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Pretenden incentivar a los que no pagan con nuevo plan de regularización de deudas ¿No es un castigo

La decisión responde a la necesidad de obtener más ingresos en el desde ya difícil 2009. Pronósticos de consultores privados de que la desaceleración económica reduciría el colchón fiscal.

La crisis financiera casi global y las repercusiones en la Argentina, sumadas a la incertidumbre que se desencadenó por las decisiones del gobierno nacional, provocarían bajas en los cumplimientos voluntarios de las obligaciones fiscales, que serían las primeras en postergarse en semejantes circunstancias.

Por eso las autoridades de turno implementaron un nuevo plan de facilidades de pago que permite la regularización de las deudas impositivas, de los recursos de la seguridad social y las multas y cargos suplementarios por tributos aduaneros vencidos hasta el 31 de diciembre de 2007.

Mientras se apunta a obtener mayores ingresos en el 2009, la recaudación impositiva en octubre pasado fue de 24.276,5 millones de pesos, o sea que aumentó el 37,5% (y se convirtió en la segunda más alta del año, detrás de los 24.519 millones de julio).

Eso fue por los incrementos de la actividad económica, el comercio exterior, el empleo y los aportes por Ganancias, según Juan Carlos Pezoa, secretario de Hacienda de la Nación.

De esta manera, en los primeros diez meses del año dicha recaudación ascendió a 224.084 millones, un 38,5% más respecto de idéntico período anterior, proporción que se mantendría durante el resto del 2008 y permitiría obtener ingresos por 300.000 millones, obviamente más que los 230.000 millones presupuestados.

 

MENOR COLCHÓN FISCAL

Más allá de los argumentos oficiales, consultores privados vaticinaron que la desaceleración económica reduciría el colchón fiscal por las oscilaciones en los precios del petróleo, la soja y las exportaciones; la inflación y el consumo.

Durante años, sucesivos gobiernos y ministros señalaron "la necesidad de reducir o eliminar la evasión fiscal y ensayaron incontables iniciativas, desde las campañas educativas hasta las amenazas, sin faltar por supuesto el consiguiente endurecimiento de las penas y la consabida ´moratoria´, de las cuales hemos tenido una cada 18 meses" (en las últimas tres décadas del siglo pasado), de acuerdo con lo enseñado por Martín Krause, vicerrector de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE).

A su vez, el economista cordobés Ramón Frediani afirmó que las moratorias no existen en los países desarrollados y sólo se observan en algunos subdesarrollados y excepcionalmente, por única vez.

En la Argentina hubo más de 20 desde principios de los ´60 del siglo pasado y continuaron, tanto a nivel nacional como provincial.

 

"PUEDE FASTIDIAR, PERO..."

"Sé que la moratoria que estoy ofreciendo puede fastidiar a los que están al día, lo sé, pero también sé que hay muchos que dicen que están al día y no lo están", afirmó Fernando de la Rúa, presidente de la Nación el 18 de abril de 2000.

Hasta destacó que quienes adhirieran se pondrían en "la línea de largada de nuestro crecimiento", en tanto les prometió "quiebras" a aquellos que no lo hicieran.

De la Rúa y Domingo Felipe Cavallo, ya su ministro de Economía, decidieron varias medidas el 31 de octubre de 2001, destinadas a paliar la crítica situación de las empresas, entre las que propusieron una nueva moratoria impositiva y previsional, la posibilidad de repatriar y blanquear capitales sin la exigencia de pagar gravámenes por los períodos anteriores y la capitalización (intercambio de deudas por acciones) que la Dirección General Impositiva (DGI) podría ejercer sobre las firmas en crisis.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) llegó a estudiar un plan de facilidades de pago para deudas impositivas y previsionales, que se decía "muy distinto de la moratoria, porque ésta se refiere a la declaración de impuestos impagos anteriores que deberían pagarse con multa".

 

SPOT TELEVISIVO

Por entonces hasta se difundió un spot televisivo con una convocatoria nacional a pagar los impuestos, con la posibilidad de hacerlo en cuotas, con todos los intereses resarcitorios que correspondieran.

Convencido por Roberto Lavagna, ministro de Economía y Producción, de que "el enfoque fiscal del gobierno, no sólo el mío, es de no moratoria ni blanqueo sino de fuerte lucha contra la evasión y la elusión", Néstor Carlos Kirchner, presidente de la Nación, solicitó al Senado el 20 de noviembre de 2003, que postergara el debate de un proyecto de ley que establecía una amplia moratoria y que ya había pasado todos los filtros y tenía el dictamen favorable de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y, al parecer, del Fondo Monetario Internacional.

