (unión transitoria de empresas) junto a la israelí Malam System, la canadiense SHL y la norteamericana TRW. Sus proveedores eran OCA y Ciccone Calcográfica, vinculadas al empresario Alfredo Yabrán. Itron, Siemens y TTI-Ivisa se presentan, de seis interesadas. Sólo dos llegaron a la calificación: Siemens e Itron. Una fuente secreta vinculada a Malam System (integrante de Itron) describió a Liascovich elementos clave y miserias internas del proceso. Malam fue la empresa que impugnó a Siemens, cuando finalmente esta última terminó favorecida. "Todo nació con el señor Ciccone pensando qué hacer con su fábrica, que la había equipado como la puta madre pensando fabricar billetes. De golpe se terminó la inflación y no hay billetes para fabricar. Entonces lo fue a ver a Yabrán y éste le dijo: "Te voy a ayudar, pero que también haya negocios para OCA" En realidad IBM era la gestora inicial de la lógica del proyecto, pero el escándalo de los sobornos en su contrato con el Banco Nación, lo apartó del juego. Así entra Itron. ¿Por qué mezclaron DNI con pasos fronterizos? Darío D´Alessandro, ex diputado nacional denunciante de la licitación y del contrato de Siemens junto a su colega Juan Pablo Cafiero, infiere: "No había necesidad de tener un sistema tan sofisticado. Así se justificaba el sobreprecio". Sin embargo, sus presentaciones judiciales ante la justicia penal y en lo contencioso administrativo cayeron en saco roto. El pliego es publicado con dos años de demora. ¿Por qué? Porque no se ponían de acuerdo sobre cómo garantizar al ganador que el Estado nacional compensaría económicamente al proveedor si el volumen de DNI demandado por la población no alcanzaba las cantidades previstas. Otra razón parece ser política: el pliego se publica justo cuando desaparece del gobierno un rival poderoso: en agosto de 1996 había renunciado el ministro Domingo Cavallo, archienemigo de Yabrán.
TRAS EL "CLIC", LA TRAMPA Ahora veamos cómo y por qué se hizo trampa con la calificación para que ganara Siemens y no Itron. Cuando la licitación ya estaba en la calle ocurre un "clic" imprevisto: el asesinato del fotógrafo de "Noticias" José Luis Cabezas, en enero de 1997. La figura de Yabrán entra en un cono de sospechas del cual jamás pudo escapar (y que determinó su suicidio un año después). Tampoco sus negocios. El gobierno comprende que la oferta de Itron, vinculada al empresario, se vuelve insostenible. Y Macri, que había avanzado en su sociedad con Yabrán, tardó en convencerse. Hasta que claudica. Así se comienza a torcer el rumbo. Dice la fuente: "La estrategia (del gobierno) fue: "si de las tres ofertas se desechan dos y queda nada más la de Yabrán, nos van a decir de todo.., entonces nosotros mismos buscamos la manera de que Siemens llegara hasta el final". Nuestra oferta se desecha porque nosotros lo teníamos a OCA, como subcontratista, y es Yabrán, chau". Y así Siemens llegó a la final: Las exigencias del pliego establecían un sistema de calificaciones complejo: en el sobre n°1 se evaluaba la parte técnica/seguridad y la parte gerencial/ financiera. Pasada esta etapa se consideraba la oferta de precios (sobre n° 2). Quien establecía mejores condiciones técnicas no sólo tenía más puntaje sino que mejoraba sus chances. El ingeniero Juan Franchino (consultor en informática convocado por la Comisión Técnica de Evaluación, creada por el Ministerio del Interior), recuerda que: "La oferta de TTI-Ivisa era una burla". Por precaria "fue descartada como si no existiera. Itron pasó con lo justo. Y Siemens no presentó el Plan Operativo Anual de Detalle (plan de trabajo exigido por el pliego), por lo que califica cero en ese