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Fin de fiesta

Las carreras de autos son la gran vidriera de las fábricas automotrices. Éstas esperan mostrar en las pistas del mundo todo lo bueno que pueden ofrecerle al hombre común para que conduzca en las calles. Mientras más y mejor vendan, mejores serán los respectivos equipos de competición.

Por eso la profunda crisis que sufre desde hace meses el sector automotriz en todo el mundo está afectando seriamente a las dos categorías más importante del automovilismo: la Fórmula 1 y el Rally Mundial. La fuerte caída en las ventas de las principales marcas hizo que las ganancias anuales no fueran las esperadas, por lo que los presupuestos para los equipos oficiales se redujeron drásticamente. Esto, en el mejor de los casos, ya que algunas automotrices directamente decidieron retirarse. Es el caso de Honda en la F1 y de Subaru y Suzuki en el rally.

Tras la ida de Honda, que estaba en la categoría desde 1964, Stefano Domenicali, director deportivo de Ferrari, tiene claro que el próximo objetivo de los equipos de Fórmula Uno será terminar con los sueldos desorbitados de los pilotos para afrontar la dura crisis financiera que ataca al mundo.

"Todos los equipos, grandes y pequeños, se están apretando el cinturón y miran con lupa los costos. El siguiente paso de la categoría será hablar con los pilotos y dejarles clara la situación", afirmó el director de la escudería italiana.

Por su parte, Frank Williams, jefe del equipo que lleva su nombre, aseguró: "Tienen que bajar los sueldos de los pilotos. Quizá es más fácil que un piloto gane un millón de euros en lugar de 20 para evitar el despido de 500 personas en una escudería".

En el rally se viven tiempos igualmente oscuros. Tras las retiradas de Suzuki y Subaru, el campeonato mundial del año próximo entra en zona de riesgo ya que, por reglamento de la Federación Internacional de Automovilismo, es necesario que haya al menos tres equipos constructores. Sin las dos marcas japonesas, sólo quedan Citroën y Ford para el 2009.

"Nuestro mercado ha cambiado radicalmente debido a la recesión económica mundial", reconocieron los responsables de Subaru, que deja la categoría después de 19 años de participación, 47 victorias y tres títulos (de 1995 a 1997).

La retirada "es naturalmente una pérdida en la medida en que Subaru es uno de los pilares de este deporte", dijo el jefe del equipo, David Richards. "Subaru produjo campeones como Colin McRae y Richard Burns", recordó.

Pero la crisis de las automotrices no sólo le pega duro al automovilismo de elite. También al golfista norteamericano Tiger Woods. Hace unas semanas, la General Motors anunció que pondrá fin a su contrato publicitario con él, el cual se mantuvo vigente durante los últimos nueve años.

"La verdadera noticia aquí no es Tiger -dijo Marc Ganis, director de SportsCorp-, es la industria automotriz. Sin ella muchos deportistas se quedarán sin recursos", aseguró.



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