La cosecha de trigo de este ciclo alcanzó el 70% de la superficie sembrada en la campaña, lo que da cuenta de un recorte de más de un millón de hectáreas en el implante y de una merma productiva de más del 40% respecto del año pasado.

Hasta el momento se mantiene la proyección de colectar unos 9,5/9,7 millones de toneladas del principal cereal de exportación del país, para el cual sigue pendiente la reducción de cinco puntos porcentuales en las retenciones que gravan las ventas del grano al exterior.

Entre tanto, las cotizaciones para el grano nuevo en las posiciones enero a marzo se mantienen en torno de los 121/122 dólares por tonelada, un valor que los productores consideran que "no cubrirá los costos" de cobertura de la próxima campaña, según datos elaborados por el ruralismo confederado.

Favorecida por el tiempo seco, la trilla del cereal alcanza al 70% de la superficie útil y acumula 5,1 millones de toneladas a partir de un rendimiento medio en alza de 1,74 toneladas por hectárea.

Datos proporcionados desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indican que el volumen colectado es sensiblemente menor al del año anterior en 3,4 millones de toneladas, así como que esto se relaciona con la menor productividad unitaria obtenida en casi la totalidad de las regiones trigueras (40% menor al promedio).

El comienzo de la cosecha en la zona de mar y sierras revela también que habrá fuertes reducciones en zonas continentales, menores en las costeras pero de todos modos inferiores a los rindes promedios normales.