Por su entrega, oficio y visión de juego, Fernando Fernández se transformó ayer en el jugador más valioso del elenco neuquino. Al finalizar el partido comentó a "Río Negro" que "ellos manejaron bien la pelota y no pudimos hacer las cosas de otra forma" y reconoció que es valorable que "el equipo corre y deja todo en la cancha".

El volante aseguró que "los chicos se matan en la semana para que eso se refleje en los partidos" y se mostró optimista al señalar que "nos prendimos en la punta con Huracán y la gente siempre se ilusiona cuando el equipo es nuevo".

A su turno, el entrenador Omar Dehais reflexionó que "nos salió bien el partido. El equipo puso muchas ganas, mucha actitud, todo salió perfecto".

Con una sonrisa, agregó que "hicimos bien las cosas en el primer tiempo. El rival era muy duro y si no jugamos mejor, también fue mérito de ellos".