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PARA SER UN PERFECTO ANFITRIÓN
 HAY DETALLES FUNDAMENTALES A TENER EN CUENTA A LA HORA DE ORGANIZAR EL ENCUENTRO DE NOCHEBUENA QUE NOS GARANTIZARÁN UNA FIESTA INOLVIDABLE PARA TODOS.
a organización de una fiesta es como el desarrollo de una narración: tiene una introducción, un nudo y un desenlace. La improvisación debe ser igual a cero. Lo dijo Shakespeare: “La improvisación es mejor cuando se prepara”. Como en un guión cinematográfico. Para Tiago Machado, fundador de la agencia La Vida Es Bella, “siempre hay que tener en la cabeza una pregunta cuando vamos a recibir a unos invitados: ¿cuándo ha sido la última vez que se ha hecho algo por primera vez? Y seguro que la respuesta será una experiencia única que al invitado lo sorprenderá y nunca olvidará”. “Simplemente con celebrar la comida o la cena en un lugar inesperado para los invitados conseguiremos algo que cuenten y recuerden durante muchos años”, insiste.
En cuanto al trato a los invitados, uno de los factores importantes a tener en cuenta es la personalización: es esencial. A todos nos gusta ser atendidos y que sepan de nuestros gustos. Sucede lo mismo en una fiesta: “Usando la personalización como estrategia conseguiremos hacer que nuestro invitado se sienta como alguien importante a quien se ha dedicado esfuerzo, tiempo y cariño. La personalización proporciona un grado de exclusividad al evento. Es algo sencillo que puede dar un gran resultado”.
El resumen de una cena de Navidad se puede cerrar en llegar, comer, repartir regalos y marcharse. Nada más. ¿Por qué no buscar algo más, entonces? Un evento puede estar muy bien ejecutado, y el producto final puede ser perfecto, pero también puede resultar frío si no hay un mensaje que le de cierta trascendencia. La decoración, ambientación, iluminación, la comida… todo es fundamental. Pero si queremos hacer algo diferente, debemos apoyarnos en la creatividad: regalar algo que nosotros mismos hicimos, una pequeñez, no importa, pero que le dice al otro que pensamos en él (cosa que realmente ocurrió, obviamente).
Tener en cuenta:
• Improvisar lo mínimo. Prepare mentalmente hasta el último detalle.
• Conocer bien los gustos de los invitados: qué les gusta comer y beber. Se sentirán especiales.
• Personalice la fiesta. Ejemplo: deje una nota de agradecimiento en cada silla.
• Déle un concepto. Centre la fiesta en alguna particularidad de la Navidad, como por ejemplo el color rojo o las estrellas, la vajilla antigua...
• Ambientación. Cuide la iluminación. Crea los climas.
• Música de acompañamiento.
• Obsequios. Harán que su fiesta pase a la historia en forma de souvenir.
• Con detalles sencillos y originales puede conseguir que su fiesta de este año sea todo un éxito. (Fuente: El País)

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