Seguramente Miguel Ángel Russo y sus muchachos se frotaban las manos. Claro, a nadie le conviene compartir la cima del torneo con Boca, porque se sabe que el “xeneize”, al menos en tiempo contemporáneos, gana más de lo que pierde. Pues bien, en Sarandí Arsenal era un hueso duro de roer y el empate en cero parecía decretado, cuando del botín de Juan Román Riquelme salió magia y gracias a ese tiro libre el liderazgo del Apertura 2008 se transformó en cosa de (dos) “grandes”. Boca es Boca justamente por estirpe ganadora, y también porque en su plantel cuenta con valores que en un pestañeo transforman la desazón en gozo. Uno de ellos, el más importante, es justamente Riquelme, que en 90 minutos casi no tocó el balón, pero en el descuento clavó en un ángulo un fantástico tiro libre que decretó el 1-0 final y le permitió al “xeneize” mantenerse arriba, ahora compartiendo la punta sólo con San Lorenzo. (ver Pág. 5). Tan malo fue el partido que se vio en el Viaducto, que lo único positivo para los espectadores fue el agua que arrojaron los bomberos para mitigar el intenso calor. De fútbol poco, muy poco, salvo alguna sutileza en el primer tiempo del “Torero”. En el cuarto de hora inicial lo único que despertó de la ‘modorra’ fue un remate de larga distancia de Cristian Pellerano, que se fue cerca. El problema para Boca fue que Arsenal salió decidido a cortar su circuito de juego con Pellerano encimando a los dos volantes centrales (Fabián Vargas y Sebastián Battaglia), mientras que Carlos Casteglione lo seguía de cerca a Román. El partido entró en callejón sin salida, porque Boca no encontraba los caminos para llegar al arco de enfrente y Arsenal se preocupó más en su rival que en desnivelar. Todo se tornó tedioso y previsible, con el local apostando a alguna contra salvadora y los de Ischia ahogados en su propia impotencia, al punto que en los primeros 45 minutos apenas tuvo dos remates al arco, uno de Vargas, que se fue desviado, y un tiro libre de Riquelme, que con algo de esfuerzo contuvo Cristian Campestrini. Para la segunda parte Ischia mandó a la cancha a Pablo Mouche por Noir, pero en el inicio nada cambió. Arsenal no cambió su postura defensiva, pese a que Alejandro “Papu” Gómez intentaba generar peligro, pero como tenía que retroceder mucho dejaba muy aislado a un Luciano Leguizamón que era un espectador de lujo. Con el correr de los minutos Boca, con más ganas que fútbol, comenzó a empujar a Arsenal contra su área y antes de los diez, Viatri, con un remate cruzado casi marca. El local respondió con un cabezazo de Casteglione, que se fue cerca, un remate de Espínola, que controló Javier García, y con el “Papu” Gómez, inquietando siempre que pudo. Boca a esa altura sentía la ausencia sin aviso de Riquelme, quien entró poco y nada en contacto con la pelota en el segundo tiempo y cuando se la daban estaba rodeado de rivales o bien no acertaba en las elecciones que tomaba. Nicolás Gaitán saltó a la cancha y casi convierte a 15 del final, pero Campestrini salvó enviado la pelota al córner. Sobre el ocaso del partido Boca empujó, se expuso al contraataque, y ahí fue cuando apareció el “Torero”, para acariciar la pelota en un tiro libre, convirtiendo un mágico gol que le permitió mantener en lo más alto al club de sus amores. Así borró la decepción de la Sudamericana y de alguna forma transformó el Apertura en cosa de (dos) “grandes”. JR “siempre aparece” El rostro de Carlos Ischia lo decía todo. Era una mezcla de inconformismo y felicidad. Sereno, dispuesto, enfrentó las cámaras y los micrófonos y dejó en claro la importancia que tiene en su equipo el hombre que lleva estampada la “10”: “Román siempre aparece cuando más lo necesitamos, en los momentos claves, como pasó contra San Lorenzo y como lo hizo hoy (ayer) con Arsenal”. Para el calvo entrenador, las que vendrán serán “cinco finales” y por ese motivo “no hay que aflojar para lograr el objetivo”, remarcó una y otra vez. Si bien el partido ante Arsenal fue mal jugado y se resolvió en el último suspiro gracias a una genialidad de Riquelme, para Ischia “Boca fue un justo ganador, porque lo fue a buscar en todo momento. Creo que en el segundo tiempo hizo bien las cosas, Nicolás (Gaitán) le dio velocidad al equipo, Leandro (Gracián), también entró bien y por suerte Román marcó el gol cuando más se necesitaba”. a eliminación de Boca a manos de Internacional de Porto Alegre de la Copa Sudamericana le va a dar la posibilidad a los dirigidos por Ischia de planificar la semana, sin tener partidos en el medio. “Uno no quiere quedar afuera de ninguna copa, de ningún torneo, pero pensando en la competencia local, la verdad es que nos viene muy bien tener una semana completa para trabajar tranquilos”, concluyó un reflexivo Ischia. Entre La Boca y Ezeiza Fue el hombre de la tarde. Ése es uno de los secretos de Riquelme: jamás pasa desapercibido. Después de estampar el fantástico tiro libre para darle a Boca la punta del torneo, el “Torero” aseguró que desea jugar “las cinco finales” que le quedan al equipo de La Ribera y el partido del 19 ante Escocia, en el debut de Maradona como DT. Después de que Carlos Ischia señalara que a él “no hay que sacarlo nunca”, JR habló de sus dos amores: “Boca fue muy bueno con la selección. Yo no hice la pretemporada por ir a Pekín y eso lo estoy sintiendo un poco en lo físico, pero uno siempre quiere vestir esa camiseta, como también la de Boca”. La eliminación en la Sudamericana le abrió las puertas a Maradona para convocar a Román para el partido del 19 de este mes ante Escocia. Claro, habrá que ver si la dirigencia “xeneize” está dispuesta a perderlo en el tramo final del torneo. Sobre el partido de ayer, JR señaló: “Ellos son un equipo difícil y se hacen muy duros en su cancha. Por suerte encontramos un gol en el final y pudimos quedarnos con la victoria. Creo que Boca fue un justo ganador, aunque Arsenal hizo un partido muy inteligente”, culminó el “10”.
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