MAR DEL PLATA (Cristian Helou, enviado especial).- Cuando la Copa Davis pisó suelo argentino, todos pensaron que se quedaría un año o tal vez más. Pero finalmente no fue así. Claro, en la previa España llegaba disminuida por la baja de Rafael Nadal y lo únicos resultados que se veían en las encuestas eran Argentina 5-0, Argentina 4-1 o Argentina 3-2. Error, el score final fue 1-3 y desazón total en un país que esperaba la conquista de la primera “Ensaladera de plata” de la historia. Al mismo tiempo que el cuarteto criollo recibió mazazos, la “Armada” justificó la conquista del título y se apoyó en dos jugadores determinantes: Feliciano López y Fernando Verdasco. Juntos dieron el gran golpe del dobles y separados hicieron enmudecer al “Islas Malvinas”. Luego de los impactos de viernes y sábado, Alberto Mancini y sus muchachos sabían que dependían de un milagro. En condiciones normales, la historia se podía revertir, pero la lesión de Juan Martín Del Potro y el desgaste ’-más la calentura- de David Nalbandian después del dobles, complicaron el panorama. Lo complicaron tanto que terminó en el peor final. El fierro caliente cayó en las manos de José Acasuso, quien tuvo una temporada muy floja, pero se encontró ante “su” partido, el de la reivindicación. Es cierto que estuvo en partido y hasta pudo lograr la victoria, pero la realidad es que “Chucho” mostró sus clásicos altibajos, erró puntos increíbles y dejó crecer a un Verdasco, que pasó de “tener miedo” el sábado a héroe de la final, con el 6-3, 6-7 (3-7), 4-6, 6-3 y 6-1 que entristeció miles de almas en el “Islas Malvinas”. “Lo damos vuelta, la p.... que lo parió...” fue el cantito elegido por la hinchada para buscar el milagro. Y la verdad, en el primer set no dio resultado. Luego de un comienzo tenso y muy parejo Verdasco quebró para ponerse 4-2 y se encaminó a un cómodo 6-3 en 35 minutos. El capítulo 2 fue para el infarto. Se robaron los servicios dos veces cada uno y en el medio, repartieron fallas –algunas groseras-, nervios y un par de toques sutiles que levantaron a los públicos. Llegaron al tie break y Acasuso cortó la mala racha del local en el punto por punto. Cerró 7-3 y empardó el encuentro. Una hora y 4 minutos de sufrimiento, con final feliz... Lo mejor de la tarde se dio en el tercero. Acasuso mostró su mejor versión, su rival se fue del partido y el público deliró con un contundente 6-4. “Lo damos vuelta, la p.... que lo parió...” sonó más fuerte que nunca, pero significó la canción de despedida. Increíblemente. En el estadio, en la playa con pantallas gigantes y en cada hogar argentino se ilusionaron con la reacción histórica, pero no. Verdasco volvió al partido y lo hizo con toda la furia. Quebró en el sexto game y a partir de ahí mostró todo su repertorio. Contó con la “colaboración” de “Chucho”, que bajó demasiado su nivel, a partir de una merma en el porcentaje de primeros servicios. El español sólo titubeó un poco para concretar la igualdad, porque dejó pasar dos chances antes del 6-3. En el quinto fue un “relojito” sin fallas, que no le dejó ninguna a un Acasuso que terminó abatido y rendido ante un rival superior. La historia se resolvió 3-1 a favor de España, que de esta forma logró su tercera Copa Davis (las otras fueron 2000 ante Australia y 2004 contra Estados Unidos) en apenas ocho años. Claro que esta tiene un sabor especial, porque fue la primera como visitante. De esta forma, la “Armada” cerró un año tenístico inolvidable, en el que Nadal le robó la corona a Roger Federer y se llevó el oro en los Juegos Olímpicos de Beijing. La “Legión”, exactamente a la inversa. Dejo pasar la tercera posibilidad, luego de las caídas, ante Estados Unidos en 1981 y Rusia en 2006; y por primera vez recibió el cachetazo como local. Un golpe que cuesta digerir, y del que costará levantarse. ¿Fracaso? “Jamás” MAR DEL PLATA (Enviado especial).- Alberto Mancini y José Acasuso aparecieron solitos y solos en la carpa de prensa del “Islas Malvinas”. Habitualmente, al cierre van todos, pero Calleri, Del Potro y Nalbandian, por segundo día consecutivo, faltaron a la cita. El capitán y “Chucho” tenían más ganas de meter la cabeza en el mar que de estar frente a 200 periodistas. Pero pusieron la cara. Y Mancini colocó primera con contundencia: “La verdad es que llamar fracaso a un proceso con dos finales y una semifinal es de necio. Es faltarle el respeto no sólo a mí, sino a todos los jugadores”. “Luli” también opinó sobre los rumores de su despedida. “Si es mi última serie, lo saben los dirigentes y lo sé yo, pero no es momento de decirlo ahora”. Igual, al parecer habría dado un paso al costado. ¿Y el balance? “Empezará en un tiempo. Es muy pronto para sacar conclusiones. ‘Chucho’ dejó todo y no es fácil jugar en las circunstancias que le tocó”. Sobre las virtudes de España, opinó que “tuvo un equipo a pleno. Feliciano (López) jugó un gran partido el viernes, el dobles funcionó y pudieron sobrellevar la ausencia de Nadal”. Antes de pararse y ¿a modo de despedida?, “Luli” dejó dos frases: “el tema de la sede influyó, es hora de empezar a pensar exclusivamente en lo deportivo” y “Argentina tiene muchos años por delante para ganar la Copa. Tiene jugadores para lograrla, si se lo proponen”. Acasuso escuchó a su capitán y luego comentó que tuvo “las posibilidades y dejé todo en la cancha, pero Verdasco me superó y reaccionó en el momento justo”. ... a las piñas MAR DEL PLATA (Enviado especial).- El rumor que nació y creció el sábado, después del dobles, le dio paso a una novela de aquellas. Todos, absolutamente todos salieron a desmentir las trompadas entre Agustín Calleri y David Nalbandian, luego de la derrota en el punto 3. El primero, a la mañana, fue Martín Jaite, entrenador del tenista de Unquillo. “Siii, Agustín le pegó un cross, respondió David con una derecha y después la ligué yo...”, bromeó. “No pasó nada”, cerró. Y en la conferencia de la tarde, los únicos criollos que cumplieron, José Acasuso y Alberto Mancini, hablaron del tema. “Medio país se creyó que nos cagamos a trompadas en el vestuario. Son críticas con mala leche”, dijo “Chucho”. “Me molestó que se haya dicho lo de las trompadas. Son ridiculeces que no sé de donde salieron”, agregó el capitán. Nalbandian y Calleri, para despejar todas las dudas, se sentaron juntos con la banda argentina, para ver el partido entre Acasuso y Fernando Verdasco. Compartieron botellas de agua mineral y hasta se abrazaron para festejar puntos de “Chucho”. Ayer, la versión “semi oficial” indicó que sólo se trató de una fuerte discusión, “normal como en cualquier pareja de dobles”, dijo un allegado al equipo nacional.
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