punto". En definitiva, las chances eran para Itron. Franchino presenta su informe en abril de 1997. Para entonces el nombre Yabrán se asocia al asesinato. ¿Qué hace el ministerio? "Le pone el cartel de secreto y guarda el expediente", relata. Además de no presentar el plan de trabajo, en su oferta Siemens advirtió que "no cumplirá los pliegos si el gobierno no le garantiza una cantidad de datos", es decir, una cantidad de DNI determinada. Eso determina la impugnación por "condicionamiento de la oferta" que Itron e ITT le hacen a Siemens en 1998. Pero Julio Comadira (consultor jurídico contratado para evaluar la impugnación) no bochó a Siemens. Concluye que no hay tal condicionamiento de oferta y que no encuentra motivos para impugnarla. La fuente dice: "Comadira habló con Carlos Corach (sucesor de Ruckauf) y le dijo concretamente: "Siemens condicionó la oferta. Ahora... qué quiere que le diga yo, señor ministro. Porque estos informes tienen que estar al servicio del Poder Ejecutivo..." Y agrega: "Más que dárselo a Siemens, era que no podíamos ser nosotros". Pero estos querían la coima, no se cuándo ni cuánto, no sé qué habrán arreglado. Digamos que mucha guita no les habrán dado, los alemanes tan locos no son". Asegura que Macri "estuvo todo el tiempo peleando junto a nosotros pensando que el tema se iba a superar. La cagada fue que en el medio del proceso lo matan a Cabezas". La fuente no es la única que afirma que este camino hacia Itron se tuerce hacia Siemens. Hay tres más: Franchino, Jaime Farji, asesor de Rafael Bielsa en la SIGEN durante el primer año de la Alianza (cuando se estudiaba la renegociación del contrato) y una fuente de la Comisión de Renegociación. Estaban convencidos de un direccionamiento inicial del contrato hacia el grupo que encabezan Itron, y el posterior cambio hacia Siemens cuando el involucramiento de Yabrán en el caso ya hacía imposible darle el contrato al primero. EL CAMINO DE LA COIMA ¿Cómo se rectificó el dictamen de Franchino? ¿Cuáles son las pistas sobre posibles coimas y quiénes los supuestos apropiadores de esos sobornos? La clave está en la segunda evaluación, que se hace en noviembre de 1997, cuando estaba claro que el ministerio de Corach no podía políticamente dar como ganador a un consorcio donde Yabrán fuera un importante proveedor. Malam explica esta maniobra en su impugnación: "Entonces se piden informes a Migraciones y Registro de las Personas para que otorguen un puntaje a cada oferta. Migraciones (Hugo Franco) calificó con 10 el Plan Operativo Anual "que Siemens no presentó". También el Registro Nacional de las Personas. Los informes son suscritos por Hugo Franco y Eduardo D´Amico, "que son funcionarios netamente políticos y se les desconoce estudios informáticos, de sistemas, tecnologías y, con todo respeto, hasta carecen de título terciario". Sin embargo, Interior no consideró este pedido de impugnación. En el decreto que adjudica la licitación a Siemens 199/98 del 19 de febrero de 1998, en uno de los considerandos, rechaza la impugnación de Malam "toda vez que la referida empresa sólo resulta ser una de las integrantes de la UTE Itron y, por ende, carece por sí sola de legitimación". Mientras eso ocurría, Franco Macri con su empresa Itron pactaba con Siemens para entregarles la licitación, a cambio de que pocos meses después los alemanes compraran su empresa. La fuente sostiene al respecto: "Franchino me dijo, aunque con alfileres, que fue Barra (ex ministro de Justicia de Menem) el que los sienta a Macri y a Siemens en Punta del Este en diciembre del 97 para negociar la entrega? Al año siguiente, Siemens le compró Itron por un precio