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Futuro incierto | ||
La industria aserradera regional, en medio de una compleja crisis. La situación de los aserraderos de la región es crítica. |
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Para este año se espera que se procesen cerca de 130.000 toneladas de álamo cuando hace sólo cinco años esa cifra se ubicaba por encima de las 250.000 toneladas. Las mermas son cercanas al 50%. De mantenerse esta tendencia decreciente, para el 2010 el procesamiento de madera perforará el piso de las 100.000 toneladas. ¿Cuáles son las causas de la declinación de esta importante actividad industrial? La primera de ellas tiene relación con los costos de producción. Como ha ocurrido con la mayor parte de las economías regionales, la estructura de costos se incrementó en forma desmesurada en los últimos cuatro años. Con la salida de la convertibilidad muchas de las industrias ganaron en competitividad, y los aserraderos no fueron la excepción. Pero con el paso de los años, la inflación y la suba de costos esa competitividad se fue perdiendo. Hoy los pocos aserraderos industriales que quedan en la región reclaman subsidios para poder mantenerse en actividad. La segunda causa es la competencia desleal que llega desde Chile. Hoy ingresa una gran cantidad de jaulas desarmadas desde el vecino país que, por ser considerada comercialmente como admisión temporaria, no paga una fuerte carga impositiva que sí tienen las jaulas que se fabrican en la región. El diferencial impositivo llega al 30% en promedio. Empresas frutícolas importantes del Valle importan la madera ya cortada y a través de cooperativas de trabajo arman las jaulas que, al pagar menores impuestos (sobre el trabajo y el producto ya elaborado), dejan fuera de mercado la producción local. La tercera causa de esta crisis es la falta de madera en la región. Según fuentes de la cámara que nuclea a la industria de la zona (Cafema), al no existir una política provincial tendiente a mantener el recurso forestal en la región, todo lo hecho hasta ahora fue netamente extractivo, o sea, no existió reposición de los montes que se talaron. Mendoza, La Pampa y otras provincias del país ostentan hoy una ley que controla y limita la extracción de masa forestal. Río Negro carece de este tipo de legislación y hoy ya no quedan grandes superficies como hace sólo 10 años en lugares clave donde se apuntalaba el desarrollo forestal de la provincia. "Para el 2010 estaremos procesando en la región por debajo de las 100.000 toneladas y lo peor es que esta tendencia se profundizará con el paso de los años", remarcó uno de los industriales. Desde la Cafema se asegura que para revertir esta situación Río Negro debería elaborar una política forestal de mediano y largo plazo para generar certidumbre en este tipo de inversión. La forestación es una actividad altamente rentable y existen fuertes estímulos (subsidios) desde Nación para su desarrollo. Sólo hay que contar con la tierra apropiada para poner en marcha un proyecto como el que se está comentando. Pero, si bien los industriales consideran que este proyecto es clave para mantener el desarrollo de los aserraderos en el mediano plazo, insisten en medidas de corto plazo para poder paliar la severa crisis que atraviesan. "Si no llega un subsidio por jaula producida, difícilmente podremos continuar con nuestras puertas abiertas", remarcó uno de los ejecutivos de Cafema en diálogo con este diario.
(Redacción Central) |
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