El ensayista y escritor, que analizó desde la psiquiatría el tema de la pobreza en su libro "La cruz invertida", señala que el principal efecto es la "imposibilidad creciente de pensar un futuro mejor".

-Años atrás conversé con usted sobre la pobreza. Recuerdo que citó a Rubén Darío. Hablaba de la Argentina como un paraíso?

-¡Claro, claro! Un verso en el que Rubén Darío expresa su admiración por la potencia de la economía argentina, sobre sus posibilidades... "¡Hay en la tierra una Argentina!/He aquí El Dorado./¡He aquí el paraíso terrestre!/He aquí la ventura esperada/he aquí el vellocino de oro/he aquí Cannán, la preñada,/la Argentina resucitada". Sí, sí, un canto a la inmensa posibilidad que generaba el país.

-Desde la psiquiatría usted fue a la literatura y se metió de lleno en temas de justicia social. "La cruz invertida", a modo de dato. ¿Qué lugar es el estar por debajo de la línea de pobreza?

-Orilla ser un lugar de no-vida, un espacio expuesto a todo. La vulnerabilidad más amplia. Y es también ser blanco de discriminación, de generar miedo en el otro.

-¿Su experiencia le dice que esta precariedad es el rasgo más elocuente que ofrece la nueva pobreza en la Argentina?

-Si partimos de la aceptación, que de ninguna manera implica resignación ante el problema, sí, es el dato nuevo que ofrece este fenómeno. Una consecuencia de la acelerada degradación de sus existencias que sobrellevan millones de argentinos se explica en la imposibilidad que tienen de pensar en términos de un futuro mejor.

-¿Qué es desde lo psíquico poder pensar en términos de futuro?

-Es poder alimentar, retroalimentar la vida. Saber que hay algo posible que es mejor que el presente. Hace a la idea de progreso individual, para el caso, y también de conjunto, claro. Tener trabajo es tener la posibilidad de pensar en términos de futuro, es también una idea cohesionadora en el interior de la familia.

-Vamos a hacer esto", "Vamos a hacer aquello"...

-Exactamente. Es una idea que se debate, que junta, que cohesiona al conjunto detrás de un objetivo común. Una idea sobre la que también se discrepa pero que moviliza.

-El ejemplo me parece muy traído de los pelos, pero es como cuando la familia debate sobre adónde ir de vacaciones?

-Porque, si se discute sobre adónde ir de vacaciones, es porque hay algo que posibilita ir de vacaciones, que están en un futuro inmediato. Hay presencia de futuro estimulante en el seno de ese debate.

AGENCIA BUENOS AIRES