loco". En la revista "Noticias" de enero de 1999 se dice que Macri recibe el 7 de enero de 1998 en el complejo Manantiales de Punta del Este a Héctor Colella (quien sería sucesor de Yabrán a la muerte de éste), Hugo Franco, Carlos Sergi (ex ejecutivo de Siemens hoy sospechado de sobornos), Luis Schirado (director regional de Siemens) y Nicolás Ciccone para determinar quién se quedaría con el negocio de los DNI. "La licitación -se habría pactado allí- quedó para Siemens y Macri nunca consideró un fracaso haber perdido ese negocio". A todo esto, el 5 de febrero se abrieron los sobres n° 2 con los precios y terminó de definirse el contrato a favor de Siemens: el DNI original fue cotizado por los alemanes en $ 20 contra $ 30,13 de Itron. La suerte estaba echada: lo fundamental había sido el cambio de evaluación técnica. Dos ex funcionarios menemistas no dudaron en adjudicar a Corach responsabilidad. Dijo uno de ellos: "Yo creo que este era un negocio directamente de Corach. No de otras personas. Después, si querés, hablá de que era para la caja política, dale todas las justificaciones que quieras, pero un negocio así armado. Y básicamente los que manejaban ese tipo de cosas eran Aldo Carreras (ex subsecretario de Población) y entre Carrera y el ministro, Hugo Franco." Liascovich, en su investigación, no pudo determinar evidencias de enriquecimiento ilícito. En las declaraciones juradas de Corach, Franco, Carreras, Jorge Matzkin (ex viceministro de Interior) y Eduardo D´Amico (ex titular del Registro Nacional de las Personas) no aparecen incrementos en el patrimonio. Pero -advierte- los testimonios que dan cuenta del pago de coimas fueron abundantes. La fuente hace el cálculo complejo para cuantificar las coimas pagadas en un proceso que incluye inversiones, intereses, mantenimiento, costos directos, sueldos, gastos varios, gastos bancarios e impuestos... ¡y "coimas varias"!: a razón de $ 2,5 cada DNI. Es decir, un 10% del ingreso total, previsto en $ 25 por 30 millones de DNI (750 millones). Cuanto mucho 75 millones de coimas. ¡Y lo está diciendo un representante de una de las empresas que integraba "el caballo del comisario", se horroriza Liascovich. Otra fuente, un hombre que trabajó cerca de las evaluaciones técnicas, dice: "Me parece que en el ministerio había gente pagada de los dos grupos. Está claro que Hugo Franco laburaba para Siemens (...) A Hugo Franco le habrán dado un fangote de guita. ¿Tuvo que repartir para arriba? Posiblemente ¿Para abajo? Posiblemente." Sobre Franco, dice Miguel Bonasso en su libro "Don Alfredo" (que investigó la obra y vida de Yabrán): "Franco habría tenido una muy estrecha relación con el empresario postal. Según conjeturas en privado de Cavallo ese vínculo provenía del lavado del dinero en el exterior, generado con ventas de armamentos realizadas por el ex almirante Eduardo Massera". "Otra muestra de ese vínculo casi fraternal es la misión que Yabrán delegó en Franco para entregarle en mano un palo verde a Alberto Pierri, por entonces titular de Diputados. Era una forma de "agradecerle" la sugerencia que este último le había hecho al diputado Franco Caviglia para que no investigara al empresario". (págs. 271 y 271) Pero la relación entre ambos terminó un tanto abrupta: con el auto de Hugo Franco ametrallado. Según su relato, "Franco habría olvidado entregarle un agradecimiento similar de Yabrán destinado a Jorge Vázquez por una gestión de éste cuando era embajador de Menem en Naciones Unidas (págs. 279 a 290). De modo que Hugo Franco, para el momento de la licitación, claramente ya no estaba vinculado a Yabrán y habría estado operando para la empresa alemana.
