El Parque Nacional Nahuel Huapi fue creado en 1934 y fue el primer área natural protegida del país. Su extensión alcanza las 710 mil hectáreas y tiene toda la variedad de paisajes que posee la región andina patagónica.

En este Parque está el cerro Tronador, el más alto de la zona (3. 478 metros) y con los hielos más legendarios. El cerro tiene ocho glaciares, uno de ellos, el Ventisquero Negro, es el más visitado por los turistas que llegan al lugar.

El Tronador, llamado Anon por los indígenas del lugar, lleva su nombre debido a los crujidos del hielo y los derrumbes de bloques helados que se producen a menudo.

Entre el 15 de diciembre y el 15 de marzo se produce la mayor afluencia de visitantes al lugar, una meca de montañistas, pescadores y amantes del trekking. Caminatas fáciles como "El Saltillo de las Nalcas" o las que requieren de una mayor exigencia como "El Paso de los Vuriloche" (el paso histórico de las misiones jesuíticas") son apenas dos de las variadas opciones que tiene este lugar.

Magdalena Pollini y su esposo, Pablo Agnone, son Guardaparques del Parque Nacional Nahuel Huapi. Viven hace tres años en Pampa Linda. Son de Buenos Aires, lugar que abandonaron hace tiempo para sumergirse en los bosques espesos de la Patagonia. Primero estuvieron en San Martín de los Andes, luego en Perito Moreno (Santa Cruz), a 220 kilómetros del pueblo más cercano y después llegaron a Pampa Linda. Viven con sus dos hijos, una nena de 3 años y un bebé de meses.

"Aquí estamos relativamente cerca de Bariloche, a 80 kilómetros, cuenta Magdalena, a quien pregunto si hay muchas mujeres en este oficio. "¡No!, no hay muchas mujeres, la mayoría está en pareja con guardaparques. No es una vida fácil, aunque a nosotros nos encanta. De cualquier manera, como en todos las actividades, las mujeres también nos hemos multiplicado en actividades como éstas".

Magdalena cuenta que está terminando su licencia por maternidad que transcurrió en la casa que los guardaparques tienen a pocos metros de la Gendarmería, el camping del Club Andino Bariloche, la confitería de la base del cerro y las hosterías de los Vereertbrugghen. Esa es su pequeña comunidad.

"El trabajo fuerte empieza ahora- cuenta- cuando abre la temporada. Recibimos unos 3.000 turistas por día. Algunos vienen en colectivo hasta la base del cerro Tronador, a ver el Ventisquero Negro y otros vienen a hacer caminatas y actividades deportivas. Hay 9, 10 senderos y una zona de trekking fuerte. Corremos mucho en el verano. Para hacer los recorridos la gente debe tener un permiso nuestro, se le dan las instrucciones de cómo cuidarse y cómo cuidar el bosque y pese a todo hay mucha gente que se pierde. Trabajamos muchísimo con Gendarmería, ellos son 8, el problema es que los rotan cada tres meses y es difícil emprender tareas en equipo."

La zona de Pampa Linda tiene un movimiento particular. Tiene ritmo y sonidos de estancia, con vacas y caballos en corrales, y movimientos de paraje turístico. Sobre el mediodía llegan colectivos y autos que circulan desde la primavera al otoño.

"En la temporada trabajamos fuerte, agrega Andy -aquí llega un turismo particular: turismo social, estudiantes y entreverado, turistas extranjeros. A mi hostería llegan los que quieren descansar, pescar o hacer deportes como senderismo y cabalgatas. Por otra parte, los que vienen a hacer cursos de hielo van a sus campamentos con el Club Andino.

"Actualmente vienen muchos centroamericanos, brasileros, mexicanos, colombianos, ecuatorianos, cosa que antes no había.

Cuando se hacen los boom empiezan a llegar de todos lados. Bariloche es cada vez más conocido. El turismo extranjero en Bariloche es viejo, de hecho nosotros empezamos con él.

El turismo en la patagonia arranca de acá, ésta es la gran puerta de entrada. Lo comenzaron los pioneros, inmigrantes suizos, alemanes, italianos, algún esloveno y otros. Arrancaron con un turismo de buen nivel porque el primer turismo fue de elite. ¡Tenías un hotel Llao Llao en el año 40!

En los primeros tiempos Parques colaboró mucho, era la Dirección de Parques Nacionales y Turismo. Hicieron caminos, muelles, después las carteras se separaron y todo se burocratizó.

Entonces creció el sector sólo por iniciativa privada", comenta Andy. (S.Y)