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NADA COMPITE CON LA NATURALEZA
 A 30 KMS DE PINAMAR ESTÁ “LO DE MATÍAS”, UN RANCHO MARÍTIMO CREADO POR EL ARQUITECTO CARLOS GALINDEZ EN MEDIO DE UN ESPACIO SILVESTRE Y AUTÓCTONO ÚNICO, IDEAL PARA EL RELAX NECESARIO.
Rincón de Cobo es una antigua chacra marítima ubicada a poco menos de 400 kms de la ciudad de Buenos Aires y a sólo 30 km del balneario de Pinamar. Es un micromundo de playas deshabitadas, campos vírgenes, aire puro para disfrutar de una cabalgata a la orilla del Atlántico y encontrar esa sensación de tranquilidad y paz tan necesaria a la hora de alejarse del ruido de la ciudad.
En medio de este escenario tan impactante nos reciben Matías Montoreano y Paula Delledera, en su propia casa bautizada “lo de Matías” y desde allí nos invitan a conocer su “lugar en el mundo”, ubicado a 100 mts de la playa y sobre el médano que jugaba cuando era chico. Empezó la obra por el año 1998 y duró apenas tres meses con diseño del arquitecto Carlos Galíndez.
La fachada es muy simple, con techo de chapa a dos aguas y frente pintado en color verde claro. Hacia un lado, la vista al mar y del otro al campo. Todo está dispuesto de manera tal que se puedan apreciar las dos visuales para no perder ni un detalle de todo el increíble entorno.
Cuenta con 102 m2 cubiertos distribuidos en una sola planta. Living comedor con cocina integrada, dos dormitorios (el principal en suite); un segundo baño y sector de parrilla para disfrutar de un buen asado. Los pisos son de cemento alisado, las paredes pintadas en látex y el techo de chapa con machimbre interior de madera.
Paula es decoradora y estuvo a cargo de equipar su propia casa bajo el lema una “decoración simple pero detallista”. Colores claros que nos remiten a la playa y materiales rústicos para no olvidar que estamos en medio del campo: bajo estas premisas encaró la ambientación de esta sencilla chacra marítima.
Los muebles los fueron comprando poco a poco, un proceso que ambos fueron disfrutando. Muchos en remates o mercadillos o son herencia familiar, algunos tantos realizados con restos de la obra y otros comprados segunda mano en negocios de Buenos Aires. Una combinación que convierte al interior en un espacio realmente acogedor debido a la fusión de elementos.
“Todos los muebles son usados, nunca nos apuramos y esperamos la oportunidad; siempre atentos a los remates y compraventas de los pueblos; en general conseguimos siempre cosas a buen precio y de buena calidad que es a lo que apuntamos”, define Paula.
Desde 1998 hasta el  2003 decidieron disfrutar solos de su casa, pero luego de vivir tres meses en España decidieron armar en Rincón de Cobo, un nuevo proyecto de vida. “En España vimos muy de cerca el fenómeno del turismo rural, dueños de campos que alquilan sus propias casas y nos dimos cuenta que era muy parecido a lo que teníamos nosotros acá y que contábamos con mucho para ofrecer a los visitantes”, cuentan.
Fue ahí cuando decidieron levantar su vida en Buenos Aires e instalarse en estas tierras para armar un emprendimiento que incluía alquilar su propia casa y otras tantas desparramadas en el mismo campo.
Actualmente cuentan con seis viviendas destinadas a recibir huéspedes de todas partes del mundo que buscan lo mismo que ellos, tranquilidad en un entorno maravilloso, con el agregado de servicios de hotelería. Su lema es “que los que vienen acá se sientan como en su casa, que tengan las cosas buenas que usan todos los días, que no sea sólo un lugar para ir a la playa sino que también disfruten de todo”, continúa Matías.
Al fondo, el sonido del mar se escucha desde lejos y el viento comienza a soplar moviendo la punta de las cortaderas. En este espacio autóctono y silvestre nos quedamos con la misma sensación que ellos sienten cotidianamente: paz y tranquilidad, un regalo maravilloso de la naturaleza.

TEXTO: MAIQUI  JORGE
ESTILISMO: MARIANA RAPOPORT
FOTOS: DANIELA MAC ADDEN

Tips de la deco marina* En las casas a la orilla del mar la deco adecuada sabe combinar a la perfección el azul con el blanco: este mix inexorablemente evoca lo marino. El azul le da profundidad a los espacios y el blanco ayuda a neutralizar, aportando la tranquilidad y luminosidad necesaria para el descanso.
* La madera de los muebles debe ser clara. Sea de pino, guatambú o cualquier otra madera la idea es no sumar muebles y carpintería oscura. Lo claro remite al color de la arena.
* No olvidarse de los baúles, estanterías con forma de bote, brújulas, relojes y faroles.
* Los motivos marinos -barcos, playas o mapas- no deberían faltar en las alfombras.
* Un perchero realizado con un remo da un touch justo.
* Los motivos de anclas, redes de pesca o cañas de pescar son más que efectivos para lograr la decoración marina.
 

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