Si bien Alberto Abad asumió la titularidad de la AFIP durante la gestión de Eduardo Duhalde, el 6 de enero de 2002 -y renunció en las postrimerías de este año-, el 3 de octubre de 2006 descartó toda posibilidad de una alternativa como la comentada.

"Si nosotros disponemos una moratoria, qué le decimos luego a quien se quedó sin vacaciones para pagar sus impuestos en término", subrayó Abad ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados de la Nación.

Después volvió a desecharla "porque eso no es propio de un país en serio" y se manifestó partidario de mejorar la educación, la justicia y la cultura tributaria para incrementar la recaudación, en lugar de perseguir a los evasores, y de buscar mecanismos de regularización de deudas, pero sin quitas de capital.

"Hagamos un trato a medida" fue la modalidad que propuso en otro momento, en el que las deudas menores a 200.000 pesos, habitualmente de las pequeñas y medianas empresas (pymes), se podían pagar en hasta 72 cuotas mensuales mientras que antes sólo se admitía cancelarlas en 36 ó 48 y, para montos superiores, hasta en 60, cuando previamente se aceptaban 24. Y, por si eso no fuera suficiente, se resolvió que no era imprescindible la cancelación del capital en cuotas iguales sino que se autorizó a afrontarlo de manera escalonada.

 

"CUENTA REGRESIVA"

Mientras el gobierno nacional estudiaba la moratoria de marras, el bonaerense lanzó la que bautizó "Cuenta regresiva" para deudas vencidas al 31 de diciembre de 2007 y obligaciones en las etapas prejudicial y judicial, que culminará a fin de año y no estará vigente en el 2009.

Para acceder a la modalidad de hasta 24 pagos, que incluye una bonificación del 10% por pago en término, es preciso abonar un anticipo del 10%. Respecto del levantamiento de las medidas cautelares, podrá efectuarse con la cancelación del 20% de la deuda.

A todo esto, el mes pasado se mencionó un "blanqueo" impositivo para quienes repatrien capitales y los destinen a emprendimientos productivos y obras públicas.

Se consideraba que parte de los 150.000 millones de dólares pertenecientes a argentinos que los mantenían en el exterior ya estaba ingresando.

 

¿NO ES UN CASTIGO PARA EL CUMPLE REGULARMENTE? 

El nuevo régimen especial de facilidades de pago para la regularización de las deudas impositivas, de los recursos de la seguridad social y las multas y cargos suplementarios por tributos aduaneros se estableció para obligaciones vencidas hasta el 31 de diciembre de 2007.

Se originó semanas después de que lo aprobara la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en una reunión con Sergio Massa, jefe de Gabinete; Carlos Fernández, ministro de Economía y Producción, y Claudio Moroni, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Recién el 7 del actual se conoció la resolución 2518 de este último organismo, cuyos alcances no deben interpretarse como "un castigo para el que paga regularmente", declaró Moroni.

Las deudas por aportes personales de los trabajadores en relación de dependencia podrán pagarse hasta en 24 cuotas, un plazo similar regirá para las retenciones y un máximo de 120 mensualidades para el resto de las obligaciones.

En todos los casos la tasa de interés será del 1,5% mensual y el monto mínimo por abonarse en cada cuota ascenderá a 150 pesos.

La cancelación no implicará disminución de intereses resarcitorios y/o punitorios como tampoco la liberación de las sanciones que correspondan, por lo que aquellos contribuyentes en mora deberán pagar con punitorios y multas y, por otra parte, tendrán la posibilidad de reformular planes de facilidades vigentes, siempre que no tengan cuotas vencidas impagas.

Los que adhirieron a algún régimen previo de facilidades podrán mejorar sus situaciones reformulándolo y adaptándolo a las nuevas condiciones, previa cancelación de los compromisos posteriores a enero del 2008.

La resolución 2518 no comprende a quienes tengan procesos judiciales por deudas contra la AFIP ni reclamos administrativos por diferencias en los pagos de tributos.

La adhesión podrá hacerse a partir del jueves 20 y hasta el 31 de marzo próximo, por internet y sin trámites presenciales. Además, el pago tendrá que efectuarse por débito bancario.

 

Miguel Ángel Fuks

miguelangelfuks@yahoo.com.ar



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