...Y SIGUEN LAS PRESIONES Igualmente tortuoso fue el proceso desde la adjudicación a la firma del contrato. La firma se demoró nada menos que ocho meses. ¿El problema? Garantías. En efecto, Siemens se negaba a firmar si el Estado no le aseguraba una determinada cantidad de DNI anuales. Dicho de otro modo, una partida presupuestaria desde el Estado para cubrir el faltante año a año si no llegaban a demandarse los DNI previstos en la licitación. Se pasaron 8 o 9 meses discutiendo hasta que acordaron: prorrogarían el contrato tantas veces como sea necesario, hasta tener la cantidad prevista. En octubre de 1998, Interior refrenda el contrato, luego confirmado por el decreto 1342 del 165 de noviembre. Allí en su anexo también se establece los nuevos valores del DNI (30 pesos). Entre esa fecha y febrero de 2000, la empresa inicia inversiones, monta el Centro de Personalización de Documentos de Capital pone en funcionamiento cuatro centros de controles migratorios en aeropuertos y terminales fluviales. Pero se posterga la primera emisión de DNI hasta después de las elecciones de octubre de 1999. En el medio, hubo una fuerte polémica entre la postura de Siemens e Interior sobre qué se considera actualización y qué renovación (estaba en juego el valor, ya que el contrato hablaba de $ 6,05 la actualización versus $ 30 de la emisión). Finalmente se llegó a una solución intermedia: se establecía un documento "de primera" y otro más económico (distinguía entre documentos en los que el solicitante optaba por agregar su foto y su dígito pulgar al viejo documento y la emisión completa del nuevo DNI). Pero algo salió mal: los primeros DNI, destinados a extranjeros, fueron emitidos y entregados con los pulgares invertidos: el derecho en lugar del izquierdo y viceversa.
TRAMO FINAL: LA RESCISIÓN Llegamos al gobierno de la Alianza, y a otra tensa etapa: de la renegociación a la rescisión (de febrero de 2000 a mayo de 2001) Había dos posturas dentro de la Alianza acerca el contrato. Por un lado estaban "los principistas": aquellos que apuntaban a los orígenes turbios del contrato y querían anularlo. Y los "pragmáticos" que advertían sobre las consecuencias jurídicas y políticas de una ruptura sin causa justificada. El ministerio del Interior de la Alianza, al mando de Federico Storani, basándose en la falta de asignación presupuestaria y en las fallas detectadas con los 3.000 DNI para inmigrantes, determina la interrupción de la provisión de los DNI por parte de Siemens. En marzo de 2000 Storani crea una Comisión de Renegociación del Contrato Siemens. Un integrante de ese grupo recuerda: "Había una muy fuerte operación por parte del Estado nacional alemán; inclusive hubo cartas dirigidas por Schroeder a De la Rúa durante la mitad del proceso de negociación, en las cuales en un tono podríamos decir cortés, pero amenazante, planteaba la posibilidad del retiro de todos los capitales alemanes de la Argentina si no existía la voluntad de dar cumplimiento al contrato". Y sobre cómo actuaba De la Rúa, dijo: "Nosotros (en Interior) no teníamos direcciones claras. Incluso recuerdo haber ido con Freddy a hablar con el presidente en dos o tres oportunidades, y el Presidente siempre con una posición oscilante, tibia, errática. Entonces empezamos a trabajar sobre la base de la renegociación en un proceso serio". En cambio, el ala "principista" estuvo representado por Rafael Bielsa y su equipo la SIGEN. Tras la renuncia de Storani en marzo de 2001 y la llegada del ministro Ramón Mestre, esta postura rupturista gana más fuerza y finalmente se impone. Desde la Sindicatura, Bielsa y su equipo rescataron las objeciones presentadas por ese organismo en 1997, durante el proceso licitatorio en 1998 cuando no se ponían de acuerdo con el tema de las garantías. En este último informe, una de las objeciones de la SIGEN al proyecto de