Después de haber hecho un resumen de cuáles son los conceptos del xeriscape, jardín de poco riego o jardín inteligente, como más le guste llamarlo, va siendo hora que entremos en el nudo del asunto ... el riego en sí. Obviamente si el objetivo es ahorrar agua utilizándola de la forma más racional posible, no podemos regar con un sapito dejado en el jardín por horas y horas, como lamentablemente vemos demasiado a menudo en nuestras ciudades y son el principal motivo de la mala fama que nos hemos echado encima. Siguiendo en la escala de ahorro de agua podemos mencionar el clásico riego por aspersión. Este, si bien usa el mismo principio del “sapito” plástico, cuando está bien diseñado y por el solo hecho de asegurar una buena distribución en forma de lluvia, ya significa un ahorro muy importante de agua ... pero es ideal para el riego de céspedes y ya hemos dicho que en los jardines inteligentes reducimos al “mínimo minimorum” esta superficie. Puede seguir siendo necesario -aunque en menor medida- cuando el césped es reemplazado por flores y herbáceas tapizantes, pero se torna absolutamente innecesario y reemplazable si queremos regar arbustos y árboles. El reemplazo ideal de la aspersión es el goteo y en ciertos casos la microaspersión. Hablemos entonces del riego por goteo. EL VALOR DE CADA GOTA En el riego por goteo adquiere valor el agua en forma de gota agregada allí donde las raíces de una planta lo necesitan. Lógicamente si hemos reemplazado el césped por plantas florales, la cantidad de gotas serán menos numerosas pues estarán más distanciadas entre sí y cubren mayor espacio aéreo ... ambas cosas son importantes. En un césped, las plántulas que lo componen no dejan espacio entre ellas y eso le da el aspecto verde y tupido. Sería necesario disponer de gotas cada 20 o 30 centímetros para que toda la superficie esté humedecida. Si colocamos florales tapizantes, según su vigor se pueden colocar entre 40 a 50 centímetros, como por ejemplo verbenas, tacos de reina y otras. Ya la necesidad de goteros es menor. Además, cuanto más se expanda su follaje más sombrea el suelo retardando la pérdida de agua de éste, lo cual contribuye a ahorrar riegos. Siguiendo con el ejemplo, si plantamos arbustos tapizantes, según su vigor podemos distanciarlos entre 1 a 3 metros entre sí. Es obvio que ya la densidad de goteros será menor aunque implique mayor tiempo de riego. Y ya al final, tendremos el caso de los árboles, distanciados entre 4 a 8 metros entre sí si se plantan en bosquecillo y mucho más si se hace individualmente. FUNCIONAMIENTO En el goteo se valora cada gota que cae en el mismo lugar durante cierta cantidad de tiempo. Esto quiere decir que no funciona en forma permanente sino de acuerdo a la necesidad de agua de cada planta en particular y para eso hay en el mercado relojes y caudalímetros que abren y cierran el agua cuando el plazo se ha cumplido. Por otro lado, si la superficie no es demasiado extensa, no requieren bomba presurizadora, sino que se las arreglan con la presión de la red domiciliaria. 1 kilo de presión es suficiente e incluso a veces menos. Si quiere gastar poco dinero, puede incluso valerse de un depósito de volumen predeterminado colocado a cierta altura, al cual se conectan las mangueras de riego que se pueden adquirir en el mercado a muy bajo precio ... no le recomiendo comprar una manguera común y perforarla, porque los resultados son pésimos y no ahorra nada. En el ejemplo 1) el goteo más simple que existe ... una botella plástica con el gollete en el suelo de la maceta. En el dibujo 2), algo más “sofisticado” para lugares muy puntuales como una pequeña huerta. En las fotos 3) y 4), líneas sobre el suelo o suspendidas, con goteros incorporados dentro de la misma cañería, en tanto que en la foto 5) se han agregado goteros perforando una red ciega con un sacabocados especial, que hace perforaciones exactas al diámetro de los goteros individuales. La colocación de mangueras de goteo incorporado, enterradas alrededor de árboles (foto 6) se hace en la periferia de la copa, allí donde caería el agua en caso de una lluvia. Por último, en el dibujo 7 se muestra gráficamente cómo influye cada gota en la salinidad del suelo, un tema que a nosotros en la Patagonia Norte nos interesa mucho. PRACTICA IRRESPONSABLE Y PELIGROSA De fuentes generalmente bien informadas, me ha llegado la noticia de que hay personas que agregan úrea (fertilizante a base de nitrógeno al 40%) al agua subterránea usada para regar espacios verdes. Quiero alertar que esta actitud atenta contra el ecosistema y la salud humana. El mecanismo que estos irresponsables están utilizando es muy sencillo en la aplicación, completamente estéril en los beneficios y absolutamente contaminante para el medio ambiente. Se trata de echar úrea granulada por la camisa del caño que toma el agua de la freática, el día anterior al de riego. Aplicación sencilla. Hasta un chico lo puede hacer. Toman un envase de bebida plástica de litro y medio, le cortan el “gollete” lo llenan varias veces hasta el borde con úrea (u otro fertilizante) y lo echan al pozo. Completamente estéril en los beneficios. La úrea se disuelve muy rápidamente en el agua de la freática y se traslada a distancias variables según la intensidad del flujo de las corrientes subterráneas. Incluso si se accionara la bomba de riego casi inmediatamente después de la aplicación, el fertilizante que se agregaría a las plantas sería sólo un porcentaje ínfimo ... ni hablar cuando se hace al día siguiente, porque prácticamente no queda nada, más allá de una freática contaminada que otros pueden usar incluso para beber. Absolutamente contaminante para el medio ambiente. Es un proceso que se conoce como “eutrofización”, o sea exceso de nutrientes en las aguas que, a nivel superficial, se pueblan de algas verdes que tapan el sol a otras plantas mayores y por su excesivo crecimiento se “roban” el oxígeno del agua. El resultado es la muerte de vegetación y peces. Ya demasiado tenemos en nuestros ríos con el vertido de desechos cloacales e industriales. No seamos tan irresponsables de hacerlo gratuita e innecesariamente en una práctica criminal que equivale a tirar el biocida de una curadora al río. Si usted sabe de alguien que lo está haciendo, “párele la mano” y, si persiste en eso, denúncielo. Si quiere bucear más en Internet, las palabras clave son nitrificación, eutrofización, desnitrificación.
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