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\"LA NOVELA ES EL GÉNERO MÁS POTENTE\" | ||
MADRID (DPA).- Una cabeza decapitada recordando su historia, que es a la vez la historia íntima de la trama de violencia y lucha por el poder en el vertiginoso México del siglo XXI: es el comienzo de "La voluntad y la fortuna", la nueva novela que Carlos Fuentes presentó en Madrid. El escritor mexicano aprovechó el diálogo con el novelista colombiano Juan Gabriel Vásquez en la céntrica Casa de América para revelar algunas claves de esta obra, que cierra el ciclo inaugurado por su primera novela, "La región más transparente", publicada hace exactamente 50 años. Pero en la conversación Fuentes también abordó aspectos esenciales de su narrativa y de la literatura en general, evocó pasajes de su infancia e incluso comentó la actual crisis financiera internacional. En esta novela México vuelve a ser el personaje fundamental de la trama, una ciudad que, "como Buenos Aires, es la cabeza de Goliat en un cuerpo de David", en palabras del autor. Pero se trata siempre de un "México posible" que Fuentes aprovecha sólo como "cama" para apoyar los temas fundamentales de la condición humana y la modernidad: el poder, la violencia, el mal, la amistad, la inmigración o la guerra de Irak. "Es la primera novela en la que aparece un iPod", se sorprendió Vásquez. Por las 560 páginas de la obra -editada por Alfaguara- vagan entonces Josué Nadal y Jerico, los amigos que inician su búsqueda de poder porque "la única salida para gente mediocre es la política"; Lucha Zapata, encarnación de los peligros del amor y la generosidad; Filopater, cura rebelde; el magnate tecnócrata Max Murray y Miguel Aparicio, encarcelado voluntario. De fondo, el mito bíblico de Caín y Abel. Y es que "no hay más que una docena de temas", según el premio Cervantes 1987. "Lo que importa es su tratamiento". Fuentes reivindicó la novela como "el género más potente" por su capacidad para aglutinar diversos formatos: desde la filosofía hasta el melodrama, "congénito a la novela", siempre sobre la base de una apertura esencial. "No conozco una novela perfecta y, si la conociera, no la leería", añadió el escritor. "¿Por qué seguimos leyendo novelas?", preguntó Vásquez. "Porque la novela está muerta -ironizó Fuentes-. ¿No es eso lo que nos repiten una y otra vez?". En ese sentido, el autor se refirió a la novela como la "vanguardia del porvenir". En la era de la información, el mensaje es "tengan toda la información que quieran" a través de una multiplicidad de oferta tecnológica. "Pero lo que aporta una novela no está en otro lado", sus lectores serán "la elite del futuro". Ante la pregunta de Vásquez sobre la búsqueda de la identidad en su obra, Fuentes consideró que "Latinoamérica ha fatigado el tema". La dicotomía entre la raíz indígena y la conquista europea ya no es un conflicto: "nuestra identidad está ganada". La cuestión más interesante en la actualidad es, por el contrario, la multiplicidad, la diversidad urbana, verdadero "signo de la modernidad". El novelista también recordó su infancia en Washington posterior a la gran crisis de 1929, sólo comparable con la que sacude hoy los mercados de todo el mundo. Fuentes aludió a la "tentación totalitaria" de esos días, el camino dictatorial que adoptaron diversos países del globo ante la crisis, y destacó por eso la postura del entonces presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, que buscó una salida en la fuerza del trabajador y de la gente. "Es una situación muy actual", advirtió. La presentación puso fin a dos semanas de homenajes, galardones y conferencias protagonizadas por el escritor en España. Su punto cúlmine fue la concesión del Premio Internacional Don Quijote, que compartió con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. (AFP) |
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