contrato era la ausencia de la estructura de costos, un aspecto crucial, porque la SIGEN quiso ver estos costos de Siemens y la empresa se negó. Y tal actitud terminará de hundir el nuevo acuerdo. Frente a las tribulaciones de De la Rúa, la Comisión optó por encarar la vía de la renegociación en base a tres cuestiones esenciales: el precio de los DNI, que juzgaban excesivo; la cantidad de DNI gratuitos a entregar a los ciudadanos con bajos recursos, que estimaban insuficientes, y la propiedad de los códigos fuente del software de aplicación del sistema. El dictamen de la SIGEN aparece en marzo de 2001 y es fuertemente crítico respecto de la propuesta de la Comisión. La SIGEN insiste en conocer los costos para poder evaluar la disminución real del ingreso de la contratista -que se resistía a bajar el valor de los DNI- y establecer así el "sacrificio compartido" entre ambas partes. Pero Siemens se niega terminantemente a exhibir sus números. Ya con Mestre en Interior y Cavallo en Economía, los nuevos actores toman posiciones encontradas en el caso Siemens. Cavallo se muestra proclive a renegociar el contrato, mientras Mestre va adoptando poco a poco la postura de la SIGEN. Bielsa cuenta al autor del trabajo un episodio violento que grafica las disidencias internas. Habla de una reunión en el Ministerio de Economía donde estuvieron Vicens, Castañón, Jaime, Cavallo, Bielsa y Mestre (que no habló). "En esa reunión, que fue muy desagradable y muy violenta, Cavallo cuando nosotros entramos estaba hablando por teléfono con el Presidente del Banco Central de Italia. Entonces nosotros nos sentamos, Cavallo se sienta me mira a mí y dice lo siguiente: "Así que usted le quiere torcer el brazo al Presidente", esa fue su primera frase. Y yo le contesté "No entiendo a qué se refiere". "A que el Presidente tiene decidido renegociar este contrato" "Bueno", le dije yo, "me parece perfecto, que lo renegocie". "Bueno", dice él, "entonces usted tiene que cambiar el dictamen de SIGEN". "No, yo no lo voy a cambiar", le dije yo, "el dictamen de SIGEN no es vinculante. Que el Presidente renegocie el contrato y SIGEN cumple con su obligación.". "Bueno, pero estas cosas después empiezan a salir en los diarios". A partir de ahí fue una cosa dantesca donde empezaron a los gritos; muy desagradable. Yo creo que la preocupación que tenía Cavallo allí era una preocupación legítima". Cavallo negociaba el apoyo de los bancos centrales europeos por la canasta de monedas. Necesitaba a todos los bancos centrales europeos, en particular el alemán, el Bundesbank. Una segunda reunión fue la que marcó el desenlace del caso Siemens. Cuenta Bielsa: "Cristian Colombo convoca a una reunión para acercar a las partes en su oficina en el edificio Somisa, donde están él, Mestre, Cavallo, Jaime y yo. (?) Esta reunión fue mucho más violenta todavía. Tan violenta que en un momento dado Mestre dice: "No, yo en estos términos no hablo" y se levanta como para irse. Los bloques eran Cavallo contra Mestre, y Mestre junto con nosotros. Y Colombo tratando de mediar. Tuvo un desempeño impecable". Todo indica que fue Mestre quien convenció a De la Rúa de lo que decía Bielsa. Antes amenazó con su renuncia, si se firmaba la renovación. El contrato, finalmente, fue rescindido por De la Rúa el 18 de mayo de 2001 a través del decreto 669/2001. Lo firmaron también Cristian Colombo (jefe de Gabinete), Mestre y Cavallo. ¿Y los argentinos? ¿Y la base de datos confiables, el control migratorio, un sistema documentario moderno? Estamos peor que antes, concluye Liascovich. No sólo heredamos un caso de corrupción; también aumentaron las debilidades del Estado. "La mezcla de corrupción, ineficacia y falta de controles no se mide por el perjuicio directo que produce. Sino por la tierra arrasada que deja después". |
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